El gobierno de Córdoba llega al ecuador de un mandato marcado por la pandemia y la base logística del Ejército
Balance municipal
PP y Cs han tenido que superar alguna crisis que otra como los casos Torrejimeno y Timoteo a lo largo de una gestión cuya hoja de ruta se ha visto obligada a cambiar por el covid y con áreas que no acaban de despegar
El autoproclamado gobierno del cambio de la ciudad de Córdoba llega al ecuador de un mandato marcado por la pandemia, que le ha obligado a rediseñar la hoja de ruta de una gestión en la que, a falta de grandes proyectos de infraestructuras, políticamente se puede apuntar el tanto de la consecución de la base logística del Ejército de Tierra. Se trata del gran proyecto de Córdoba para las próximas décadas, que por su potencialidad inaugura una nueva etapa en la ciudad y un nuevo ciclo económico para reindustrializar la ciudad y la provincia. Al fin y al cabo, un proyecto conseguido después de que todas las administraciones con representación en Córdoba fueran de la mano a presentarlo a Madrid.
La pandemia llegó cuando el equipo de gobierno del PP y Cs no llevaba ni un año al frente de Capitulares y ha condicionado un mandato que, como se vio hace unos meses en el Debate del Estado de la Ciudad, la oposición en bloque, incluida Vox, que apoyó con su abstención la investidura de José María Bellido como alcalde, califica con un suspenso.
De hecho, lo único en lo que coincidieron gobierno y oposición es que la pandemia está haciendo un gran daño social y económicamente a la ciudad y en el logro que ha supuesto para Córdoba la consecución de la base logística del Ejército de Tierra. Su construcción supondrá un extraordinario impulso económico para Córdoba y contribuirá a la creación de más de 1.600 puestos de trabajo, en su mayoría de personal civil.
Esa nueva realidad, la de la pandemia, está claro que ha elevado el nivel de exigencia en la gestión del gobierno municipal, que diseñó un plan de choque para afrontarla "porque tenemos la obligación de atender las demandas de esta sociedad, de atender la emergencia social de las personas y familias más vulnerables", en palabras del propio Bellido. Ese plan contemplaba más de 100 millones de euros para paliar en la medida de lo posible los efectos de la pandemia y desde el Ayuntamiento hay aún grupos que se quejan, como Podemos, de que no tienen información del mismo, de que nada se sabe de su ejecución.
Entre las medidas diseñadas en el plan de choque había ayudas específicas para los afectados por la crisis, la congelación de tributos, la devolución de tasas a sectores que han estado parados, subvenciones de distinto tipo y obra pública. Un plan de choque que contaba con el aval de los sindicatos CCOO y UGT y de la patronal cordobesa de CECO y que será una de las banderas a las que agarrarse a la hora de rendir cuentas de una gestión que, como todas, ha tenido sus luces y sus sombras, aunque a veces al mismo equipo de gobierno le cueste hacer examen de conciencia.
Bellido, entre otras cosas, ha destacado como logros de la gestión de su equipo de gobierno los avances en logística, el desatasco en Urbanismo en la concesión de licencias , las promociones de VPO por parte de Vimcorsa o el debloqueo también de la construcción del Centro de Convenciones, Ferias y Exposiciones del Parque Joyero, una infraestructura que iba a ser la gran obra del exalcalde también del PP José Antonio Nieto y cuya ejecución se prolonga ya demasiado en el tiempo. No obstante, parece que ya sí que será una realidad y este proyecto, que nació gafado, estará terminado antes de que finalice el presente mandato municipal.
Otros temas que también ha destacado Bellido son la Ronda Norte en su parte municipal -Urbanismo estudia abrir la mayor parte de la Ronda Norte municipal a mitad de este mismo mes y dejar pendiente solo un pequeño tramo para más adelante- o la expropiación de Caballerizas, además de los avances en transformación digital (obligados en parte por el teletrabajo), la remodelación del recinto ferial o el gran anillo verde periurbano que conformarán los parques de Levante, la Arruzafilla,el del Flamenco (que anteriormente también se denominaba parque del Canal), y el del Patriarca. De este tema seguro que se hablará mucho en lo que resta de mandato municipal por parte del equipo de gobierno.
