Tras las huellas de Rafael de La Hoz en Córdoba en el centenario de su nacimiento

Arquitectura

El insigne arquitecto impulsó la modernidad en la ciudad y ha dejado para la historia edificios como el del Hospital Provincial o la Cámara de Comercio

Barrios enteros como el Parque Figueroa, Miralbaida o el Santuario salieron de su estudio de arquitectura

Un paseo en imágenes por la Córdoba de Rafael de La Hoz

Escalera de la Cámara de Comercio de Córdoba, realizada por De Las Hoz y Jorge Oteiza. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/Rafael de La Hoz Arderius fue el arquitecto que introdujo a Córdoba en el llamado Movimiento Moderno, de forma que comenzó a aplicar en sus proyectos en la ciudad la ciencia y la tecnología, a la vez que mostraba preocupación social ante los problemas de infravivienda de esos años, mitad del siglo XX. "Al margen de la creación de edificios, fue muy importante su intervención en la creación de la ciudad", destaca Ángela Bascón, vocal del Colegio de Arquitectos de Córdoba. De su estudio surgieron barrios como el Parque Figueroa, Miralbaida o el Santuario y también edificios públicos como el Hospital Provincial, la Subdelegación del Gobierno (el Gobierno Civil) o la facultad de Medicina. Muchos de estos proyectos los llevó a cabo con otros compañeros como José Chastang, Gerardo Olivares o José María García de Paredes.

Aunque nació y murió en Madrid (1924-2000), pasó su infancia y la primera etapa de su trayectoria profesional en Córdoba, donde su padre tenía un estudio de arquitectura que posteriormente heredó él. Fue una eminencia en su disciplina, como recuerda el decano del colegio cordobés, Juan Eusebio Benito, e influyó en las generaciones posteriores de arquitectos. De La Hoz fue uno de los impulsores de la modernización de la arquitectura española durante la segunda mitad del siglo XX, fue presidente de la Unión Internacional de Arquitectos y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. "Se preocupaba por conocer la tecnología, por aprender y hacer cosas nuevas", incide Benito.

Este año, con motivo del centenario de su nacimiento, el Colegio de Arquitectos le rinde homenaje con la divulgación de su obra mediante vídeos cortos o reels en sus redes sociales que van dirigidos al público general para, sobre todo, "despertar la inquietud en las generaciones jóvenes", explica Ángela Bascón.También están preparando visitas guiadas a diferentes edificios de De la Hoz abiertas a toda la ciudadanía y, además, van a reeditar su libro La Proporción Cordobesa.

"En Córdoba estábamos con la arquitectura más clásica" hasta la llegada de De La Hoz, explica Juan Eusebio Benito. En su primera gran obra, la Cámara de Comercio, implantó "los conceptos de la arquitectura moderna, saliendo del historicismo". Al respecto aclara que en la ciudad había mucho "conservadurismo" porque "el Casco Histórico es siempre lo que ha mandado" y se hacían proyectos "similares a los existentes".

Con motivo del centenario de su nacimiento, hacemos un recorrido por algunos de los proyectos más destacados de Rafael de La Hoz en Córdoba, tanto públicos como privados. Algunos de ellos han pasado a la historia, como el primer trabajo que hizo en la capital, la desaparecida boutique Vogue (1951), una pequeña tienda de modas que estuvo situada en la calle Gondomar para la que diseñó un conjunto de muebles, lámparas, expositores, suelos y paredes. Dentro del sector de los locales comerciales, también diseñó las también desaparecidas tienda de fotografía Studio como una cámara oscura con reflejos surrealistas y la sucursal del Banco Popular de la calle Cruz Conde, a la que imprimió influencias del estilo internacional.

Otros tantos nombres de comercios aparecen vinculados al del artista. Éste es el caso de la tintorería Lindsay, de la ortopedia Alpha, la tienda de muebles Domus, la boutique Flomar, la heladería Navarro, la sastrería Cortenovo y la farmacia E. Grande; la mayoría de ellos desaparecidos.

