Francisco Triviño, gerente del Hospital Reina Sofía: "Somos conscientes de que la atención sanitaria necesita más personas"
Entrevista
Tras una trayectoria de 25 años, este especialista en Radiodiagnóstico y Medicina Familiar asumió la Gerencia del mayor centro sanitario de la provincia el pasado febrero
Llega en una etapa convulsa por las protestas de los profesionales por la falta de personal y reconoce que le "encantaría que fuese posible tener una plantilla holgada"
Más de 20.000 personas esperan una operación en los hospitales públicos de Córdoba
Córdoba/Tras una carrera de 25 años ligado al Hospital Reina Sofía, Francisco Triviño (Córdoba, 1973) asumió la Dirección-Gerencia del centro el pasado mes de febrero. Desde que era niño supo que se quería dedicar a la medicina y seguir los pasos de su padre, que fue cardiólogo en el hospital cordobés y ya está jubilado. Así que se especializó en Medicina de Familia y Comunitaria y posteriormente hizo otra especialidad, la de Radiodiagnóstico. "Nunca pensé que llegaría a tener la responsabilidad de dirigir el centro", asegura Triviño, al que le ha tocado vivir una difícil situación en la sanidad pública y, en concreto, en el Reina Sofía, donde en los últimos meses se han desarrollado varias protestas por la falta de personal. Al respecto, asegura que el hospital "tiene más profesionales que en 2020, pero en salud los recursos nunca son suficientes".
Pregunta.¿Cómo han sido estos primeros meses en la Gerencia?
Respuesta.Han sido unos meses llenos de emociones. El Reina Sofía, además de ser un hospital puntero a nivel andaluz y también un hospital referencia a nivel nacional, incluso internacional, para mí personalmente es mi hospital, es el hospital de mi ciudad, es el hospital de mi familia, es el hospital donde me he formado. Yo soy un profesional sanitario de Córdoba, siempre he vivido en Córdoba, mi formación académica ha sido en Córdoba y a eso se une el enorme privilegio que siento como cordobés de poder liderar la que es la empresa más grande de toda la provincia, con 6.300 profesionales. Como sanitario cordobés, asumí una enorme responsabilidad cuando heredé de la mano de la anterior directora gerente, mi querida Valle García, actual gerente del SAS, la responsabilidad de liderar un centro tan puntero como el Hospital Reina Sofía.
P.Ya formaba parte de la directiva como director médico, ¿qué cambios ha notado?
R. Indudablemente hay un cambio. Yo me incorporé en el año 2019 a la Dirección Médica del centro de la mano de la anterior directora gerente. En esos años de trabajo siempre había tenido una implicación muy directa y muy cotidiana con la parte asistencial del hospital, que es la parte más importante ya que el objetivo fundamental es prestar la mejor atención posible. Dirigir el área médica es algo complejo, pero es verdad que te da mucho conocimiento del centro, de la enorme estructura que tiene, el enorme engranaje de profesionales, de circuitos, de atenciones... cuyo resultado es la atención sanitaria que el hospital presta. Pasar al plano de la Gerencia es un cambio porque necesariamente tienes que ver ya el hospital en su conjunto, como un engranaje muy complejo que tiene una parte de servicios generales, la parte económica, la parte de hostelería... Son facetas de las que yo era conocedor, porque formaba parte de la comisión de dirección del centro, pero no tenía en mi cabeza, en mi trabajo, este tipo de áreas, que son las que cuando llegué a la Gerencia he tenido que sumar a mi día a día.
P. ¿Cuánto tiempo lleva en el hospital y cómo llegó aquí?
R. Me formé como médico en la Facultad de Medicina de Córdoba y la verdad es que mi desarrollo profesional siempre se ha centrado en el Hospital Reina Sofía. Inicié mi relación con el hospital desde el punto de vista profesional en el año 1999 como residente de Medicina Familiar y Comunitaria, después repetí especialidad, me formé como médico especialista en Radiodiagnóstico y a partir de ahí siempre he estado vinculado profesionalmente a este centro. Es verdad que he tenido la oportunidad y también el privilegio, y lo digo así porque para mí lo ha sido así, de poder desarrollar también mi actividad profesional en los hospitales comarcales de la provincia, tanto en el Valle de los Pedroches como en el Infanta Margarita. Conocer el ámbito asistencial de la provincia entera creo que es algo que siempre te enriquece y, sobre todo, para el puesto que tengo ahora.
P. ¿Echa de menos la relación con el paciente al ocupar un cargo así?
R. Yo te diría que no porque son tantas las posibilidades que hay desde un puesto como este para ayudar a que la atención que producen otros compañeros y compañeras sea efectiva y de calidad que realmente me siento recompensado. O sea, yo no echo de menos mi contacto con el paciente porque considero que mi papel ahora es otro, y participo y comparto ese contacto que tienen otros compañeros con los pacientes porque lo veo y lo vivo en el día a día, en los grandes proyectos que tiene el Hospital Reina Sofía y que pone al servicio de los ciudadanos.