Estos son tan solo unos ejemplos de iniciativas que pasarán a la historia dentro de la gestión de la Administración Bellido, aunque no se sabe si algunos de estos u otros iniciados deberá terminarlos, como mínimo, el próximo equipo de gobierno, ya que Córdoba es una ciudad dada a proyectos que se eternizan. Como el del Pabellón de la Juventud del Distrito Sur, derribado en octubre de 2019 para construir una nueva instalación deportiva cuyas obras se anunciaron para 2020 y de la que los vecinos de esta zona de la ciudad siguen a la espera.
Claro está, que el del Pabellón de la Juventud ha sido un problema heredado. Pero, ¿llevará razón Bellido cuando defiende que "la Córdoba de 2023 [cuando termine el presente mandato] será mejor que la de 2019 [cuando comenzó el presente mandato], porque, según defiende, "se cerrarán debates y proyectos abiertos desde hace demasiado tiempo"? Solo el tiempo lo dirá.
Mientras, parece que en Urbanismo se avanza más lentamente de lo que se debiera avanzar -se le acusa incluso por la oposición de dar menos licencias que en el mandato anterior-, así como en Turismo. La gestión de Isabel Albás al frente del Instituto Municipal del Turismo (Imtur) y de la Delegación de Turismo del Ayuntamiento ha sido una de las más criticadas por el resto de grupos. Y es que en esta materia también se eternizan los problemas heredados o no.
Es el caso de la reapertura del espectáculo nocturno del Alcázar o la de Trueque, 4 como verdadero Centro de Interpretación de los Patios Cordobeses. Otra área que parece que no acaba de despegar es Cultura, con dos ediles al frente en lo que va de mandato, Blanca Torrent y Marian Aguilar, y una política, como la de Turismo, también mermada por los efectos de la pandemia. El lunar de este área ha sido quizás el intento frustrado de privatización del Festival de la Guitarra.
La Corporación más coral y con mayor representación femenina
Casi todos los grupos políticos de la que es la Corporación municipal más coral de la historia -con seis formaciones, PP, Cs, PSOE, IU, Podemos y Vox- han tenido cambios en sus filas en lo que va de mandato por dimisiones obligadas por los acontecimientos o no; estos cambios han dado un mayor protagonismo a la representación femenina en la Corporación, una representación récord en Capitulares. De los 29 concejales que conforman la Corporación, 16 son mujeres. En el PP, Lourdes Morales sustituyó a Juan Miguel Moreno Calderón y Cintia Bustos, a Laura Ruiz. En el PSOE, Carmen González cogió el acta que soltó Manuel Torralbo. En Cs, María Luisa Gómez Calero sustituyó a Eva Timoteo. Y en Podemos, Ana Mercedes Muñoz relevó en el puesto de concejal a Juan Alcántara.
La marcha de Laura Ruiz obligó a Bellido a remodelar su gobierno para afrontar la crisis con dos grandes áreas en Cultura y Economía. Esa modificación reforzó a Marian Aguilar (Cultura, Casco y Promoción) y a Blanca Torrent (Reactivación Económica). La marcha de Timoteo supuso que Eva Contador (PP) asumiera el área de Servicios Sociales, una de las más importantes en la lucha contra los efectos de la pandemia.
Los lunares del equipo de gobierno
Pero para lunares del equipo de gobierno en forma de crisis, los casos Torrejimeno y Timoteo. En el primero de ellos se ha creado una comisión de investigación con la que la oposición municipal espera que se depuren responsabilidades políticas por las actuaciones del edil de Ciudadanos al frente del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco), Manuel Torrejimeno, que supusieron la renuncia a su cargo de la entonces gerente del organismo, María Luisa Gómez Calero.
No obstante, ya se sabe, hay un dicho en política que reza que si no se quiere llegar a ningún puerto en una investigación lo mejor es montar una comisión y ésta ha llegado en un momento muy distinto al momento en el que se desencadenaron los hechos, con la crispación política ya tranquilizada. La exgerente dejó su cargo denunciando presiones por parte del presidente que la obligaban, según ella insistió, a realizar actuaciones, que, a su juicio, "podrían rozar la ilegalidad" hasta la prevaricación.
Se da la circunstancia de que Gómez Calero se presentó como número seis de la lista de Cs a las elecciones municipales y el caprichoso destino quiso que al final acabara formando parte de la Corporación municipal en sustitución de Eva Timoteo (Cs), exedil de Servicios Sociales que dimitió tras conocerse que compaginaba su trabajo como procuradora mientras cobraba por su cargo en el Ayuntamiento sin tener aprobada la compatibilidad en régimen de dedicación exclusiva para ello.
