Una jornada sin incidencias bajo el yugo de las altas temperaturas
Un dispositivo de 410 agentes vela por la seguridad durante el transcurso del desfile, que avanzó "sin nada importante que reseñar"
El calor, como estaba previsto, dejó ayer su impronta en la celebración de la Magna Mariana. Pero, lejos de cumplirse las previsiones más agoreras por los efectos de la ola de calor, la jornada transcurrió sin incidencias. El concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, Emilio Aumente, destacó que la tarde avanzó "con normalidad" y "sin nada importante que reseñar". Sólo algunas actuaciones por mareos fueron las únicas actuaciones de los efectivos sanitarios, la mayoría de ellas leves.
El calor disuadió a muchos cordobeses de salir de casa a primera hora de la tarde, cuando las procesiones empezaron a salir de las iglesias. Y muchos cofrades de los municipios optaron por quedarse atrás o llegar a Córdoba al anochecer para evitar los efectos de la sofocante ola de calor. El resultado fue que, aunque la afluencia de público fue notable, no se produjeron aglomeraciones. Tampoco se resintió el tráfico rodado, toda vez que la mayoría de cortejos desfiló por vías ya de por sí restringidas al tráfico.
La presencia de la Policía Local fue constante en todo el centro de la ciudad. Y algunas hermandades, como la de Nuestra Señora de Villaviciosa de Villafranca del Río, trajeron a sus propios equipos de Protección Civil. Las cofradías también quisieron evitar que el calor sofocante de la tarde hiciera estragos en las comitivas, así que en los cortejos no faltaron los aguadores y, en algunos casos, neveras portátiles donde transportaron los líquidos.
El dispositivo de seguridad de la Regina Mater estuvo formado por 410 agentes policiales, entre nacionales, locales y efectivos de la Guardia Civil. Por parte de la Policía Nacional, participaron un centenar de agentes de la Comisaría de Córdoba, a los que se sumaron una unidad de la UIP de Sevilla, compuesta por 45 agentes, y un helicóptero de vigilancia que sobrevoló la ciudad durante toda la tarde. Los agentes, uniformados y de paisano, se ubicaron en aquellos lugares y zonas en los que hubo una afluencia mayor de transeúntes durante la procesión.
Por parte de la Guardia Civil se sumaron 65 agentes compuestos por el Subsector de Tráfico y otras unidades que velaron por la seguridad en los accesos y salidas de la autovía hacia la capital cordobesa. Según estableció el jueves la Junta Local de Seguridad, fueron ayer 200 los agentes de la Policía Local que formaron parte del dispositivo de seguridad, correspondientes a dos turnos.
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