Floristería Santa Marta: la delicadeza de crear arte todo el año
Comercios con historia
El establecimiento de la calle Osario, a punto de cumplir 80 años, busca relevo generacional
Cazorla: un 'hogar' que nació en La Fuensanta
Córdoba/La floristería Santa Marta ha escrito 79 años de historia en Córdoba. Fue Juan Prieto, el abuelo de la actual regente, quien fundó este comercio. Empezó en 1945 y con tan solo 14 años su hijo se unió al negocio, al que estuvo vinculado hasta alcanzar los 80 años; luego, su hija Gloria cogió su relevo. Aunque bien es cierto que esta floristería ubicada en la calle Osario no fue la única que levantó esta familia. Ellos comenzaron vendiendo flor cortada, si bien aquel entonces “se comercializaban claveles y poco más”, ya que no existía esa gran variedad de catálogo actual que, gracias al gran ventanal del establecimiento, da colorido a la calle.
Los fundadores comenzaron vendiendo flores en el jardín de su casa, en la calle Buen Pastor, y luego se trasladaron a la calle Jesús y María, donde estuvieron hasta los años 60; más tarde inauguraron la sede en la que actualmente sigue latente el negocio. Gloria lleva como gerente desde el año 2012. Recuerda que el negocio llegó a tener viveros, jardinería o jardin center, además de tiendas en Ciudad Jardín, El Zoco y el Sector Sur. El trabajo de este comercio “no es nada previsible”, depende de muchísimos factores, aunque siempre suelen tener programados los eventos de gran relevancia, como las bodas o la decoración de terrazas, encargos que necesitan más tiempo y delicadeza.
Respecto al sector, la gerente explica que “es un negocio muy esclavo, te tiene que gustar, tienes que tener dedicación, delicadeza, conocer el color, perspectiva para colocar las flores". "Esto es un arte, todo lo que usamos está relacionado, por ejemplo, con la pintura. Tienes que tener unas bases, conocimiento y destreza”, dice Gloria. Además, recalca que “aquí tienes que hacerlo todo, no viene nada hecho, desde limpiar las flores, hacer el ramo y el centro, hasta colocarle el lazo".
“Como cualquier negocio tienes responsabilidad, sobre todo porque mi abuelo, junto con mi padre, lo habían iniciado. Para mí es una responsabilidad muy grande porque no quería que se perdiera el negocio familiar, porque yo tengo pasión por las flores, forma parte de mi vida. Desde pequeñita estoy en flores y plantas”. La dueña del establecimiento es además decoradora y una apasionada de la pintura.
En el mundo de las flores, todo es manual: “Hay tijeras de podar, tijeras finas, pero todo es manual, la diferencia de otros épocas es, por ejemplo, las coronas. Antiguamente, los aros eran de paja, y ahora son de corcho, vienen ya confeccionados”, recalca Prieto sobre las diferencias de ayer y de hoy. “Normalmente la flor cortada viene cerrada, en el proceso se va abriendo poco a poco, para que el cliente se la lleve lo más cerrada posible y pueda disfrutarla en su casa. Ahora está muy moda el tipo de flor que luego se queda como seca, son flores naturales que tienen un secado bueno, lo que te permite disfrutarlas más tiempo", explica.
Una floristería con tanta historia también ha visto pasar modas y tendencias, a las que se han ido amoldando: "Ahora se lleva mucho la variedad de verdes, antes se usaba más la flor. En la forma de trabajar, se solía trabajar más apretado, más barroco, ahora se lleva la flor más suelta, en algunos casos los verdes predominan sobre la flor”, dice.
En Santa Marta hacen todo tipo de trabajos. Bodas, eventos, regalos, celebraciones, incluso trabajos fúnebres, ya que “también forma parte de la vida”. Sobre la pregunta de si una floristería es un negocio que tiene un equilibrio ante cualquier estación, la gerente de este comercio responde que “te sueles mantener, hay meses muy buenos, meses malos como puede ser el mes de enero, que todos los notamos". "El mes de noviembre antes era malo, ahora no tanto. Ahora mismo hay un boom de adornos de bodas que antes no lo habían. Antes no se casaban en invierno, ahora se casan hasta en diciembre”, compara.
Una flor para cada estación
Suelen decir que la flor te acompaña desde que naces, y actualmente “se le da incluso más importancia que antes". "Hay personas que vienen a diario a comprar su flor para adornar su casa o regalar", comenta la floristera, quien dice que existen variedades para cada estación, las llamadas “flores de temporada". "Como importamos flores de todo el mundo, de Ecuador, Colombia o Países Bajos, puedes hacer por ejemplo que la peonía, cuya temporada va de abril a julio, la tengas en otro momento". Durante primavera y verano, las flores también se compenetran con los colores de la temporada, y en otoño llegan los colores más, nunca mejor dicho, otoñales.
Aunque el negocio haya pasado por casi un siglo de historia, siguen siendo fiel a sus libretas para apuntar todos los requerimientos del cliente, aunque la tecnología está presente en el negocio. Ahora se realizan encargos a través de redes sociales. “Esto sobre todo por parte del cliente joven, pues al cliente mayor le gusta venir más a la tienda, aunque ambos siguen pasando”, dice. Y es que a este comercio siguen llegando generaciones de esos clientes primerizos que confiaron en la maestría del fundador.
Sobre el relevo generacional, Prieto confiesa que es un problema: "Por ahora no lo sabemos, yo espero que sí. Soy la tercera generación y tengo tres hijos, pero ninguno se dedica a este sector, no se sabe todavía”.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Aguas de Montilla
Desde hace años Aguas de Montilla participa y colabora en proyectos para lograr que sea efectiva y segura la reutilización del agua que sale de su depuradora para reducir el consumo de agua potable en la agricultura