Escalera de la Cámara de Comercio, proyecto de Rafael de La Hoz. / Miguel Ángel Salas

Cámara de Comercio

La Cámara de Comercio, situada en la calle Pérez de Castro, 1, fue proyectada por Rafael de La Hoz y José María García Paredes y su construcción se llevó a cabo entre 1952 y 1955. Este edificio está considerado como el comienzo de la arquitectura moderna en Córdoba y, junto a la Casa Ugalde, en Caldetas (Barcelona), se identifica como el pionero de la entrada en España del Movimiento Moderno. De La Hoz y García de Paredes eran dos jóvenes arquitectos cuando asumieron este encargo que les permitió proyectarse y experimentar con un nuevo lenguaje que conjugaba la modernidad y la tradición arquitectónica. Nada más entrar, en la planta baja se observa el techo oscuro con focos empotrados que se asemejan a un cielo estrellado. Destaca especialmente la escalera, realizada junto a Jorge Oteiza, miembro de Equipo 57.

Hospital Provincial, realizado por Rafael de La Hoz. / Miguel Ángel Salas

Hospital Provincial

Rafael de La Hoz proyectó el Hospital Provincial junto a Gerardo Olivares entre 1966 y 1969 y la intención era que el edificio tuviera una dualidad hospedaje-curación. Las habitaciones están orientadas al sur, destacando unas grandes terrazas voladas que posibilitan la estancia y el paseo a la vez que protegen del sol. Todas las habitaciones, que se hicieron para ser dobles, miran al paisaje. En la zona norte, separadas por el pasillo o galería de circulación, se encuentran los espacios del personal sanitario. Su característica más llamativa es su altura, 39 metros, por lo que en el momento de su construcción quedaba solo por detrás de la torre de la Mezquita-Catedral (55 metros) y del Silo (48 metros). Esta construcción se observa claramente cuando se llega a Córdoba por carretera, dominando el paisaje urbano de la ciudad.

Uno de los patios interiores del colegio Las Teresianas. / José Hevia / Fundación Docomomo Ibérico

Colegio Las Teresianas y otros centros educativos

De La Hoz también diseñó varias instituciones educativas en Córdoba. La más destacada por la singularidad de su estructura es el colegio Bética-Mudarra (Las Teresianas), realizado entre 1959 y 1969. Al respecto, el decano del Colegio de Arquitectos explica que "es un colegio en una única planta, aterrazado y estructurado en una serie de patios cubiertos o no cubiertos en los que se crea un clima de relación espacial y de luz magnífico". El centro se ubica en la sierra de Córdoba, en una ladera, por lo que el edificio adopta una forma escalonada para adaptarse al paisaje.

"La economía de medios está presente en el concepto de la ejecución: circulaciones abiertas a los jardines, muros de carga de ladrillo visto, cubiertas sándwich con madera en el trasdós y uralita en el exterior, ventanales correderos de metal y jardineras resueltas con una vigueta prefabricada", señala Francisco Daroca, autor de la tesis Córdoba 1950. Rafael de la Hoz como motor de la modernidad.

También es suyo el colegio Jerónimo Luis de Cabrera (1962-1963), situado en la calle Adamuz, y el que fuera Colegio Provincial de Sordomudos (1963-1964), actualmente el Centro de Profesorado Luisa Revuelta, en la calle Doña Berenguela, que se parece en su estructura a Las Teresianas.

Por otro lado, también creó la Residencia de las Hijas de María Inmaculada (1958-1961), que hoy en día es el Centro educativo María Inmaculada, Residencia Femenina María Inmaculada y Parroquia Santa María Madre de la Iglesia, en la calle La Palmera. Y también la facultad de Medicina (1973), la última de las actuaciones del estudio de Rafael de La Hoz en el Campus Universitario de Menéndez Pidal, según refleja el Docomomo Ibérico.

Fachada del edificio del Gobierno Civil, actual Subdelegación del Gobierno de España. / Miguel Ángel Salas

Gobierno Civil (Subdelegación del Gobierno)

El edificio del Gobierno Civil, hoy sede de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba, es el resultado del trabajo de Rafael de La Hoz con Daniel Sánchez Puch y José Rebollo. Esta construcción está fechada en 1967 y forma parte de un complejo que estaba previsto en los planes urbanísticos de la ciudad para el nuevo barrio de Vallellano, en un entorno ajardinado que albergaría también la Audiencia Provincial y las delegaciones ministeriales, como recoge el Docomomo sobre la tesis de Francisco Daroca. Destacan los jardines que se sitúan delante del edificio y su gran estanque, donde se refleja su fachada, totalmente acristalada, con la anteposición en voladizo de un gran parasol suspendido de láminas verticales de aluminio.

