Los helados más extravagantes se sirven en Córdoba: Mezquita, Banoffee, Drácula o Petit Suisse

Córdoba/Si hay un alimento característico del verano, ese es el helado. No pasa de moda y, además, ingerirlo es una buena manera de paliar de alguna forma las altas temperaturas que golpean con tanta fuerza Córdoba en esta época del año. Frescos, cremosos y para toda la familia, es muy difícil negarse a tomar uno a cualquier hora del día. Para colmo, existen de todos los sabores y colores, lo que adapta estos bocados al gusto de todos los paladares, incluidos los más exquisitos.

Los helados se han comido toda la vida y hay sabores que jamás pasan de moda como el chocolate, la vainilla, la fresa, el limón, la nata, el pistacho, el café, la stracciatella o el turrón entre muchos otros. Son los que siempre han estado ahí y seguirán estando. Pero a todo aquello que está relacionado con la gastronomía le nacen innovaciones y nuevas creaciones. Es ley de vida. Tanto que cada vez hay helados de más tipos e incluso es más complicado decidirse por un sabor a la hora de ir a la heladería a saciar ese dulce apetito.

De hecho, algunos sabores como Oreo, Kinder, Huevo Kinder, Nutella, Lotus o cookies que pertenecen en su mayoría a marcas populares de chocolatinas comerciales se han colado entre los helados clásicos que ofrecen cualquier heladería. Innovarse parece obligatorio en el sector heladero para que el público siga enganchado a este alimento que, aunque no pasa de moda, cada verano llega con más fuerzas y sobre todo, con recetas nuevas de lo más extravagantes.

A las heladerías de Córdoba les gusta reinventarse y encontrar sabores nuevos. Romper con lo establecido y apostar por el vanguardismo es lo que trabaja Nocciolata Gelatería. Ubicada en el Mercado Victoria, este establecimiento es todo un ejemplo de la revolución heladera en lo que a sus sabores se refiere. Y es que son muchas las originales combinaciones que atraen a diario a clientes tanto cordobeses como de otros rincones de España y del mundo que se refugian al fresco mientras hacen turismo por la ciudad.

Basta con observar su vitrina con más de 20 helados para perderse entre tanta variedad. Más allá de los clásicos o de su pistacho que es uno de los reyes de este negocio, el público busca sorprenderse con recetas novedosas como el helado de almendra garrapiñada, de tarta de limón, de sorbete de fresa o el de palmera de hojaldre con Filipinos blancos. Hay otros todavía más extravagantes como el de stracciatella de tres chocolates -negro, con leche y blanco- o el de mousse de Nutella blanca que es de los más pedidos. Y en un escalón más alto de originalidad están los helados que en Nocciolata viajan entre la nostalgia y el exquisito sabor.

Todo niño ha probado alguna vez el mítico helado Drácula de la marca Frigo que en su interior lleva vainilla con sirope de fresa recubierto de una capa sabor cola. Pues en esta heladería han reinventado su propio helado Drácula, que en vez de cola está cubierto por chocolate negro y con la textura propia del helado italiano. Otro de los sabores que recuerdan a la niñez es el de Petit Suisse. En Nocciolata han convertido al clásico yogur semidesnatado de fresa de Danone en uno de sus bocados más refrescantes y populares.

Eso sí, el helado estrella de este establecimiento en el que todos sus productos son artesanales es el denominado Mezquita. Consiste en una crema de pistacho con almendra tostada y miel, una receta que se ha convertido en el gran "éxito", como lo asegura la gerente del negocio, Mónica. Precisamente, Mezquita también se llama el helado estrella de otra de las heladerías más innovadoras de Córdoba. Eso sí, es otra receta muy distinta.

Se trata de la heladería D'Torres, ubicada en la calle Conde de Gondomar, 7, desde el pasado mes de marzo. El helado Mezquita de este negocio tiene otra receta: es el mítico Ferrero Rocher recubierto con una fina capa de pistacho. Una mezcla exitosa adaptada a todos los paladares. Sabores como crema catalana, galletas Príncipe, Happy Hippo, tarta de queso, turrón de Jijona o chocolate Nestlé completan la gama de unos 15 helados elaborados artesanalmente por José Luis Torres, gerente de esta pequeña heladería italiana.

Otra de las heladerías de Córdoba que se atreve con sabores nuevos es El Obrador, ubicado en la calle José María Martorell, 18, en el barrio de Poniente. Al estilo italiano y con esa cremosidad que tanto les atesora, la gerente del negocio, Mari Carmen Ogalla, lleva seis años apostando por ofrecer sabores que van más allá de los tradicionales. Aunque las frutas, el pistacho -es sin duda el más pedido de todos- o las chocolatinas que todos conocen como Kinder, Nutella, Oreo, bombones Raffaello o galleta Snicker son muy típicos en este establecimiento, hay recetas rompedoras que son uno de sus mayores atractivos.

El del conocido queso Philadelphia mezclado con mango y con maracuyá; el de yogur con cereza o el de pistacho crunch destacan por su complejidad. Pero, sin duda, la joya de la corona se la lleva de uno de los sabores más emblemáticos de El obrador: el helado Banoffee. Una receta que mezcla plátano, café y tofu y que, pese a su originalidad, es uno de los más pedidos por los clientes desde hace años.

Pese a que las altas temperaturas muestran una imagen desangelada de la ciudad durante las horas centrales del verano y aunque la inflación sigue haciendo mella en los precios de los helados, los cuales han subido levemente de un año para otro, las heladerías se mantienen como los rincones más queridos por los cordobeses. No importa el día ni la hora, en temporada estival, un buen helado siempre apetece.