Leonardo Padura: "Cuba ha pasado de moda porque su situación ha perdido dramatismo"
Entrevista
El escritor cubano ha pasado por Córdoba para presentar su último libro, 'Ir a La Habana', un alegato de la decadencia de su país
Córdoba/Leonardo Padura (La Habana, Cuba, 1955) es el escritor cubano más reconocido de la actualidad. Su vida está ligada indisolublemente a su ciudad y a su barrio, Mantilla. De hecho, vive en la misma casa en la que nació hace 69 años. Acaba de publicar Ir a La Habana, una autobiografía sentimental y un alegato político de la decadencia de su país que ha presentado recientemente en Córdoba.
Pregunta.Este es un libro con una estructura diferente, ¿qué va a encontrar el lector en él?
Respuesta.Bueno, es que este libro es diferente y tiene la estructura que buscamos. Fue mi esposa, Lucía López Coll, la que me propuso organizarlo de esta manera. Tiene una parte que es el ensayo, que es el cuerpo principal del libro, sobre mi relación con la ciudad. Tiene los fragmentos de novela en que se ve cómo ese proceso de acercamiento a la ciudad se revela en las novelas. Y una tercera parte que son textos periodísticos, sobre todo reportajes, que he escrito a lo largo de muchos años con personajes, lugares e historias de la ciudad de La Habana.
P.¿Qué aspectos más sorprendentes de La Habana y de sus barrios puede descubrir el lector en este libro?
R.Creo que en el texto está muy bien explicada mi relación con ese lugar en el que nací, donde todavía vivo, este barrio que se llama Mantilla, un nombre un poco andaluz, y de ahí cómo fui conociendo y -es una palabra que puede resultar un poco fea, pero es muy justa- me fui apropiando de la ciudad, con muchos elementos sorprendentes, porque fui descubriendo personajes, historias.. Fui estudiando la vida de la ciudad, su literatura, su arte... Y todo eso fueron revelaciones que me fueron completando a mí como individuo y algunas de las cuales creo que he tratado de expresar en este texto.
Soy de esa rara especie de individuo que nació en el siglo XX y vive en el siglo XXI en el mismo lugar donde nació"
P.¿Por qué nunca ha dejado La Habana?
R.Siempre he vivido en La Habana, en la misma casa, yo soy de esa rara especie de individuo que nació en el siglo XX y vive en el siglo XXI en el mismo lugar donde nació. Ahí tengo, afortunadamente, todavía a mi madre, que se mudó allí en 1954, cuando mis padres ya querían tener familia, y al año siguiente llegué yo, y ahí he estado toda mi vida. Es una casa a la que le tengo mucho cariño, es el lugar donde siento que soy más la persona que soy, porque todos mis recuerdos, mis memorias, mi trabajo, ha sido realizado en ese lugar.
P.¿Invita usted a ir a La Habana?
R.Yo creo que el libro es una invitación a ir a La Habana, pero una invitación crítica. Este es un libro que cuenta una historia de amor, pero una historia de amor en la que tomo una cierta distancia del objeto al que uno ama y veo también sus manchas, sus defectos, sus problemas. Creo que hoy mismo la ciudad atraviesa un periodo no demasiado favorable en muchos sentidos; en el sentido físico, en su estructura física, pero también en sus aspectos humanos, espirituales. Por un lado, una degradación de su estado que provoca una degradación en el comportamiento de las personas. Lamentablemente, eso está ocurriendo hoy en La Habana.
P.¿Se maquilla la realidad de Cuba?
R.Muchas veces sí, la prensa oficial la maquilla muchísimo, la maquilla tanto que a veces no la reconocemos. Yo a veces veo el noticiero de televisión en Cuba o leo los periódicos y me parece que están hablando de otro país, como si muchos de los problemas que vemos diariamente, que sufrimos diariamente, no existieran, visto desde una perspectiva en que le quitan dramatismo y se convierte en una justificación de lo que está ocurriendo.
P.¿Cree que sigue habiendo gente que tiene una visión idílica de Cuba?
R.Sí, hay gente que tiene una visión idílica de Cuba y tiene su derecho a tenerla. Lo que pasa es que el conocimiento real de cómo es la vida en la Cuba contemporánea tal vez rompería muchos de los elementos de ese idilio, pero bueno, creo que cada cual tiene derecho a sentir, a expresar y a ver las cosas desde su perspectiva, aunque la mía no es precisamente idílica en estos momentos.
P.¿Cuando usted viene a España, qué visión cree que tenemos de su país?
R.Bueno, hay de todo. Hay desde quienes son críticos feroces del sistema cubano hasta hay amantes incondicionales y, en ese espectro, a veces los extremos son bastante fundamentalistas y no consideran la realidad real, pero en el medio hay una gran cantidad de personas que viven mirando a Cuba con una cierta nostalgia por el proyecto que fue y el proyecto que se ha ido diluyendo en el tiempo. Creo que eso le ocurre a muchísimas personas medianamente sensibles con respecto a la situación cubana actual.