Zona comercial e iglesia del Parque Figueroa. / Miguel Ángel Salas

Barrios de viviendas sociales

Como respuesta a su preocupación por los problemas de vivienda que había en la ciudad a mediados del siglo XX, Rafael de La Hoz creó barrios enteros de viviendas sociales. Hasta el crecimiento de la ciudad, el Parque Figueroa (1968) funcionó como "un pueblo pequeño" porque Rafael de la Hoz, Gerardo Olivares y José Chastang lo dotaron de todos los equipamientos que necesitaba. El barrio contaba con cine, club social deportivo (piscinas), zona comercial, ambulatorio, iglesia, colegio y aparcamiento. La gran mayoría de estos elementos perviven mientras que otros desaparecieron, como el cine. La iglesia, denominada Nuestra Señora de la Asunción, es una de las más particulares de Córdoba.

Suyos son también los barrios de Miralbaida y el Santuario. Todos tienen unas características en común, señala Bascón, y es que son barrios amplios, con edificios "que se repiten", con muchas zonas verdes y zonas peatonales. Pero además, tienen "sistemas constructivos muy novedosos". Por ejemplo, en Miralbaida los cerramientos están hechos con placas de hormigón. "En cada edificio que hacía innovaba sistemas construtivos; ahora te das cuenta de que unos funcionan mejor y otros peor, ya no solo por la innovación, sino por cómo ha afectado el cambio climático", apunta. Sus intervenciones eran "muy ricas y muy bien diseñadas", destaca Benito.

En relación con el cambio climático, Bascón también resalta que las zonas verdes de los proyectos de De La Hoz se insertaban entre los bloques de viviendas, como ocurre en el Santuario, lo que provoca que en verano se note una bajada de la temperatura. Luego, la evolución de la sociedad y el uso del coche "entró en conflicto con esos diseños", de forma que los jardines y parques se hacían al margen de las urbanizaciones.

Imagen de archivo del chalet Canals. / Docomomo Ibérico

Chalets particulares

En El Brillante quedan varios chalets cuyo diseño fue encargado a Rafael de La Hoz, entre los que destacan el chalet Canals (1955) o El Bosque (1951-1953), que actualmente es el restaurante La Bodega del Brillante. También creó el chalet La Cabaña (1954), el chalet Pericet (1958), el chalet Nü Norge (1961) o el chalet Añón (1961).

Edificio Rumasa, en ronda de los Tejares. / Miguel Ángel Salas

Edificios de viviendas y oficinas

En Córdoba hay edificios de viviendas que "sin saber que son de Rafael de La Hoz se pueden identificar por su escalera ovalada", al estilo de la Cámara de Comercio, apunta Bascón. Suyos son la manzana de viviendas para Pedro Guerrero (1956-1958), localizada en la calle Cruz Conde, 13 con Pastores, Eduardo Lucena y Conde de Robledo; y el edificio Regina (1965), ubicado en la avenida Ronda de Los Tejares y las calles Alonso de Burgos y Córdoba de Veracruz, que sustituyó al antiguo Hotel Regina.

Junto a José Rebollo colaboró en 1965 en el proyecto del edificio de viviendas Rumasa, en la esquina del pasaje del mismo nombre con ronda de los Tejares. El edificio alojaba en sus bajos las oficinas del Banco Meridional, sustituido hoy por oficinas administrativas y comercio.

Fábrica de Cervezas El Águila, actualmente Alhambra. / Juan Carlos Lagares / Fundación Docomomo Ibérico

Fábrica de Cervezas El Águila

De nuevo junto a Gerardo Olivares, De La Hoz diseñó la Fábrica de Cervezas El Águila (1965), actualmente de Cervezas Alhambra, en el polígono industrial de Las Quemadas. La obra une funcionalismo y tecnología, teniendo la influencia de la Bauhaus (la escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte fundada en 1919 en Weimar, Alemania). La de El Águila estaba destinada a convertirse en la fábrica de cervezas más moderna de España, ya que iba a contar con la primera máquina de agrupación de cajas, una nueva tecnología pionera en el país. Para ello se encargó la obra a Rafael de La Hoz, que ya en ese momento y a pesar de su corta trayectoria era un referente nacional de modernidad. Destacan las cubiertas de dientes de sierra en las zonas de producción, mientras que para la zona administrativa idearon un edificio con fachada de muro-cortina, resolviendo así además de la iluminación, la diafanidad visual y la ventilación. La fachada se convirtió en un paradigma de la arquitectura del Movimiento Moderno.

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