Los agentes barajaron distintos sospechosos de matar a una anciana en Baena
Al acusado se le intervino durante varios meses el teléfono
Agentes de la investigación del presunto asesinato de una anciana en Baena (Córdoba) en abril de 2015, que juzga un tribunal popular, han declarado hoy que se investigaron a otra personas como sospechosos de la muerta de la mujer, aunque solo se acusó a una persona.
El sargento de la Guardia Civil de Córdoba que dirigió las diligencias policiales ha indicado en la sesión del juicio que la investigación "arranca" con la sospecha de otra persona, el hombre que el día de los hechos va a casa de la mujer a recoger un teléfono móvil para llevárselo al hijo de la fallecida, ingresado en ese momento en el hospital por neumonía.
De hecho, tanto el sargento como otro cabo de la Guardia Civil han declarado que al hombre, que como el acusado eran amigos del hijo de la víctima y frecuentaban la casa para fumar droga, "se le intervino durante dos o tres meses el teléfono".
Los agentes han añadido que se dejó de investigar a un tercer sospechoso porque comprobaron que su moto, un vehículo de color amarillo que un testigo situó alrededor de la casa, "la tenía despiezada".
Asimismo, el agente ha dicho que en la inspección de la casa del acusado no se encontraron las zapatillas de deporte cuya huella coincidiría con una hallada en la casa de la víctima, donde fue hallada muerta.
Tampoco se encontró una sudadera de color naranja, prenda identificada por una vecina que aseguró que llevaba un hombre al que vio saltar la valla de acceso a la casa donde se cometió el crimen.
Las seis declaraciones de los agentes policiales de hoy, tres policías locales de Baena y otros tantos guardias civiles, han coincidido en que una vecina declaró haber visto a dos personas acceder saltando la valla, una con la capucha de la sudadera puesta y otra con una gorra de color llamativo.
En la sesión se ha reproducido una declaración sumarial del hijo de la víctima, que vivía con ella y que falleció posteriormente, en la que confirmaba su relación de amistad con el acusado, que éste le había ayudado a pintar la casa y que se quedaba a dormir de vez en cuando.
El juicio sigue mañana con la exposición de los peritos sobre las conclusiones de las huellas halladas en la inspección del lugar del crimen.
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