"Mis fotografías tienen ese halo de tiempo detenido, un tiempo que te invita a pararte en la propia fotografía"

La marca granadina Cervezas Alhambra, fundada en 1925, ha mantenido siempre una fuerte conexión con sus raíces andaluzas, reflejando en sus productos la actitud relajada y vital de esta región. Su cerveza Alhambra Especial rinde homenaje a este estilo de vida, animando a todos a redescubrir los pequeños detalles y matices de la vida diaria, viviendo sin prisa. Con esta filosofía en mente, Cervezas Alhambra lanza la campaña "Sin Prisa, es Otra Vida", con la fotógrafa granadina Susana Girón como embajadora del proyecto. 

A través de su serie de fotografías, Susana captura la esencia de la vida de Andalucía de una manera única, con fotos que trasladan esas sensaciones y vivencias del sur desde una mirada sin prisa. En una entrevista exclusiva que le concedió a El Día de Córdoba, Susana comparte su proceso creativo, su conexión con la campaña y su orgullo por la rica cultura y estilo de vida del sur de España. Además, también invita a todos los andaluces a retratar su mirada de Andalucía, dándoles la oportunidad de descubrirnos su visión en el concurso de fotografía que se realiza como parte de la campaña de Cervezas Alhambra, y apela al orgullo de esa manera de ser y vivir de Andalucía. Un concurso disponible en su web para todos los usuarios y que estará activo todo el verano con jugosos premios como entradas al Circo del Sol, el festival Granada Sound o incluso un fin de semana en una villa.

Pregunta.¿Qué es la fotografía documentalista y cómo se relaciona con su visión artística?

Respuesta.La fotografía documentalista es memoria y testimonio, es una herramienta para poner en valor y dejar constancia de cosas que merecen ser contadas. Lugares, personas, sucesos que de una manera u otra merecen atención, reconocimiento, visibilidad. En mi modo de entender la fotografía documental, es también una manera de narrar historias y hacerlo de un modo que emocione y que sorprenda. Coger la cámara supone siempre una responsabilidad. En mi forma de entender la fotografía, el principal reto al que me enfrento en cada uno de mis trabajos, es justamente el de dotar a esas historias y personas de emoción. La clave emocional en mi trabajo es sin duda lo más importante. Y luego está el ser capaz de contar esa historia, de una manera diferente, que nos sorprenda en algún modo. Emocionar y sorprender es un mantra que me repito cada día en cada nuevo proyecto. Luego ya vienen otras cosas más técnicas que van a servicio de esa emocionalidad, para potenciarla. La búsqueda de la luz, formas a veces difusas que evocan más que describen, momentos expresivos rescatados de nuestro entorno más cercano.

P.¿Cuál es su proceso creativo para capturar esos momentos únicos que definen la vida sin prisa en Andalucía?

R.Crear siempre supone un poco de vértigo al principio, porque te enfrentas a una página en blanco que hay que llenar de contenido que merezca la pena, del que te sientas orgullosa de mostrar. En mi caso este proceso empieza muchas veces con un impulso, una atracción intuitiva hacia algo. Mi fotografía es bastante orgánica, y para mí es importante pertenecer a los lugares y personas a los que voy a fotografiar. Me pongo música que me lleva a las emociones que quiero reflejar, me aíslo de todo y paseo sin prisa por los lugares en los que intuyo que van a pasar las cosas que voy buscando. A veces es una luz, otras veces unas personas, colores, gestos. Pero en ese tránsito donde el ojo busca, de pronto hay algo que capta tu atención. Entonces te acercas intentando que pasen más cosas, dotar a la imagen de más capas que la enriquezcan, a veces te pasas horas buscando ese encuadre y ese gesto, a veces aparecen otras cosas que no esperabas, otras no pasa nada, pero es esa búsqueda y esa paciencia la que te acaba regalando esas instantáneas únicas que tiene Andalucía. Si son personas las que captan mi atención, me acerco, hablo con ellas, rompo la distancia, necesito sentirme cerca de lo que fotografío en lo físico y lo emocional. Mientras hablas observas, aprendes, escuchas… Es curioso porque paso más tiempo hablando con las personas que fotografío que fotografiándolas en sí. Pero ese tiempo que dedicas a hablar, es un tiempo necesario, que te hace entender, te hace sentirte más cerca de su historia.

P.Como andaluza, ¿cómo describiría la esencia de vivir sin prisa y cómo intenta reflejarla en sus fotografías?

