La gran aventura se vive sobre el tablero

En el Patio Barroco del Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, se esconden artefactos de gran valor y joyas de oro y diamantes. Quien por allí pasee este fin de semana puede adentrarse en el corazón de la selva sudamericana e ir en busca de El Dorado. Quizá, eso sí, no haya tiempo de llenarse los bolsillos con las llamativas alhajas porque el objetivo esté en el Patio Blanco. Allí habrá que formar grupos de mercenarios para defender el reino provincial del ataque de los monstruos. También puede que esos monstruos sean de colores y que tengan un gran lío en la cabeza con eso de los sentimientos. No hay de que preocuparse, porque si el visitante tiene entre tres y diez años este será un objetivo fácilmente alcanzable.

Las historias que pueden suceder entre las paredes de este histórico edificio durante estos días son casi infinitas y todo ello gracias al XIV Festival Internacional de Juegos, una cita organizada por la Asociación Cultural Jugamos Tod@s, que de nuevo ha conseguido un rotundo éxito en torno al mundo de los juegos de mesa.

La búsqueda de El Dorado o los monstruos en sus distintas facetas representan las tres creaciones que este año se han llevado el premio Juego del Año en sus distintas categorías. El Dorado, de Reiner Knizia y editado por Ravensburger, ha sido elegido por el jurado de estos galardones el mejor Juego del Año, un premio al que también aspiraban Cryptid (Do It), Optimus (Devir), Inis (Gen X Games) y Manhattan (Mercurio); este último un conocido juego de mesa de 1994 reeditado este año y cuyos creadores, Andreas Leo y Karen Seyfarth, han sido los grandes invitados del festival.

En la categoría de Premio Juego Infantil Malacitano el vencedor ha sido El monstruo de colores, basado en el famoso libro homónimo de Anna Llenas. Este galardón parecía el más claro de todos los que se repartían gracias a la temática de un juego (de Anna Llenas, Dani Gómez y Josep M. Allué y editado por Devir) que permite a los más pequeños hablar de cómo se sienten gracias a un pequeño monstruo y a una niña. Había, eso sí, grandes competidores en esta categoría donde también estaban nominados Ardillas del Bosque (Átomo Games), El valle de los vikingos (Haba), Mi pequeño Scythe (MalditoGames) y Sherlock Express (Blue Orange).

El último premio, al mejor Juego de Autoría y Edición Española ha sido para Monster Lands, de Dávid Turczi y editado por MalditoGames. En esta categoría, esta creación de mercenarios contra monstruos competía con EXO- Mankind Reborn (PlastCraft Games), 1906 San Francisco (Looping Games), Papua (Devir) y Kingdom Defenders (Ediciones Primigenio).

Los premios son solo una pequeña parte de un festival que atrae a público de todas las edades y todos los puntos de España y algún que a otro extranjero. Desde Barcelona, Ciudad Real, León o Lisboa han venido este año algunos de los aficionados que han colmado todos los patios de la Diputación para disfrutar de los juegos de mesa y de algunas de sus actividades alternativas. Y es que este festival también sirve, por ejemplo, para que los creadores presenten sus prototipos de juegos. Este año, todos aquellos que hayan participado en este apartado optan a una plaza en el taller Proto Lab 2020.

El Vestíbulo del Artesonado acoge también la exposición Los inseparables, del juego del mismo nombre, obra de Fabien Riffaud y Juan Rodríguez con ilustraciones de Tignous. Este juego, que supone un canto contra el horroro de la guerra, fue publicado en 2015, después de que Tignous fuera asesinado en el atentado contra Charlie Hebdo.

Hasta este domingo a las 19:00 existe la oportunidad de adentrarse en un mundo por descubrir, donde las temáticas son inabarcables y donde las aventuras tienen tantas facetas como tableros disponibles existen.