La llegada de Gómez Calero a la Corporación -después de ser expulsada de su partido tras su enfrentamiento con Torrejimeno- fue una apuesta del propio alcalde, quien le dio la cartera de Casco Histórico. Y lo primero que acordó la comisión de investigación del caso Torrejimeno fue pedir el expediente interno de expulsión de la concejala de Casco Histórico de la formación con la que se presentó a las elecciones municipales. Está por ver en qué acaba esa comisión, de momento bastante descafeinada, y a qué puerto llega.
Otro lunar, esta vez en la Corporación y concretamente en el grupo de Podemos, fueron los hechos que desencadenaron la dimisión de su concejal Juan Alcántara, quien dejó su cargo tras ser arrestado por la Policía por tener pendiente el pago de una multa de 210 euros por un delito leve de apropiación indebida de 110 euros en un cajero.
No obstante, el tiempo todo lo cura y estos casos irán diluyéndose en el tiempo para quedar como anécdotas del mandato.
Vox, de amigo a enemigo, y los muy amigos IU y Podemos
Lo que no es una anécdota es que Vox empezó el mandato siendo la muleta en la que se apoyaba el equipo de gobierno para mantener la estabilidad y la mayoría suficiente, aunque era una muleta prestada. La abstención de Vox en el Pleno de investidura posibilitó que Bellido fuera alcalde y el apoyo de la formación verde también fue clave para que el equipo de gobierno sacara adelante las ordenanzas municipales de 2020 y las de 2021, plasmando las respectivas rúbricas en un documento oficial.
Sin embargo, a la hora de aprobar el presupuesto municipal de 2021, el PP y Cs han encontrado un aliado inesperado. A falta de Vox, la abstención del PSOE. El gobierno local llegó a un acuerdo con los socialistas, por el que estos se abstendrían, para aprobar las cuentas de 2021, que recogían, entre otras cuestiones, 60 millones de euros en inversión, con unos 25 millones para la base logística del Ejército de Tierra, así como el destino de los remanentes del ejercicio de 2020, todo ello cifrado en unos 13 millones de euros.
"Es imposible sacar adelante la ciudad si no es arrimando muchos el hombro", dijo entones el alcalde, que no encontró en esa ocasión el hombro de Vox en el que apoyarse. Las reiteradas negativas de Vox hicieron que los socios de gobierno tendieran la mano al resto de grupos de la oposición a finales de marzo, siendo el PSOE el único que los apoyó a cambio de introducir sus propuestas en las cuentas para 2021
La portavoz de Vox, Paula Badanelli, ha llegado a criticar la gestión de la pandemia que el gobierno local ha llevado a cabo. "¿El Ayuntamiento está respondiendo a este difícil reto? La respuesta es no", ha defendido. "Los dos años de bellidismo se resumen en dos palabras, decepción y frustración", ha añadido.
"¿Dónde está el cambio que el alcalde anunció y que le permitió con la abstención de este grupo llegar a la Alcaldía?", se preguntó. Y es que, en política todo es posible y los divorcios y los amores inesperados están a la orden del día. También es cuestión de tiempo saber qué pasara con estas relaciones entre grupos políticos.
Como también es cuestión de tiempo saber si IU y Podemos continuarán de la mano como lo están haciendo ahora presentando, por ejemplo, mociones conjuntas en los plenos. Ambas formaciones decidieron ir por separado a las pasadas elecciones municipales quizás para captar cada uno por su lado el voto dividido de la izquierda y sumar, en vez de ir como única marca, la de Unidas Podemos.
Pero poco a poco ambas formaciones han empezado a caminar juntas. Hace menos de un mes, por ejemplo, registraron en la Ciudad de la Justicia una denuncia contra la presunta gestión irregular en el área de Infraestructuras del Ayuntamiento. Y se esperan más movimientos conjuntos hasta el fin del mandato.
Entre tanto, el PP y Cs se están encontrando en lo que va de mandato con una oposición que no es demasiado dura con su gestión. Quizás el que más levanta la voz contra esa gestión es el portavoz de IU, Pedro García, mientras que la jefa de la oposición, la socialista Isabel Ambrosio, se mantiene en una posición más moderada. No obstante, quedan aún dos años de mandato y es en los últimos cuando el debate y los reproches políticos se encienden más. Tiempo al tiempo.
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