Jesús Fernández, el obispo de Córdoba que centrará su misión pastoral en los pobres y excluidos

Religión

El nuevo responsable eclesiástico abre un nuevo periodo en la Iglesia cordobesa

El nuevo obispo de Córdoba, Jesús Fernández: "Los pobres son los preferidos del Señor"

El Papa Francisco saluda a Jesús Fernández
El Papa Francisco saluda a Jesús Fernández / Redes Sociales

Córdoba/Sacerdote con un marcado perfil social y que está al frente de la Comisión Episcopal que atiende a los grupos en exclusión y cuyo lema es Evangelizar a los pobres. Así es Jesús Fernández, nuevo obispo de Córdoba, que llega a la Diócesis cordobesa tras su paso por la de Astorga (León) desde julio de 2020, en plena pandemia del coronavirus. A sus casi 70 años -por lo que su mandato apenas será de poco más de seis años-, el prelado llega a la provincia de Córdoba tras la marcha de Demetrio Fernández, que ha estado en la silla de Osio durante tres lustros. Se abre, por tanto, un nuevo periodo en la Iglesia cordobesa.

La llegada de un nuevo obispo a Córdoba estaba prevista para este año, al cumplir Demetrio Fernández el pasado mes de febrero 75 años y, con ello, su renuncia al cargo. Su sustituto, tal y como ha confirmado este jueves la Santa Sede, es este leonés nacido en 1955 en Selga de Ordás, un pequeño municipio de Santa María de Ordás de apenas una quincena de vecinos y con un perfil marcado por la atención social, tal y como evidencian todas las fuentes consultadas por El Día de Córdoba.

La Diócesis de Córdoba, por su parte, ha informado de que eran los años sesenta cuando el desarrollo industrial llamaba a muchos castellanos leoneses a trabajar en Asturias. A Gijón llegó su familia cuando él contaba 11 años y a esa edad descubre su vocación. Su maestra lo llevó al Seminario junto a otros tres seminaristas. Sólo él siguió el camino del sacerdocio. A esa edad ya había ejercido de monaguillo en la parroquia de su pueblo donde también era lector habitual. Desde aquel momento se fio del Señor y siempre ha reconocido que aquella fue su mejor decisión.

Un obispo que fue portero

Jesús Fernández fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1980 y, posteriormente se licenció en Filosofía en la Universidad Pontificia de Salamanca (1990-1992), donde hizo los cursos de Doctorado en esta materia. Fue en la Diócesis de León donde dio comienzo con su ministerio sacerdotal: allí fue párroco, formador, profesor y rector del seminario. También trabajó como vicario episcopal y profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Antes de ser designado por el Papa Francisco como obispo de Astorga, estuvo durante seis años como obispo auxiliar de Santiago de Compostela.

Además, fue director del periódico diocesano Iglesia en León y capellán, durante quince años, del equipo de fútbol Cultural y Deportiva Leonesa S.A.D. Por cierto, que su afición al fútbol le llevó a ser portero titular del Atlético San Francisco durante tres años. El equipo de la barriada de La Vega de León militaba entonces en Regional Preferente y, además, ya había jugado en la Cultural y en La Unidad de La Magdalena. En concreto, el nuevo obispo de Córdoba se retiró del fútbol el 30 de noviembre de 1986, a los 31 años. Su último partido lo jugó con la camiseta del Atlético San Francisco, en La Palomera, con el Laciana como rival. Ante esta aficción futbolera del prelado, cabe preguntarse si le veremos algún día en El Arcángel siguendo algún partido del Córdoba CF. No obstante, con el paso de los años ha cambiado el fútbol por el ciclismo, un deporte que aún practica y con el que ha hecho el Camino de Santiago.

'Evangelizar a los pobres'

Las diferencias entre las Diócesis de Córdoba y la de Astorga son muy evidentes. En primer lugar, la geografía y la demografía de ambas. Mientras que la Diócesis de Astorga reúne las comarcas leonesas de Maragatería y El Bierzo, además de la orensana de Valdeorras y las zamoranas de Sanabria, La Carballeda, Valles de Benavente y parte de Aliste y una población de casi 300.000 habitantes, la de Córdoba se limita a la de la provincia, en la que viven más de 774.000 vecinos.

"El patrimonio más importante de la Diócesis de Córdoba es la santidad" / El Día

Además, si algo caracteriza a la Diócesis de Córdoba es el más que elevado número de seminaristas y también el hecho de que gestiona, a través del Cabildo, la Mezquita-Catedral, monumento que visitan cada año unos dos millones de turistas. El gran y característico movimiento cofrade de Córdoba es también otra de las diferencias entre ambas diócesis.

A expensas de conocer cómo será su mandato al frente de la Diócesis de Córdoba tras el paso de Demetrio Fernández, cuyo lema episcopal ha sido Aquí estoy, Señor, el nuevo obispo ya ha dejado algunas pinceladas de las bases sobre las que asentará su misión. "Los pobres son los preferidos del Señor", ha asegurado en su vídeo de presentación ante la Diócesis de Córdoba. Un lema el de Evangelizar a los pobres que ha defendido en estas primeras palabras que se han hecho públicas este jueves y que ya anticipó cuando llegó a la Diócesis de Astorga, donde aseguró que "hay que salir en ayuda de pobres y enfermos, haciendo de nuestra Iglesia un hospital de campaña y creando un ecosistema espiritual y pastoral que haga inviable cualquier tipo de abuso, al tiempo que cuide a los frágiles e indefensos y facilite su crecimiento integral".

Se trata de un argumentario que ya avanzó durante su toma de posesión como obispo de Astorga el 18 de julio de 2020, donde reconoció que "la prioridad espiritual y pastoral que no es fácil mantener ante la tentación de mantener la distancia con las llagas del Señor". Desde la Catedral maragata hizo un llamamiento para "salir en ayuda de pobres y enfermos, haciendo de nuestra Iglesia un hospital de campaña y creando un ecosistema espiritual y pastoral que haga inviable cualquier tipo de abuso, al tiempo que cuide a los frágiles e indefensos y facilite su crecimiento integral".

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