El juez requiere a los siete mandos investigados por las muertes en Cerro Muriano que estén “localizables”

Tribunales

La instrucción llega a su recta final y el Togado Militar tiene previsto dictar una resolución en la última semana de julio

La transcripción del whatsapp evidencia que el sargento que colocó la cuerda avisó de que el agua cubría

El capitán declara que la muerte de sus dos subordinados fue "fruto de la casualidad"

Un militar en la base de Cerro Muriano el día de los hechos. / Juan Ayala

Córdoba/La instrucción judicial para aclarar la posible responsabilidad penal de varios mandos en la muerte de dos soldados en Cerro Muriano encara su recta final. En una diligencia de comunicación notificada ayer a las partes, el Juzgado Togado Militar Central número 2 requiere que el personal militar investigado en el procedimiento “permanezca localizable y disponible” durante la última semana del mes de julio, toda vez que en esas fechas el juez instructor “tiene previsto dictar una resolución”.

Fuentes jurídicas consultadas por El Día señalan lo insólito de la advertencia, y comparten la teoría de que el magistrado tiene la intención de cerrar la instrucción antes del impasse de agosto, pues entre las partes se ha alcanzado un acuerdo para hacer un receso en el mes central de las vacaciones. Una de las posibilidades es que, en las próximas horas, el juez togado emita el auto de procedimiento abreviado, con los detalles del procesamiento de los implicados.

También cabría la posibilidad de que, tras las declaraciones de los últimos días, dictara un auto de medidas cautelares, que podrían incluir la retirada del pasaporte o incluso la prisión preventiva, como las acusaciones particulares han solicitado en varias ocasiones. Fuentes jurídicas consultadas, no obstante, lo ven improbable por lo avanzado de la investigación y por la voluntad de colaboración que han mostrado los imputados desde el principio.

Otra vía que no se puede descartar es que, pese a la voluntad del juez de cerrar la instrucción, alguna de las partes personadas solicite más pruebas, diligencias o comparecencias, aunque quedaría a voluntad del togado admitirlas o descartarlas en el caso de que considere de que ya existe información suficiente para redactar el auto de procesamiento. La decisión, en todo caso, se conocerá en las próximas horas.

Siete mandos investigados

El suceso, en el que fallecieron el soldado Carlos León y el cabo Miguel Ángel Jiménez, se produjo el pasado 21 de diciembre durante una maniobra consistente en el cruce de un lago y que se realizó a temperaturas muy bajas. En los últimos días, ante el Juzgado Togado Militar Central número 2 han comparecido los siete mandos investigados: dos sargentos, un capitán, un teniente, dos coroneles, un teniente coronel y un comandante. También han comparecido testigos soldados, peritos e investigadores. 

Según lo que ha trascendido, siempre por parte de las acusaciones, el capitán que fue el máximo responsable de la maniobras habría asegurado que el fallecimiento de los dos militares fue “fruto de la casualidad”, que eran los soldados que participaban en los ejercicios “los propios responsables de lo que estaba ocurriendo” y que se había “supervisado todo”. 

Uno de los coroneles, por su parte, reconoció que no le pareció “normal” ese ejercicio del curso, que no era “habitual, ni estaba estandarizado ni era rutinario”, y que no le pareció “que se tuviese que desarrollar así, que le parecía que entrañaba peligro, que desde luego tenía que tener sus medidas de seguridad”. 

En cuanto al sargento que colocó la cuerda que debía garantizar la seguridad de los soldados que tenían que cruzar el lago, señaló que avisó a sus superiores de que la misma estaba ubicada en una zona donde el agua les cubriría por completo.

“Cubre, mi capitán”

La providencia judicial notificada ayer incluye, de hecho, la transcripción de las conversaciones por whatsapp que mantuvieron el capitán y el sargento en la mañana del 20 de diciembre, una charla que arranca con un mensaje de este último: “Ya está montada la línea de vida”, le comunica. “¿Llega a cubrir o se hace pie continuamente?”, le interroga. “Cubre, mi capitán”, es la respuesta contundente. El mando le responde escueto: “Jaja OK. Veremos a ver”. “Esperemos que no se tengan que echar al rescate”, le avisa el sargento. El capitán vuelve a responder escueto: “Más nos vale”. Las últimas palabras son del sargento: “Jajaja, a sus órdenes”. A la mañana siguiente, fallecieron los dos soldados.

En los últimos días, ha trascendido el traslado de dos de los siete investigados, entre ellos el capitán, ahora destinado en la Unidad de Recursos Humanos del Estado Mayor de la Defensa, con sede en Madrid. En cuanto al teniente que participó en las maniobras, investigado desde el primer momento, ha sido trasladado al cuartel general de la Brigada de Infantería Guzmán el Bueno X, en Cerro Muriano.

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