La inflación aprieta en los alimentos de Navidad con otro ligero aumento: "En esta fecha, todo pega un subidón"
Economía
Los comerciantes observan una subida cercana al 10% con el pescado blanco y los cuerpos como los productos que más se han encarecido de un año para otro
Las comidas de Navidad de Córdoba: el menú para el que se hace un "esfuerzo"
Córdoba/Quedan muy pocas horas para la Nochebuena y miles de cordobeses se enfrenten a la difícil tarea de ultimar los preparativos. Todos quieren agradar a sus familiares y amigos con los mejores manjares sobre las mesas navideñas. En la búsqueda de esos entrantes y platos principales que marquen la diferencia y que hagan de la Navidad de 2024 una época inmejorable, sin embargo, toca rascarse bien el bolsillo. La calidad es cara, y más en un mes de diciembre en el que la inflación ha dejado un ligero aumento en la cesta de la compra con respecto al año pasado.
En este 2024, en lo que va de diciembre, los precios han subido ya un 6,1% a nivel nacional, según los últimos datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Se trata de un incremento considerable teniendo en cuenta que el año pasado la subida fue de un 4,3% en la misma época. La institución ha detallado que los principales productos que se han encarecido son de mar: los percebes subiendo su coste en un 30%; la merluza fresca en un 20%; y las almejas, que se han incrementado en un 12%.
Estos datos económicos se perciben también en Córdoba. En el mercado municipal de la Corredera, en la pescadería Toñi Adamuz, la merluza fresca tiene un precio de poco más de 16 euros. En diciembre del 2023, para las fechas navideñas este preciado producto estaba "a poco más de 12 euros". Así lo ha asegurado la propia Toñi Adamuz, gerente del puesto, quien ha asegurado que ese incremento de en torno a un 25% tiene que ver con que "está llegando poco producto al mercado".
Uno de los motivos de esa falta de producto es la reciente huelga de los pescadores del Mediterráneo en protesta por el recorte en las cuotas pesqueras para el 2025 (se está negociando desde la Unión Europea), quienes denuncian que se proponen reducir en casi un 80% los días de pesca de flota de arrastre y un 30% la captura de la gamba roja. Esta situación, como ha señalado Paco García (también gerente de la pescadería Toñi Adamuz), "ha perjudicado bastante a los precios", que han sufrido una considerable subida a pescados frescos y de menor tamaño (que se pescan por arrastre).
Las gambas, por ejemplo, "es de lo que más ha subido", y, sin embargo, "los precios del marisco sí se mantienen con respecto a los del año pasado a estas fechas". Paco también ha explicado que, pese a que ese género no lo comercializa habitualmente por su alto precio, lo que más está incrementando su coste son los cuerpos. Hacerse con percebes, nécoras o cigalas es algo casi prohibitivo para muchos bolsillos cordobeses.
"El año pasado, a estas alturas, estaba ya sin cuerpos, sin gambas y muchos productos no tenía ni la mitad de lo que tengo ahora. La gente está muy parada, vienen a chorreones y no se está viendo la saturación de otros años. Principalmente, lo que llegan son personas de media edad a comprar cosas puntuales", ha explicado Paco García. Enfrente de su negocio, en el mercado de la Corredera, Inma, empleada de la pescadería Sabor a Mar, ha asegurado que "la gente está esperando a hacer las clásicas compras de última hora".
La gran diferencia que Inma está notando con respecto a los precios de los alimentos en la Navidad del año pasado es que "los pescados pequeños de arrastre como los boquerones, la bacaladilla y las sardinas están más caros por la huelga". El precio del marisco, sin embargo, "se da la mano con el del año pasado", pues "la inflación está más calmada". Las principales subidas las identifica en los cuerpos, las gambas, los langostinos, la pescada de Cádiz y el pulpo, que ha subido casi cuatro euros en solo 12 meses.
Allí en la Corredera, la carnicería Moisés Martín también está notando un ligero aumento de los precios con respecto a la Navidad del 2023. En torno a un 10%, como ha precisado Raquel Chofle, trabajadora de este establecimiento. "Todos los años sube la ternera y sube un poco todo. Cuando llega esta fecha, todo pega un subidón, pero comer hay que comer y las ventas se están manteniendo igual", ha subrayado Raquel, quien asegura que "lo único que se mantiene igual que otros años es el queso". El jamón, que no puede faltar en ninguna mesa por Navidad, "ha subido un poco".
En esta carnicería venden el kilo de rabo de toro a 13,9 euros. Apenas un euro más cuesta en Jamones La Encina. Es uno de los productos más demandados en estas fechas para darle ese toque cordobés a la Nochebuena y, además, "vale como el año pasado, no ha subido ni ha bajado", igual que ocurre con la carrillada ibérica, también uno de los platos favoritos. Así lo ha recalcado Carmen, trabajadora de este establecimiento quien también asegura que hay algunas carnes que "han ido subiendo su precio a lo largo del año, no por Navidad, y por eso es algo más cara ahora".
Es el caso de los solomillos, que son las carnes "que más han subido debido a su escasez en estas fechas". Los jamones, como ha comentado Laura, en general "están solo un poco más caros que el año pasado, entre un euro o dos el kilogramo". Igual por eso "está siendo un año raro en las compras navideñas, todos los dejan para el final y como la Nochebuena cae en martes, no tienen muy claro qué día ir a comprar", han añadido las charcuteras.
Según la OCU, en el conjunto de todos los productos de la cesta navideña, el incremento a nivel nacional con respecto a la misma época en el 2023 es de un 7,3% más caro de media. Se trata, por tanto, de una subida constante año tras año, pues la institución ha asegurado que el precio de los alimentos es un 35,5% más caro que hace tres años y un 55,5% más caro que hace diez años. Productos como el besugo (un 180% más caro que en 2015), las angulas y los percebes (112% y 87% más) o la merluza (un 71% más cara que en 2015) han alcanzado "máximos históricos" de precio en este 2024. Para sorprender en la cena de Nochebuena, rascarse el bolsillo es inevitable.
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