P. Ha llegado a la Gerencia en un momento bastante convulso, quizás el que más de la historia del Reina Sofía, con concentraciones, manifestaciones y pancartas contra el gerente. ¿Cómo se asume esto?
R. Bueno, se asume entendiendo que son reivindicaciones naturales, que nacen también del impulso y las ganas que tienen los profesionales y tenemos todos por mejorar la atención, y yo lo entiendo lógico. Además, yo no me veo agredido por ese tipo de reivindicaciones en el plano personal; entiendo que mi papel como gestor es darle cabida a todo con los recursos que tenemos. Las reivindicaciones de los profesionales las puedo entender y además las asumo. Por concretar un poco la vivencia que tiene uno desde la Gerencia de este tipo de situaciones que no son agradables porque transmiten el disconfort de los profesionales, pues son algo de lo que el equipo directivo se duele, porque si realmente hay un problema, el problema es compartido, y nosotros queremos siempre formar parte de la solución y nunca parte del problema. Es verdad que durante los años que hemos vivido, el sistema sanitario a nivel nacional sufrió una inyección de profesionales y de recursos motivada por que se hizo necesario trabajar de otra forma, por atender a los pacientes, por dar seguridad a los profesionales. Indudablemente esa inyección de profesionales fue durante un tiempo y realmente se requiere un ajuste posterior, una vuelta a la normalidad. Esa normalización ha hecho difícil mantener toda esa inyección de profesionales que tuvo el hospital y todo el sistema sanitario en su conjunto, y ha sido necesario ajustar algunos números de contratos. El primer preocupado por esto es el gerente porque, por supuesto, queremos siempre mantener una actividad excelente, cuidando al máximo los cuidados y la atención que reciben nuestros pacientes, y eso ha obligado a que algunas unidades tengan que reestructurar un poco sus circuitos, por supuesto, manteniendo la cartera de servicios, pero normalizando una situación que tampoco podemos decir que sea peor a la de partida. El Hospital Reina Sofía a día de hoy tiene más profesionales de los que tenía en el año 2020, eso es una realidad, pero en salud los recursos nunca son suficientes, ni siquiera para quien te habla. A mí me encantaría que fuese posible tener realmente una plantilla de profesionales holgada, en la que todas las incidencias, los descansos y las necesidades de los profesionales pudieran ser cubiertas con solvencia en el día a día. Eso, ajustarlo a un marco presupuestario como el que tiene el hospital, que aunque es una realidad que cada año es mayor, no es fácil. Yo desde aquí quiero agradecer a todos los profesionales, absolutamente a todos, su enorme compromiso por la atención en el centro, a los profesionales base, a los cargos intermedios, a los de las unidades, de los servicios, supervisoras, jefes de sección, jefes de servicios, que están siempre preocupadísimos por que la atención sea la mejor posible. Y también quiero agradecer a las organizaciones sindicales porque también nos ayudan a mejorar en el día a día.
P. Uno de los focos de conflicto está la UCI. En mayo, los profesionales comenzaron a salir dos veces al día para protestar por la falta de personal. ¿Se ha reunido con ellos?
R. La situación se generó por algunas incidencias que se acumularon y que se resolvieron, pero somos conscientes desde el equipo directivo de que precisamente la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Reina Sofía, por la complejidad que atiende, es un punto donde especialmente tenemos que poner el foco para que esas tensiones sean las menos posibles o realmente nulas. Estamos trabajando en ello. Desde la Dirección de Enfermería y la Dirección Médica, cada una en su perfil profesional, se pusieron de inmediato a intentar solucionar el tema y me consta que el área médica lo ha tenido más fácil porque había más profesionales disponibles. Ahora mismo en Enfermería es más complejo porque es difícil encontrar profesionales disponibles para trabajar. Yo, como gerente, me he reunido con representantes de los profesionales, a los que le hemos transmitido también nuestra preocupación y nuestra absoluta implicación por que el día a día de la UCI se mantenga y los profesionales trabajen con calidad y con cobertura. La Dirección Médica y la Dirección de Enfermería han trabajado mano a mano todos los días para solucionar las incidencias que ha podido haber, los descansos, alguna baja, alguna cosa que en un momento dado ha podido generar algún descubierto en un momento crítico que, de forma natural, ha supuesto cierto disconfort entre los profesionales. A día de hoy me consta que los problemas se van resolviendo. Afrontar las vacaciones en una UCI es complejo aunque es verdad que la estacionalidad nos ayuda en el sentido de que durante el periodo de verano la demanda baja y la experiencia acumulada de otros años nos lo dice. Este año el plan de vacaciones del Hospital Reina Sofía es superior al del año pasado: vamos a poder ofertar más contrataciones. Intentamos que el plan de vacaciones sea cada año algo mayor, con lo cual creemos que vamos a dar cobertura a toda la actividad del hospital y queremos transmitir también ese mensaje de tranquilidad, no solamente a los profesionales, sino por supuesto a la ciudadanía, porque la cartera de servicios no está comprometida.
