Vuelva usted el 5 de enero
Foro Romano, 12
La Cabalgata mejora ligeramente, pero la cita continúa acumulando críticas ante lo cutre de algunas recreaciones y con la seguridad de que habría que exigir más a las Peñas
Aunque ya pueda ser algo tarde para hacer una review de la Cabalgata de los Reyes Magos, metidos como estamos de lleno, de verdad, en el año 2020, no se puede dejar pasar la oportunidad de comentar el desfile de la ilusión. Y es que el cogobierno ya anunció que habría cambios en el paseo de carrozas que viene a anunciar la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar.
La promesa de la mejoría que trajo consigo este gobierno venía de una evidente falta de cariño por parte de la anterior corporación en la organización de esta cita. Hay que ser sinceros en esta vida y para serlo de verdad lo único que cabe decir, siendo generosos, es que la Cabalgata de Córdoba es muy cutre. Cutre, con sus cinco letras, así es este desfile de carrozas al que acuden miles de personas cada 5 de enero para siempre acabar con la misma conclusión: que Córdoba, ni mucho menos, está a la altura.
Quien haya visto el recorrido de este año ha podido comprobar, comparándolo con el anterior, que es cierto que ha habido cierta mejoría, algo que tampoco era muy complicado. Pero ni mucho menos este gobierno de PP y Ciudadanos puede colgarse la medalla de haber organizado una Cabalgata a la altura de una ciudad como Córdoba.
Por un lado, esas mejoras anunciadas por parte de la delegada de Promoción, Marian Aguilar, tenían que ver con la inclusión en el desfile de más carrozas bíblicas. Fueron, sin duda, las más conseguidas dentro de un batiburrillo de pasacalles y personajes Disney ya que se apostó por colocar escenas como la Anunciación en lugares característicos de Córdoba, como la plaza de la Fuenseca.
Pero en este punto también hay que decir que un evento de este tipo, dedicado a los más pequeños, no se soluciona poniendo a personajes de la Biblia. Puede que no estemos en lo cierto, pero seguramente a un nene de ocho años le haga más ilusión ver a un personaje de Toy Story que a una representación del capítulo dos, versículos del 1 al 12, del Evangelio según San Mateo.
Pero claro, después también hay que tener en cuenta la forma en que se lleva a cabo el retrato de esas películas. Precisamente los personajes de Toy Story Woody, Buzz, Jessie y Mr. Potato recreados en la Cabalgata se han hecho famosos.
No sabemos si el cogobierno, cuando anunció que Córdoba recuperaría la ilusión por la Cabalgata, se refería a los cientos de tuits que hicieron referencia a los muñecos y colocaron a la ciudad en el mapa el 5 de enero: “Virgen santísima la cabalgata de Córdoba”, de @JoseDextro; “Este es el Woody de la Cabalgata de Córdoba. Peor no se podía hacer, la verdad”, de @iyosergio o “Por favor, voy a tener pesadillas con la carroza de Toy Story que ha salido en la Cabalgata de Reyes de aquí de Córdoba”, de @whoislales son algunos de los comentarios en la red social que acumulan miles y miles de retuits y megustas.
Casi nadie duda de que ha habido una leve mejoría en la Cabalgata, pero ni mucho menos se deben lanzar campanas al vuelo como si esto fuera Nueva York (o Lucena, por ejemplo, que cuenta con la mejor Cabalgata de la provincia). Quizá habría que replantearse el formato de cómo se organiza el evento o exigir mucho (muchísimo) más a la Federación de Peñas. También nos podemos conformar con lo que tenemos, pero sin presumir, por favor, que después solo hace falta mirar Twitter para que rebose la vergüenza ajena (y la propia).
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