El futuro Parque Central de Bomberos de Córdoba ya tiene ubicación definitiva

Una parcela de 14.600 metros cuadrados que actualmente pertenece al Ifapa, ubicada en la avenida Menéndez Pidal, próxima a la Ronda de Poniente de la capital cordobesa y muy cerca de la antigua Escuela de Agrónomos será, finalmente, donde se ubique el futuro Parque Central de Bomberos de Córdoba. Así ha sido presentado este martes por el delegado de Seguridad del Ayuntamiento y presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Miguel Ángel Torrico.

Tras haber cambiado de ubicación dos veces por las protestas vecinales que generó los primeros emplazamientos propuestos por el Consistorio, todo parece indicar que, ahora sí, el esperado, tan demandado y necesario futuro Parque Central de Bomberos de la ciudad será levantado en la avenida Menéndez Pidal, sin zonas residenciales próximas y con acceso a la Ronda de Poniente, lo que cumple con la principal exigencia de los efectivos: una conexión directa con las distintas barriadas, en este caso de la zona Norte, pues el Sur está cubierto por el parque de El Granadal.

Eso sí, el proyecto, que se ha ido dilatando en el tiempo por las protestas, tomará todavía años en hacerse realidad. En primer lugar, el Ifapa y el Ayuntamiento deberán llegar a un acuerdo de cesión de los terrenos y asegurar la titularidad de ese suelo a través de un convenio de colaboración o cooperación. Según Torrico, hay "muy buena disponibilidad para acelerar el proceso" de ambas partes. En paralelo, el Consistorio sacará a licitación la redacción del proyecto, que deberá cumplir con las exigencias y características técnicas, de formación y servicio del informe elaborado por el jefe de del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS).

Por último, se procederá a la licitación de la construcción, por lo que "será un proceso largo que empieza ahora, tras conseguir la base, la elección del suelo que lo acogerá". Se trata de una parcela de 14.600 metros cuadrados -por los 3.800 que tiene el actual parque, más del triple- diáfana, amplia, de acceso fácil a la Ronda de Poniente (a unos 400 metros) y un espacio que asegura la construcción o ampliación que el edificio pueda llegar a necesitar en un futuro.

En este sentido, Miguel Ángel Torrico ha recordado que el Ayuntamiento espera que "sea un edificio que tenga un sentido emblemático, una construcción moderna, acorde a una visión moderna de la ciudad, que permita innovar en materia arquitectónica".

Este proyecto acogerá las distintas necesidades de los bomberos: una zona de intervención, oficinas, zona de formación, espacio para vehículos, gimnasio para la formación física de los efectivos, zona de descanso, estancias y una zona exterior. Asimismo, han destacado la importancia del espacio para la higienización, para la limpieza total de los EPIs, que ayudará a minimizar los efectos nocivos sobre la salud de los profesionales.

A lo largo de este mandato la obra debe estar iniciada y bastante avanzada, según el objetivo que maneja el Ayuntamiento, a pesar de que los plazos se pueden alargar, ahora, por asuntos administrativos. "Estamos muy ilusionados porque era una iniciativa de hace años", ha expresado Torrico, al tiempo que ha recordado la necesidad de un nuevo emplazamiento puesto que el actual se ha quedado pequeño, obsoleto y en condiciones poco cómodas para el desarrollo del trabajo del SEIS.

En cuanto al actual parque central, el edil de Seguridad ha informado de que la actuación prevista es "reparar y mantener las urgencias que se van dando" en las instalaciones para intentar mantenerlo por los años que dure la obra del nuevo parque.

¿Qué ha pasado con el Parque de Bomberos?

El Parque Central de Bomberos de Córdoba actual está ubicado en la avenida de los Custodios y ya no cuenta con las condiciones necesarias para un equipamiento de este tipo. Los bomberos se han quejado de la falta de mantenimiento del lugar desde hace años, al tiempo que han exigido la construcción de un nuevo parque central.

Desde Urbanismo se ha trabajado con el SEIS en ese proyecto, para el que, en un principio, se había propuesto una parcela rectangular de 14.300 metros cuadrados de extensión en la calle Escritora Silvina Ocampo, en su confluencia con el Paseo de la Copla, detrás de Miralbaida y en la barrida Huerta de Santa Isabel, con un presupuesto de seis millones de euros y la esperanza de que estuviera disponible en 2024.

Esos tiempos se han visto dilatados tras la primera protesta de vecinos tan solo un día después de haber presentado el proyecto. Más de un centenar de propietarios de las viviendas de promoción pública San Jerónimo I, gestionada por el Ayuntamiento de Córdoba a través de la empresa municipal Vimcorsa, se mostraron en contra de la decisión de la ubicación del parque, que se levantaría justo frente a ese bloque de pisos, por los "inconvenientes y molestias", sobre todo de ruidos, que consideraban que traería el equipamiento.

Este grupo de vecinos de las 104 viviendas amenazó con "rescindir el contrato con la consiguiente devolución de las cantidades entregadas y sus correspondientes intereses".

Ante ello, quien era presidente de la GMU para ese momento, Salvador Fuentes, defendió que se trataba "de un parque de bomberos, no una discoteca" y aclaró que "ya no son cuarteles ni cocherones antiguos, son diseños contextualizados con el ambiente urbano, muy integrados en las ciudades" y lejos del concepto que se tiene actualmente de estos equipamientos.

Aún así, el Ayuntamiento se reunió con los vecinos y decidió dar marcha atrás porque, entre otras cosas, existía la posibilidad de trasladar el proyecto a otra parcela que reunía también las condiciones que exigen los bomberos. Con todo ello, Urbanismo defendió que la nueva ubicación debía ser en el mismo barrio y determinó que sería una parcela entre las calles Nuestro Padre Padre Jesús Caído, la calle Escritora Elena Quiroga y la avenida de Manolete.

Esa ubicación generó también rechazo: un grupo de vecinos inició una recogida de firmas bajo el nombre Vecino, para la ubicación de un Parque de Bomberos en tu puerta con la que, también, consiguieron frenar el proyecto en su barrio.