P. ¿Cree que realmente hace falta personal sanitario en el hospital?
R. Siempre hace falta personal. Los que conocemos un poco el desarrollo de la atención sanitaria somos conscientes de que, por muy tecnológica que pueda parecer nuestra actividad y por muy dependiente de equipamiento, de aparatos, de espacios y demás, las personas somos las que prestamos la atención. Eso es una realidad. Y siempre se van desarrollando modelos de atención nuevos porque los perfiles profesionales no son estancos, van desarrollándose y sus competencias van aumentando. Al ir aumentando, necesariamente necesitamos más personas. Somos conscientes de que la atención sanitaria necesita más personas. También somos conscientes de que eso hay que encajarlo en las posibilidades, igual que ocurre en la economía doméstica. Pero creo que lo importante, sobre todo, es saber a dónde queremos llegar porque si lo sabemos la experiencia me dice que se acaba consiguiendo.
P. Esta semana el SAS ha publicado los datos de las listas de espera. Hay más de 16.000 personas aguardando para operarse en el Hospital Reina Sofía, aproximadamente 2.000 más que el año pasado. ¿Cómo se llega a esta situación?
R.Somos conscientes de que ese es uno de los puntos críticos en la asistencia al hospital. Es verdad que los años vividos anteriormente han supuesto un incremento en la demanda quirúrgica que ha sacudido el sistema sanitario en su conjunto. Esto es un problema que no solamente afecta al Hospital Reina Sofía, sino que afecta a todo el sistema sanitario nacional. Somos conscientes de que tenemos que poner el foco y utilizar todas las herramientas para llegar a conseguir que ningún paciente espere para ser operado más que lo que a su plazo de garantía le corresponde y lo que a nosotros nos compromete. ¿Cómo lo hacemos? El hospital tiene un plan en el que estamos intentando aumentar la actividad quirúrgica, intentando incorporar profesionales, se está edificando un nuevo quirófano, se está utilizando la actividad ordinaria, actividad extraordinaria de los profesionales, se les está pidiendo que si ellos voluntariamente quieren y les apetece puedan hacer una actividad extraordinaria que nos ayude un poco a disminuir estas esperas. También estamos desarrollando nuevos canales de comunicación con hospitales concertados, que con mucha calidad también nos pueden ayudar a solventar la espera de algunos pacientes. Estamos poniendo sobre la mesa todas las herramientas que tiene la Gerencia y también las que Servicios Centrales nos facilita para intentar disminuir esta lista de espera. Somos conscientes que el ritmo de mejora del Hospital Reina Sofía quizás es más lento que el de otros hospitales porque también la situación de partida de la provincia de Córdoba es mejor que la de otras provincias. La provincia de Córdoba es la provincia de Andalucía que tenía menos pacientes en lista de espera quirúrgica comparada con otras. Según la situación de partida que tengas, mejorar te cuesta más o te cuesta menos. Pero, individualmente, ese es el objetivo fundamental que tiene ahora mismo el equipo directivo del centro, mejorar la accesibilidad quirúrgica de la población.
P.¿Qué objetivos se plantea ahora mismo para el hospital?
R. Bueno, el objetivo fundamental que tiene un hospital de tercer nivel, un hospital regional, es mantener el impulso innovador. Yo creo que el Hospital Reina Sofía, si por algo se ha caracterizado siempre, es porque ha trabajado con mucho corazón, con mucho sentido de pertenencia con Córdoba, con la población a la que atiende, con mucho sentido de humanidad, poniendo siempre a los pacientes y a los profesionales en el centro de nuestra atención. Yo creo que de ahí es donde obtenemos la fuerza para salvar los obstáculos, que también los tenemos, y que intentamos salvar entre todos, cada uno desde su papel. Yo creo que el Hospital Reina Sofía responde todavía a eso que los profesionales llamamos "espíritu Reina Sofía", que es ese impulso que nace del corazón del hospital y que es el que mantiene al hospital como puntero, como líder, siempre mirando cómo podemos mejorar absolutamente en todos los planos. El reto que se plantea este gerente es dar la mejor atención posible y darla de calidad y excelente, pero también seguir definiendo muy bien cuál es el rumbo de un hospital como el Reina Sofía, porque la atención sanitaria es muy cambiante. El devenir de la atención cambia tanto que los modelos están en continuo desarrollo, y ahí es donde yo creo que el gerente tiene que tener capacidad de mirar lo diario, pero también altura de mira para definir cuál es el Hospital Reina Sofía que queremos dentro de cinco años, de diez años, de 15 o de 20. Ese es el reto de este gerente.
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