La música: el lenguaje de las emociones

Humanidades en la Medicina

La música es maravillosamente útil para aliviar los efectos de la discapacidad mental o física, aceptándola como herramienta terapéutica

El Reina Sofía tiene un quirófano inteligente

El placebo: acto de fe

Concierto de la Orquesta de Córdoba
Concierto de la Orquesta de Córdoba / Juan Ayala
Rafael Recio - Médico traumatólogo

19 de noviembre 2023 - 06:00

La música podemos considerarla como un lenguaje universal y por ende un nexo de unión de todas las culturas. En 1835 Henry Wadsworth Longfellow, miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, destacaba que "la música es el lenguaje universal de la humanidad" y muchos autores han considerado que está incorporada en el ADN del Homo Sapiens, ya sea como cuestión genética o epigenética. Pero no es exclusiva de la especie humana, los pájaros y las ballenas emiten sonidos con los mismos intervalos que nosotros.

Estos sonidos siempre han estado presentes en todos los pueblos, ya sea para comunicación, congregación o advertencia, con unas características ajustadas a las del cerebro que la compone, que es capaz de trabajar con tonos, timbres, ritmos y melodías.

Para Platón, “la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo” y su alumno Aristóteles pensaba que “la música inducía las emociones del hombre libre”.

Si nos basamos en estas apreciaciones llegamos a comprender que la música sea maravillosamente útil para aliviar los efectos de la discapacidad mental o física aceptándola como herramienta terapéutica, ya que puede llegar a afectar los estados anímicos, avivar recuerdos lejanos e impulsar asociaciones positivas. Todos tenemos recuerdos de que la música puede llegar a emocionarnos.

El profesor Robert Zatorre, de la McGill University de Montreal, en Canadá, ha examinado a fondo esta cuestión en un grupo de voluntarios y los resultados han sido muy interesantes. Cuando las personas escuchaban música placentera se producía un incremento del neurotransmisor dopamina en el núcleo accumbens (conectado con el sistema límbico y el hipocampo), lo que indica el valor reforzante de este tipo de estímulos; como recompensa, además, se produce un acoplamiento entre la actividad de la corteza auditiva, localizada en el lóbulo temporal del cerebro, la corteza frontal, implicada en procesos cognitivos y el núcleo accumbens. Mientras que en aquellos que no disfrutan demasiado de la música este acoplamiento se ve disminuido.

Los efectos de la música como terapia se están estudiando y aplicando desde hace años, pero hasta que no entendamos como se realiza la conexión mente-cuerpo nos será imposible su admisión. En un artículo de la revista Nature de abril 2023, un estudio muestra la relación entre el movimiento-pensamiento-planificación y qué redes están interconectadas para el control de funciones corporales involuntarias como la frecuencia cardiaca o la presión arterial. Este estudio no se propone aclarar cuestiones filosóficas antiguas sino verificar y actualizar el concepto el homúnculo de Penfield, que ha estado vigente más de 90 años.

La música tiene un gran poder sobre nuestro organismo, tanto que dependiendo del tipo de música vamos producir unos neurotransmisores u otros, llegando incluso a producir situación de estrés o de placer. Todo esto mediado por el sistema límbico, que es aquella parte de nuestro cerebro encargada de regular las respuestas fisiológicas y emocionales de nuestro cuerpo y donde se procesan diversos componentes de la música, tales como el tono, la vibración y la armonía; el cerebelo se encarga del ritmo.

Los recién nacidos tienen respuestas emocionales a la música y los niños de cinco meses disfrutan al mecerlos al ritmo de ésta. Como vemos, incluso en el vientre materno se tienen pruebas de que el feto reacciona a la música. Se ha comprobado que a partir de las dieciséis semanas los fetos oyen la música y responden con movimientos de vocalización, previos a la adquisición del lenguaje, ayudando a que el bebé conecte con el exterior.

Un metaanálisis sobre la acción terapéutica en la hipertensión reporta que sí hay efectos positivos en su control, al disminuir la actividad del sistema nervioso simpático y aumentar la liberación de endorfinas. Igualmente se ha estudiado tanto en el dolor agudo como crónico disminuyendo la dosis de analgésicos.

En las personas senectas contribuye a mejorar el equilibrio, es beneficiosa para los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los ritmos rápidos o de marcha mejoran la deambulación de los pacientes con enfermedad de Parkinson. El canto puede ayudar en la recuperación del lenguaje.

El cerebro es una estructura que cambia dinámicamente y se adapta como resultado de las demandas del entorno y que lleva a la plasticidad cerebral. Esta plasticidad cerebral inducida a través de la música puede producir múltiples beneficios y es en el estudio de la neurociencia cómo estamos entendiendo cómo las sensaciones que nos transmite el sonido se procesan sobre el cerebro humano. Esto puede aplicarse no solo para cambiar y/o restaurar las redes cerebrales sensoriomotoras desreguladas, sino también para influir en el estado neurohormonal, así como en los procesos cognitivos y emocionales en individuos sanos y neurológicamente enfermos. Por lo tanto, varias discapacidades sensoriales-motoras, coordinativas o emocionales se pueden mejorar con la terapia asistida por música. Hacer y escuchar música incorpora múltiples modalidades sensoriales y activa varias vías neuronales en el cerebro.

Los cambios plásticos en el sistema nervioso central implican una reorganización tanto a nivel cortical como subcortical. La plasticidad sirve a múltiples fenómenos, ya sea limitados a los primeros años de desarrollo u operando a lo largo de la vida. Hay diferencias estructurales entre los cerebros de músicos y no músicos y se ha informado que el entrenamiento musical induce cambios estructurales en áreas corticales involucradas en las funciones sensoriomotoras.

El cerebro tiene capacidad de adaptarse a cualquier función, no sólo en los músicos sino también en cualquiera que se especializa en alguna actividad. Pero además esta adaptación puede repercutir en restricciones de otras esferas.

La neurociencia musical está en auge, en las últimas décadas ha pasado de ser un área marginal a un área de investigación importante, con laboratorios haciendo contribuciones y progresos sustanciales.

stats