"La industria del automóvil no se puede transformar en 2030 por mucho que digan los reguladores"

La Asamblea General Extraordinaria de la FIA pasa sus días en Córdoba como un congreso más al uso, entre aprobaciones de cuentas, modificación de presupuestos y reuniones a puerta cerrada. "No hay nada de excepcional", aseguran algunos delegados por más que se pregunte si aquí es donde se está cociendo el futuro del automovilismo mundial.

Para dar un poco de luz a ese hermetismo y poner palabras a lo que se debate en esas comisiones, El Día ha hablado con el presidente del Senado de la FIA, y a su vez presidente del RACE (Real Automóvil Club de España), Carmelo Sanz de Barros, una de los voces más autorizadas dentro de la organización desde hace un año y medio, el tiempo que lleva Mohammed Ben Sulayem al frente de la Federación.

"La gente ve la FIA como una federación deportiva pura y dura, en la que lo que llama más la atención es la Fórmula 1, pero no saben que tenemos otra parte que tiene que ver con la sostenibilidad y movilidad", aclara Sanz de Barros en el prólogo de la entrevista.

"Uno de los objetivos que apoya y que adopta la FIA es la descarbonización, pero nuestro planteamiento es que para llegar a ese objetivo no tiene que ser dirigido ni exclusivo, nosotros queremos que haya una libertad de tecnología absoluta", adelanta Sanz de Barros. "Con esto quiero decir que el coche eléctrico no es la única solución: el coche eléctrico tiene sentido para unos ciertos usos y a lo mejor en los centros de las ciudades tiene su utilidad".

Desde la FIA "seguimos defendiendo los motores de combustión, de hecho creemos que van a ser la solución masiva con ecocombustibles, que serán capaces de ser utilizados en un motor de combustión sin emisiones, lo que garantiza la descarbonización", señala el alto cargo de la organización. Sin embargo, "el papel de la FIA -organización que representa a más 280.000 millones de usuarios adscritos a clubes de todo el mundo y también de la industria del automóvil- no es poner las normas".

Para Sanz de Barros, la transición hacia ese objetivo de descarbonización pasa por hacerla ordenada y, sobre todo, realista: "La industria no se puede transformar por mucho que digan los reguladores en el 2030, quedan menos de siete años". Y asegura que "pronto empezaremos a hablar con más frecuencia de 2050 a los reguladores".

Además, ¿de qué sirve que diez países en Europa fuésemos capaces de llegar a un nivel de emisión cero en el año 2030? ¿Qué significaría para el mundo entero?, se pregunta el senador de la FIA. "Europa representa menos del 10% del parque automovilístico del planeta", responde.

En estos congresos anuales de la FIA, en los que participan delegados de 140 países, hablar de los retos de sostenibilidad y medioambiente es complicado por los desequilibrios que existen entre las distintas zonas del mundo, reconoce Sanz de Barros. "En un país en desarrollo estamos todavía hablando de temas de seguridad vial porque siguen teniendo un montón de muertos todos los días en las carreteras. Entonces, a ellos no les hables de emisiones porque tienen sus prioridades".

La movilidad del futuro

Cómo será la movilidad del futuro es otra de las preguntas que sobrevuelan en las cabezas de la FIA y, por tanto, también esta semana en el tejado del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba. "Nadie lo sabe, ni tan siquiera sé si va a tener ruedas", deja caer la incertidumbre el presidente del RACE. "Hay tantas tecnologías ya disponibles...".

Sanz de Barros achaca los problemas de las nuevas soluciones de movilidad, como los patinetes o las bicicletas eléctricas, e incluso los drones, a la falta de infraestructuras y el sobrecoste que puede conllevar adaptar las ciudades a esos nuevos métodos. "Por ejemplo, en Amsterdam se ha disparado un 30% la siniestralidad por el uso de bicicletas eléctricas en sustitución de las bicicletas tradicionales", menciona.

Ante el riesgo de que el coche privado pueda ser desplazado, afirma que sí, aunque "aún sigue siendo el vehículo preferido y por lo menos le quedan tres generaciones", pronostica. En este sentido, "la industria del automóvil debería saber ampliarse y cambiar el enfoque".

"El Circuito de Jerez sería posible para un GP de F1"

El presidente del Senado de la FIA también se refiere al boom de audiencia, sobre todo en público joven, que está experimentando la Fórmula 1. "No sé si es por las series de Netflix o si es por las resoluciones del campeonato de 2021 entre Hamilton y Verstappen. Había habido un bache por la demonización del coche deportivo, pero en Europa se ha notado un repunte desde hace tres años", señala.

Sobre la posibilidad de que la F1 incorpore una nueva prueba española a la temporada, el responsable de la FIA, organización competente para dar el visto bueno, ha manifestado que "sí es posible volver a tener dos GP de F1 en España, pero se necesita voluntad política". A ello, suma el "importante peso español" que tiene la FIA actualmente, con cargos como el de vicepresidente de motorsport en la FIA, el presidente de movilidad de la región de Europa en la FIA, y el suyo propio como presidente del Senado de la organización.

El horizonte para lograrlo sería la temporada del año 2026 ó 2027, ha asegurado, y aunque todas las informaciones apuntan hacia Madrid, otras también especulan con la posibilidad de que fuera en Jerez. "Andalucía está haciendo una apuesta de mucho interés, trayendo la Asamblea General de la FIA a Córdoba, la celebración del MOW en Sevilla, la posibilidad de un circuito de Formula-e en Málaga y el GP de Jerez sería posible, está mucho más preparado que el Jarama", asegura.