R.Vivir sin prisa implica también mirar sin prisa, pararse a percibir esos detalles que a veces pasan desapercibidos. Si hay una cualidad que exige la fotografía, es la paciencia, el saber esperar a cuando hay que apretar el disparador y tomar la fotografía. No todos los disparos valen ni es fácil tomar una buena fotografía. Las cosas buenas generalmente no se hacen de un día para otro, necesitan tiempo. Son el resultado de dedicarles el tiempo que necesitan. También los conocimientos y la pasión que pones cuando estás haciendo algo que realmente te apasiona. Mis fotografías creo que tienen ese halo de tiempo detenido, un tiempo que te invita a pararte en la propia fotografía, a observarla desde diferentes ángulos, darle distintas lecturas. Mis fotografías, como las historias que suelo contar con ellas, son de procesamiento lento, muchas veces necesito volver a los mismos sitios montones de veces. Esa lentitud y matices, creo que al final también invitan a los ojos de los que miran esas imágenes a quedarse en ellas, a detenerse, escudriñando cada detalle, por pequeño que sea, porque aporta algo más. Supongo que mucho de esto me viene heredado de este sur en el que vivo. Pero Andalucía me inspira otras cosas muy de aquí. Me fascina cómo las personas hacen la vida en la calle, la alegría que respiran sus calles atestadas de plantas, de mezcla entre pasado y presente.

P.¿Qué imagen de su repertorio considera que representa mejor la filosofía de "Sin Prisa, es Otra Vida"?

R.Me vienen varias a la mente aunque supongo que alguna de mi proyecto “90 varas” donde durante seis años estuve fotografiando a una de las últimas familias de pastores trashumantes de la provincia de Granada y que forma parte de mi selección cedida a Cervezas Alhambra. Pastores que caminaban despacio por las sierras andaluzas, donde aparentemente apenas sucede nada. Pero cuando reparas en los detalles te das cuenta de que estas gentes han sabido entender la vida mejor que muchos de nosotros, sabiendo avanzar y disfrutar del camino al mismo tiempo. Este sentimiento es lo que quiero que se transmita en la colección de fotografías que forman parte de la campaña con Cervezas Alhambra.

P.¿Qué le motivó a colaborar con Cervezas Alhambra en esta campaña y qué espera que el público capte a través de sus fotografías?

R.Me motivó especialmente que era una oportunidad para mirar de nuevo esa Andalucía en la que paso gran parte de mi tiempo con otros ojos y otro tiempo del que normalmente me exige mi trabajo diario para medios de comunicación. También que era una oportunidad para contribuir a visibilizar en el contexto de la campaña dos de mis grandes pasiones: Andalucía y la fotografía. Al final una campaña como esta ayuda a que la fotografía esté un poquito más presente en las vidas de la gente, que se conozca un poquito más de esta profesión. Y poder hacer esto ligado al potencial de Andalucía, multiplica todo. Las imágenes que estoy realizando para la campaña, espero que puedan transmitir la emoción y vida de nuestra vida cotidiana. Pero también valor por el tiempo que dedicamos a las personas y cosas a las que les damos importancia, cosas relevantes que normalmente nunca son urgentes, pero imprescindibles para que nuestras vidas sean más plenas.

P.¿Cómo animaría a los andaluces a participar en el concurso de fotografía "Sin Prisa, es Otra Vida" y qué consejos les daría para capturar la esencia de vivir sin prisa?

R.Participar con imágenes para este premio es también compartir y mostrar al mundo nuestra manera de vivir en Andalucía. Al mismo tiempo estamos mostrando y documentando cómo somos y cómo vivimos en este momento. Nos puede parecer irrelevante, pero cuando miremos esas imágenes con la perspectiva del tiempo nos daremos cuenta de todo el valor que esconden esas imágenes. Luego, evidentemente está el incentivo de los premios y demás, que es importante también. ¿Un consejo? Que fotografíen en su día a día, en lo que tengan más a mano, lo más cercano y que sean capaces de reconocer la excepcionalidad de cada momento que vivimos para nosotros, sin la prisa de las obligaciones y responsabilidades. No hace falta irse lejos, tan sólo mirar nuestro entorno más cercano con otros ojos, intentando reparar en aquellas cosas en las que normalmente no reparamos… casi seguro que ahí hay una buena foto. Luces, formas, expresiones, emociones, gestos,… todo suma para captar esa foto que refleje esa esencia de vivir sin prisa.