Los ilustres 250 años del Colegio de Abogados

La institución celebra su aniversario recordando los momentos históricos de los que ha sido testigo, con la presencia de autoridades como Carmen Calvo

Autoridades presentes en la cita.
Autoridades presentes en la cita. / Juan Ayala
Antonio Rodríguez

22 de noviembre 2019 - 06:00

Han pasado 250 años desde que naciese en Córdoba el Ilustre Colegio de Abogados, bajo el reinado de Carlos III, en los que el servicio de defensa a los ciudadanos se ha convertido en una labor imprescindible para una sociedad que no imagina un juicio sin letrados.

En honor a esta efeméride, el órgano reunió ayer a cerca de 500 personas en el Palacio de Congresos, donde conocieron los momentos clave de su historia y la evolución que cada decano ha supuesto a través de su toma de decisiones. La institución ha sido testigo de varios hitos, como la invasión francesa o la Guerra Civil, y de los cambios sociales que se han producido a su alrededor y a los que la profesión ha contribuido indiscutiblemente.

El órgano cuenta con 4.900 colegiados que han formado parte de su historia. El actual decano, José Luis Garrido, recordó que “este acto es para ellos (los letrados); estos 250 años de vida no podrían serlo sin su existencia, y a ellos hemos dedicado el calendario de actos de 2019” como celebración del aniversario. Garrido recordó la máxima que defiende el órgano colegial, que se recoge en el artículo 14 de la Constitución: “Todos somos iguales ante la ley”.

Además, apuntó que en los primeros estatutos de la vetusta institución se especificaba que “se designarían cuatro abogados cada año para la defensa de los pobres”, una labor que el Colegio ha mantenido de forma “idéntica y con el mismo esmero”, defendiendo “la dignidad humana a todas las personas sin distinciones”.

Con ello, la abogacía ha dejado “fuera de toda duda derechos fundamentales para los que se han necesitado que corran ríos de tinta y, en algunos casos, ríos de sangre”. En este sentido, planteó la imposibilidad de que un ciudadano “sea interrogado sin la asistencia de un letrado”, aunque recordó que “no hace tanto, se veían esas imágenes”.

Por ello, insistió en que la profesión “a veces puede ser incómoda;es más, debe ser obligatoriamente incómoda para evitar las posibles relajaciones” que impidan “una defensa digna”.

En esta celebración también estuvo presente la vicepresidenta del Gobierno en funciones y licenciada en Derecho, Carmen Calvo, que definió la figura del abogado como “parte de la cultura, en el sentido más profundo, pues tejemos la posibilidad de la convivencia”. En esa línea, destacó “el inmenso poder que se administra” a través del “extraordinario ejercicio de la defensa” como responsabilidad y privilegio de los abogados.

Calvo también recalcó el papel de la mujer dentro de esta profesión, y apuntó que no se ha alcanzado la “justicia completa” hasta que “las mujeres hemos accedido a todos y cada uno de los puestos”.

El papel de la mujer dentro del Colegio de Abogados fue uno de los temas que más se abordó durante la cita. Tuvieron que pasar 190 años hasta que Córdoba tuvo su primera colegiada, Josefina Escobar Rey, que falleció el pasado mes de marzo a los 89 años.

Gracias a ella, la figura de la mujer consiguió irrumpir y el órgano colegial la considera como una precursora de este movimiento. Con todo ello, el órgano colegial ha cumplido 250 años, manifestando la solidez institucional que se le supone. José Luis Garrido invitó a todos los presentes a verse “en el mismo sitio, dentro de 250 años”.

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