Jesús Hans, el tabernero retratado como San Rafael: "Soy como el custodio de los artistas de la ciudad"

El regente de la taberna La Fuenseca ha sido inspiración para la creación de diferentes obras, entre las últimas el cartel de las fiestas de este octubre y una escultura flamenca de José Manuel Belmonte

San Rafael se convierte en tabernero: el propietario de La Fuenseca lo representa en el cartel de las fiestas patronales

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Jesús Hans el modelo que humaniza a San Rafael / Rocío Aguilar y Miguel Ángel Salas

Córdoba/Jesús Alamillos es conocido por todos, cordobeses y hasta extranjeros, por ser el tabernero de La Fuenseca. Pero él es mucho más que el regente de un negocio histórico. Alamillos es una especie de promotor cultural que, dentro y fuera de su establecimiento, vela por la divulgación del arte. Tanto que ha acaparado su perfil en redes compartiendo eventos culturales de su negocio y apoyando a artistas tanto consolidados como emergentes. Él, en sí mismo, es un artista; lo mismo se puede ver tocando la guitarra como diseñando camisas, pero recientemente ha sido inspiración para diferentes artistas plásticos cordobeses. Entre ellos, Antonio Guerra, autor del cartel de las fiestas de San Rafael de este año, que eligió para la ocasión representar al arcángel sin alas y con el rostro de este tabernero, generando el consiguiente revuelo.

Jesús Hans, como se conoce artísticamente, no se ha preguntado -ni lo ha hecho al autor- por qué fue elegido como modelo, pero tiene su propia idea: "Antonio entra mucho aquí, él y otros artistas, y considera que soy como el guardián de los artistas de la ciudad; entonces, como él es artista y le encargan una obra, pues busca ese símil: el custodio de la ciudad con el custodio de los artistas, yo creo que va por ahí". Sin embargo, su elección, además de causar revuelo en la ciudad, también ha sido una sorpresa para el propio modelo. "Yo realmente no sabía nada. Ha sido una sorpresa como para todos los cordobeses. Realmente, a mí me lo enseñó Antonio Guerra para darme permiso la semana antes de presentarlo, no en la presentación, sino cuando le pidieron el proyecto", subraya Alamillos, que se muestra agradecido al artista por tenerlo "en cuenta".

Lo de humanizar a personajes bíblicos no es un hecho aislado, aunque ha habido ocasiones que ha causado una polémica extendida. Es obligatorio recordar lo ocurrido con el cartel de la última Semana Santa de Sevilla. "Yo creo que si es el cartel de algo religioso y se le encarga a un artista, se está confiando en que el artista exponga la visión que tiene sobre lo que tiene que hacer. El caso de Antonio Guerra y el de Sevilla son asuntos diferentes, porque son artistas diferentes, pero ellos tienen su forman de ver y su mensaje que dar y se ve reflejado en la obra", explica Jesús.

Jesús Hans y Antonio Guerra / Miguel Ángel Salas

No es la primera que Alamillos es protagonista de un cartel o de una obra. En 2021, Moi Caricato le hizo protagonista, en aquella ocasión junto a su esposa María, de una obra "porque considera que en esta casa, La Fuenseca, entran todos los artistas, así que qué mejor portada que los taberneros de la casa de los artistas". En efecto, la taberna La Fuenseca es el hogar de los artistas, donde en muchas ocasiones se reúnen flamencos de los más importantes del panorama nacional, hasta bien entrada la madrugada, para protagonizar momentos únicos cuyo caché sería incalculable. De hecho, los usuarios habituales de las redes sociales pueden visitar el perfil de este local para vivir en carne y hueso el arte y la música que se respira en estas cuatro paredes. Un arte que se traduce en obras plásticas que también recuerdan la historia del tabernero y la de su abuelo Emilio, a quien dio el relevo generacional en el negocio y que, a buen seguro, estaría muy orgulloso de verlo en ese cartel de San Rafael.

Pero esto no queda aquí, ya que el arte que impregna de cuadros y obras este local está de enhorabuena. Una escultura en tamaño real del tabernero, con un vestido de flamenca rojo con lunares, también luce desde hace muy poco en su patio. Una obra que en cuerpo representa a Jesús Hans y que también propone símbolos propiamente cordobeses, que en esta ocasión lleva la firma del escultor José Manuel Belmonte y está realizada en resina acrílica policromada. "Él, cada pocos años, saca una obra de según qué serie y ya llevaba tiempo detrás mía para hacer una escultura, porque es fuensequeño y tiene una gran amistad conmigo. Tenía una visión de una escultura, lo que pasa es que tenía muchos encargos y no podía", recuerda Jesús, que añade que el pasado verano, en un hueco, el artista ya por fin decidió ponerse manos a la obra.

Así creó esta escultura que el tabernero describe de la siguiente forma: "Para mí, la escultura es una representación, aunque cada uno le saque su visión, de los flamencos cuando volvemos de cantar en algún lado, que estamos muy deteriorados y nos sentimos un poco bufones. Esa parte fea y sucia del artista flamenco". Con todo, para Jesús Hans, la escultura tiene un significado más que especial, ya que "todas las representaciones artísticas flamencas que yo haya conocido son elegantes, bonitas... Nunca representadas desde esa parte más oscura que ha representado Belmonte". La obra se denomina Tirititran y ya luce en la taberna La Fuenseca, un establecimiento histórico, con un importante legado en la cultura popular y artística de la ciudad, que de la mano de Jesús Hans sigue escribiendo nuevos capítulos en su particular historia.

Jesús Alamillos y José Manuel Belmonte / Miguel Ángel Salas

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