El Hospital Reina Sofía de Córdoba registró 62 nacimientos de prematuros menores de 32 semanas en 2023

Sanidad

La supervivencia de estos bebés alcanza el 90% gracias a los avances técnicos y los cuidados centrados en el desarrollo

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La responsable de la Unidad de Neonatología del Hospital Reina Sofía, María José Párraga.
La responsable de la Unidad de Neonatología del Hospital Reina Sofía, María José Párraga. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/Entre un 6% y un 7% de los niños nacidos en España son prematuros, una cifra que se da prácticamente en todas las unidades Neonatales, incluida la del Hospital Reina Sofía de Córdoba. A pesar de la que natalidad ha bajado, la prematuridad se ha mantenido estable e incluso ha habido una tendencia al alza en los últimos años, según explica la coordinadora de la Unidad de Neonatología del centro sanitario cordobés, María José Párraga.

Un niño prematuro es el que nace antes de la semana 37 de gestación, mientras que los grandes prematuros son los que lo hacen antes de la semana 28 o pesan menos de 1.000 gramos. Este 17 de noviembre se celebra el día mundial de estos niños, que cada vez tienen una mayor supervivencia.

Párraga cuenta que, de los prematuros por debajo de 23 semanas nacidos en el Reina Sofía, actualmente no hay ninguno con vida, pero sí han salido adelante varios con 24 semanas. De hecho, uno de estos niños recibió el alta hace poco tiempo y está ahora mismo en seguimiento en consultas. "Son edades gestacionales muy extremas y la supervivencia es bastante más baja", apunta.

En el año 2023, nacieron en el centro sanitario cordobés 62 niños con menos de 32 semanas o 1.500 gramos. La doctora señala que, del conjunto de menores que conforman este grupo, la supervivencia ha aumentado y está en torno al 90% o 95%, lo que "antes era impensable".

Para ello ha sido importante el avance tecnológico. En esa línea, Párraga destaca que "cada vez tenemos más medios, más aparatos, más monitores y más recreadores", pero también hay que resaltar los "cuidados centrados en el desarrollo y la concienciación de todo el personal que atiende en las unidades neonatales de que tienen que cuidar ciertos aspectos".

Cuidados centrados en el desarrollo

Los bebés que entran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) reciben todas las atenciones propias de este tipo de unidades más otras específicas, como los llamados cuidados centrados en el desarrollo y la familia, que "cuidan el macroambiente", es decir, el ruido, la luz, el mantenerlos en una posición en flexión, con limitación de movimiento para que "no se sientan perdidos" y agrupando los cuidados para que las pruebas se hagan todas a la vez con el fin de "molestarlos lo menos posible".

"Se propicia que los padres sean partícipes, e incluso que se conviertan en los principales cuidadores del prematuro", añade Párraga. Esto es "muy importante para favorecer el desarrollo del prematuro y hay evidencia sobrada", agrega.

Condicionantes para la prematuridad

Hay algunos factores que pueden propiciar la prematuridad, tanto relacionados con la madre como con el feto y también relacionados con la placenta. Por ejemplo, una mujer que haya tenido un hijo de forma prematura tiene más posibilidad de que le vuelva a ocurrir, si ha sufrido abortos de repetición o tiene ciertos padecimientos.

También influyen los factores sociales: "los ambientes sociales más deprimidos tienen más riesgo de prematuridad", asegura la doctora. La incorporación de la mujer al mercado laboral ha causado que, en muchos casos, padezca estrés laboral, otro factor que puede desencadenar un parto prematuro.

Por otro lado, hay que tener en cuenta las edades extremas de las madres, tanto las que son muy jóvenes como las que tienen por encima de 40 o 45 años.

La alimentación de los prematuros

El personal de Neonatos favorece que haya lactancia materna en todos los bebés, pero con "más ímpetu en los grandes prematuros (menores de 28 semanas) porque son los más vulnerables y los que más morbilidades pueden tener a largo plazo".

Lo que ocurre, explica la doctora, es que las madres en esos primeros días después de un parto prematuro están en shock "porque esperaban un bebé gordito de tres kilos y se encuentran con uno de 700 gramos y 27 semanas", lo que influye en que "no tengan una producción de leche suficiente los primeros días como para empezar a darle, cuando el niño esté en condiciones".

Al no tener leche de la propia madre, se puede recurrir al Banco de Leche Materna con el que cuenta el Hospital Reina Sofía y así se retrasan las tomas con leche de fórmula, "con las ventajas que eso tiene". "Los principales beneficiarios y la razón de ser de los bancos de leche son los grandes prematuros", concluye Párraga.

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