Los jóvenes en la red

La aplicación de las nuevas tecnologías puede derivar en un uso excesivo de internet y, sobre todo, las redes sociales

Anabel Calero

27 de marzo 2011 - 09:11

El acceso a las nuevas tecnologías y su aplicación al ámbito educativo ha llegado de manera tan rápida que, en algunas ocasiones, ha pillado por sorpresa al profesorado y ha provocado un exceso de uso entre los alumnos. La apuesta por los centros TIC es una sin duda una mejora para el sistema educativo y una gran herramienta para el profesorado y los estudiantes, pero puede convertirse en un arma de doble filo si no saben usarse, sobre todo en el ámbito privado, como demuestra la dependencia que muchos estudiantes están mostrando por las redes sociales. Tuenti es la más conocida por los jóvenes de la última etapa de primaria y la ESO, seguida de facebook y, a muy pequeña escala, también se interesan por twitter. La cuestión es que el ordenador, más que una herramienta de trabajo, se convierte en algunos casos en un elemento imprescindible que sustituye al resto de juegos, televisión o, incluso, a los amigos en casos extremos. "Han venido a verme padres muy preocupados porque sus hijos se pasan todo el día delante del ordenador", asegura Rafael Ramírez, uno de los docentes que se ha encargado de impartir los cursos para los compañeros de formación a las TIC. "Soy un enamorado de las nuevas tecnologías, pero hay que tener en cuenta que se debe hacer un uso responsable de ellas", señala.

Se han planteado cuestiones como restringir el acceso a ese tipo de páginas web en los institutos, aunque "esa no es la solución", según Ramírez, sino que se debe incidir en la educación de un buen uso de la red que se haga de manera conjunta entre los profesores y los padres. "El contacto con la familia es fundamental, porque es difícil para ellos y también para nosotros controlar el uso que hacen de su ordenador, por eso hay que trabajar juntos", aseguró Ramírez. "La mayoría de los padres nos cuenta que su hijo se encierra en su dormitorio, donde además de los libros está el ordenador con conexión a Internet; ellos dicen que están estudiando pero nunca se puede llegar a saber", reconoce al respecto este docente.

Ramírez defiende la introducción de las nuevas tecnologías de la información en el ámbito educativo, pero "deberíamos tener más formación, todo ha llegado muy de repente y ni los docentes ni los padres cuentan con los recursos para tratar este tipo de conductas". En su día fueron los videojuegos y la era de internet ha dado lugar a esta dependencia.

Silvia Macías da clases de Informática en tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y también de TIC en segundo de Bachillerato en el Instituto Maimónides. "El uso de las redes sociales es incontrolable y es cierto que hay una preocupación de los padres", asegura esta docente quien, además, lamenta, que poco más se puede hacer. Dentro del centro "aplicamos filtros para que no se puedan meter en páginas como el tuenti" aunque los alumnos "echan mano de la picaresca" y acceden a esa página a través de otros servidores. En cuanto los docentes detectan alguno de estos trucos eliminan esa vía alternativa; "esa es nuestra lucha diaria", afirma Macías. Especialmente son los alumnos entre 15 y 16 años lo que presentan una excesiva dependencia de estos instrumentos y "tenemos que estar muy pendientes". Lo que ocurre es que en el ámbito escolar sí existe ese control pero, ¿qué pasa cuando los alumnos llegan a su casa? Ellos se encierran en su habitación y aseguran a sus padres que están estudiando pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, el ordenador le gana la partida a los libros. Para Macías, una de las posibles soluciones es que la familia "muestre interés" por las nuevas tecnologías ya que, para muchos padres el mundo virtual es un completo desconocido y los hijos se pueden aprovechar de esa situación. En este sentido, la formación también es fundamental en el ámbito familiar y los progenitores deben conocer el manejo y uso de internet para aconsejar y vigilar a los jóvenes. "Nunca hay que dejarlos porque no se entienda del tema", afirma Macías. Esta profesora mantiene que las implantación de las nuevas tecnologías es un "acierto" si se utiliza bien porque permite el acceso a la información de una manera más amena y atractiva para los alumnos, pero se muestra "totalmente en contra" de las redes sociales porque "no ayuda a crear hábitos de estudio y va en contra de los procesos de socialización". Precisamente éste es el mayor miedo de los padres.

Hay algunos casos en los que aplicación de las TIC es totalmente beneficioso. Uno de esos ejemplos se encuentra en el Colegio Margarita Guisado, situado en la aldea de La Herradura, perteneciente a Fuente Palmera. El director del centro, Antonio Pachón, es también firme defensor de los nuevos instrumentos virtuales, algo que se entiende cuando explica el funcionamiento en su centro. Sólo tres niños tienen acceso a los ordenadores portátiles por lo que "es muy fácil controlarles el uso", apunta Pachón. De esta manera se consigue que los estudiantes de sexto de primaria se centren fundamentalmente en la parte educativa sin perder más tiempo en lo demás. Tampoco aquí se contempla la duda de qué harán cuando lleguen a casa, pues a esa aldea no llega la línea adsl salvo en lugares determinados y a unas horas concretas. En esta caso, el centro TIC acerca esta herramienta a estos alumnos que, de otra manera, no podrían hacerlo. Pachón, sin embargo, advierte de que el uso de las tecnologías favorece el acceso a los contenidos y los alumnos aprenden a investigar y a plasmar la información, pero "no ejercitan la memoria".

Lo cierto es que hay argumentos tanto a favor como en contra. La clave, como en casi todo, está en hacer un uso correcto de los ordenadores. En exceso, cualquier cosa puede convertirse en peligrosa. La presencia de las redes sociales en la vida de los jóvenes es inevitable por lo que, tanto docentes como padres, tienen que prepararse para poder instruir a los estudiantes en un uso responsable de ellas.

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