Las fundaciones empresariales destacan la necesidad de llegar a toda la sociedad
Faasa, Cajasur, Magtel, Santos Mártires, Fundecor y La Arruzafa debaten sobre los retos y las metas que tienen los negocios a través de sus grupos de responsabilidad social
El Palacio de Viana vivió ayer un intenso debate, dentro del ciclo Diálogos Viana que organiza el Día en colaboración con la Fundación Cajasur, que contó con algunas de las principales fundaciones empresariales de la provincia como la de Magtel, Faasa, La Arruzafa, Santos Mártires, Fundecor y Cajasur. En estas conversaciones, dirigidas por el director del periódico, Juan Ruz, todos los grupos de responsabilidad social que derivan de grandes empresas coincidieron en la necesidad de generar sinergias entre ellos mismos y también en la importancia de una buena comunicación para llegar a todas las capas de la sociedad.
Como explicó en su discurso de apertura el director de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Díaz, esa idea de responsabilidad social que recae sobre las empresas "no es nueva". Díaz enumeró todas las obligaciones que tienen las sociedades, más allá de ese objetivo de ganancias económicas y recordó ese lado ético que, añadió, "muchas empresas asumen considerándolo parte de su identidad". En este sentido, el presidente de los empresarios cordobeses apuntó que CECO cuenta con una comisión de responsabilidad y valoró el esfuerzo de todas las sociedades que, incluso durante la crisis, mantuvieron ese compromiso.
Díaz reconoció además que existen dos realidades aún en torno a las fundaciones: por un lado, el desconocimiento por parte de muchas empresas de lo que es la responsabilidad social y, por otro, "la falta de puesta en valor de las medidas que se acuerdan". Por esto mismo, el empresario finalizó su intervención recordando que aún quedan muchos objetivos por conseguir dentro de esa responsabilidad social de las empresas como son difundir el concepto, ponerlo en valor e iniciar las actuaciones "por parte de todo el tejido empresarial". Y aunque es cierto que gran parte de la sociedad aún desconoce el componente menos financiero de las empresas, las participantes en este foro sí consiguen penetrar entre los cordobeses.
Es el ejemplo, en este caso, de la Fundación Cajasur, cuyo director, Ángel Cañadilla, detalló que cuenta con dos centros de Educación Especial, dos escuelas infantiles, el propio Palacio de Viana (para la difusión cultural) o el Córdoba Social Lab, para la difusión de la innovación. En cuanto Magtel, una de las empresas más potentes del tejido empresarial cordobés, su director, Adrián Fernández, destacó actividades de formación, de innovación o de cooperación al desarrollo que ya se hacían antes de que se pusiera en marcha la fundación pero que no estaban "ordenadas". El responsable de Fundecor, Rafael Linares, destacó por encima de todas las labores de esta organización la de prácticas en empresas, a través de las cuales se consigue la inserción en el mercado laboral tanto de universitarios como de personas en exclusión.
Este último también es uno de los logros de la Fundación Sebastián Almagro (Faasa), cuyo director, Héctor Tamarit, recordó que la organización nació para potenciar la figura del propio Almagro y que hoy tiene un programa de becas al estudio para una materia tan innovadora y con tanto futuro como es la aviación. Por su parte, la directora de la Fundación Santos Mártires, María Carbonell, destacó los 12 centros educativos del grupo, así como las escuelas de distintas disciplinas con las que cuenta (idiomas, música, danza…). Desde la Fundación la Arruzafa, su director, Rafael Agüera, habló sobre todo de las campañas internacionales realizadas en África en materia de oftalmología.
Respecto a esa visibilidad y la necesidad de comunicar lo que se hace, la mayoría de los asistentes coincidieron en que la comunicación con la sociedad debe ser básica porque, como explicó Cañadilla, "cada vez que presentas lo que haces llegas más lejos y así retroalimentas el sistema social".
Los asistentes debatieron además de la relación que hay entre la fundación y la empresa de la que germina y Agüera lo ejemplificó con un caso propio: "la Fundación La Arruzafa existe porque existe el hospital, si el hospital sube, sube la fundación". Carbonell habló en este sentido de que siempre se intenta ir más allá de la propia empresa a la hora de buscar esa financiación y colaboración, una idea con la que coincidió Tamarit al afirmar que el déficit que se pudiera generar entre un año y otro, "te preocupas en compensarlo buscando donde sea".
Preguntados ante la relación con la administración pública, el director de Fundecor explicó que esa unión viene a través, sobre todo, de convenios de colaboración, mientras que Cañadilla manifestó que no se sustituye la labor de los entes públicos, sino que se está en "una frontera donde la administración no llega". Algo parecido comunicó Agüera quien detalló que "estamos llegando un hueco al que, por circunstancias, la administración no llega".
El director de el Día cerró el debate afirmando que Grupo Joly -empresa editora de este periódico- se quiere sumar con este tipo de eventos "al reconocimiento a los emprendedores de esta provincia y a sus empresas, que además de generar riqueza, también tienen una vertiente social de mucho calado como aquí se ha visto y que no siempre es conocida y reconocida por la sociedad".
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