Un inicio de curso difícil pero esperanzador en las guarderías de Córdoba
Córdoba
Las maestras afrontan el primer día con mucha ilusión, a pesar de la crisis del sector
Inmaculada Galves ha llevado a su hijo de un año por primera vez a la Escuela Infantil El Cuco, en la calle Alfonso XIII del centro de Córdoba. Se ha sentado con él para que se adapte al lugar, a los compañeros y a sus maestras. El primer día "ha sido más difícil para mí que para el pequeño", ha asegurado mientras juega con él. Una de las cosas que esta madre califica como "más complicada" es apartarlo de la leche materna durante unas horas. Aun así, tiene la esperanza de dejarlo en buenas manos y poder volver a su trabajo luego de un año parada.
Las maestras de este centro han trabajado "con mucho entusiasmo" este primer día para ayudar a los más pequeños en su adaptación. "Es verdad que es un trabajo duro pero verlos crecer es precioso y lo compensa todo", dice la maestra Andrea Moral, quien con 26 años de edad ya cumple cuatro años de labor en este centro. "Es una vocación muy gratificante para nosotras", ha dicho mientras atiende a cuatro bebés en el área de juegos.
En cuanto a la crisis del sector, en esta guardería han empezado "regular" según su directora, Inmaculada Blanco. De las 36 plazas disponibles han llenado 30. Aun así, Blanco espera alcanzar la totalidad antes de noviembre, aunque estos pagos se atrasen varios meses y afecten la economía del lugar, que tiene cuatro maestras y un cocinero.
A pesar de la crisis, muchos padres van con confianza a la Escuela Infantil Garabatos. Para su directora, Rosa Martín, el principio siempre es mucho más difícil para los padres que para los niños, por eso ha afirmado que "la organización es primordial para transmitirle tranquilidad a los menores y a sus familias y que el primer día no resulte agobiante". Recomienda a los padres llevar a sus hijos todos los días, al menos algunas horas, para hacer el proceso de adaptación menos complicado para todos.
En Garabatos este curso han llenado las 35 plazas y se han incorporado el 90% de los niños en este primer día. Sin embargo, en el centro privado que tienen en la avenida de Cervantes les han sobrado unas 15 plazas que esperan llenar durante el curso. "Los padres quieren sus bonificaciones", dice Martín, por eso ha sido más complicado completar el cupo.
Por su parte, el director de la Escuela Infantil La Alegría, Ramón Melero, ha calificado el primer día como difícil y por eso buscan "no hacerlo desagradable para los más pequeños" cantando canciones, leyendo cuentos, reproduciendo música clásica y estimulando con juegos a los bebés.
Para los mayores, realizan de 15 a 20 actividades diarias a través de las cuales les enseñan a sujetar el lápiz, a jugar con témperas, pintura de dedos, tijeras, lápices de colores y hablan una hora y media en inglés. "La idea es que se vayan acostumbrando a permanecer más tiempo en la banca y a controlar sus esfínteres para afrontar la siguiente etapa de educación", ha explicado el director.
En cuanto a la crisis del sector, Melero ha dicho que "este año ha habido más vacantes de lo que es normal y eso, unido al bajo índice de natalidad en Córdoba, ha provocado que sobren muchas plazas", lo que Melero ha calificado como "más miseria para todos".
En este inicio de curso, se han matriculado 30 niños de 49 plazas que se ofertaron en La Alegría. Al respecto, el director ha asegurado que "comenzar con tan pocas plazas llenas nunca nos había pasado". En este centro se deben mantener seis maestros y una cocinera con los 278,88 euros de precio por plaza que mantiene Educación.
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