El conocimiento real de cómo es la vida en la Cuba actual tal vez rompería la visión idílica de muchas personas"
P.Parece que ahora mismo, con los conflictos que tenemos en Europa y en Oriente Medio, se ha olvidado un poco lo que está pasando allí.
R.Sí, creo que, lamentablemente, aunque esté mal ni siquiera pensarlo, creo que Cuba ha pasado de moda. Es que la situación, como se ha encallado de una manera que no se mueve en un sentido ni en el otro, ha perdido un poco de dramatismo. Últimamente, la gran noticia de Cuba ha sido la muerte en Miami de un músico de música urbana cubana y ocurren otras muchas cosas en Cuba que apenas han tenido reflejo en ningún medio.
P.¿Como es la vida cotidiana en Cuba, en concreto en La Habana, donde vive usted?
R. Necesitaría que estemos hablando casi dos días. Tengo que empezar por la mañana tempranito y terminar por la noche tarde. Es una vida cotidiana complicada en la que muchas personas tienen que practicar estrategias de supervivencia porque hay un desajuste brutal entre lo que los ciudadanos perciben como salario y los costes de la vida en Cuba. He puesto ese ejemplo muchas veces en estos días. Imagínate, mi madre recibe una jubilación de 1.800 pesos y un cartón de 30 huevos en Cuba vale 3.000. ¿Cuándo lo consigues? Entonces, te podrás imaginar tú lo ardua que puede ser la vida cotidiana en Cuba para muchísimas personas.
P.¿Qué peso sigue teniendo el turismo en Cuba? ¿Se ha desinflado o sigue al alza?
R.Después de la pandemia no se han recuperado los niveles que había en el 2018-2019 y en esto también ha tenido mucho que ver el hecho de que el gobierno de los Estados Unidos, la administración Trump, colocó a Cuba en una lista de países que patrocinaban o no colaboraban en la lucha contra el terrorismo, en una de esas dos categorías, no estoy seguro exactamente. Y eso implica que, por ejemplo, un ciudadano español que vaya vaya a los Estados Unidos ya puede aplicar con la visa electrónica, como ciudadano europeo tiene esa posibilidad, pero si pasa antes por Cuba tiene que pedir un visado en el consulado y someterse a todo el trámite y puede resultar que no le concedan la visa. Eso hace que mucha gente en Europa lo piense tantas veces que decida no ir a Cuba. Eso ha afectado de una manera muy directa la cantidad de turistas que pudieran llegar a Cuba.
P.La sociedad, la población, ¿ha perdido la esperanza de cualquier cambio?
R.Mucha gente sí ha perdido la esperanza. Yo creo que hay una situación de estancamiento y de falta de perspectiva. En los últimos años, el gobierno ha tratado de aplicar soluciones a determinados problemas y en realidad lo que ha creado ha sido nuevos problemas. Hubo hace dos años un proceso de unificación monetaria, es decir, sacar de circulación una moneda que era equivalente al dólar o al euro y eso ha provocado una enorme inflación. Después, se aprobó una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas privadas y después se han dictado regulaciones que las controlan y limitan su posible crecimiento y su posible funcionamiento, incluso. Entonces, es como que vamos tanteando y no se sabe hacia dónde. En un lenguaje que se usaba antes, que no sé si ahora será políticamente incorrecto, el gobierno creo que va dando palos de ciego porque no se encuentran soluciones para los grandes problemas que todavía existen, como este de la desproporción entre salario y costo de la vida, entre un estado de bienestar que se ha deteriorado por la falta de medicamentos, de alimentos, de combustible... En fin, que hay una enorme cantidad de problemas gravitando sobre la vida cotidiana de los cubanos y eso hace que la gente haya perdido mucha fe y mucha esperanza.
P. ¿La pérdida del turismo ha incidido sobre la economía?
R.Había personas que tenían pequeños negocios, hostales y restaurantes y cosas así que dependían del turismo, pero es que el país, la economía del país, su principal fuente de ingreso era el turismo y creo que lo sigue siendo a pesar de que ese turismo haya disminuido en una proporción bastante grande.
P.¿Cómo es vivir en La Habana siendo crítico con la sociedad y con el régimen?
R.Bueno, pues yo vivo ahí, hago mi trabajo, vivo en mi casa, hago la vida social que necesito con mis amigos, poca vida de promoción de mi trabajo porque mis libros últimamente no se publican. Siempre se publicaron poco y mal, pero ahora no se publican, no salgo en los periódicos, no salgo en la televisión, no salgo en la radio, pero bueno, puedo escribir mi obra ahí con mis condiciones y espero poder seguir haciéndolo todo el tiempo que pueda e incluso espero que las condiciones en Cuba cambien y sean mucho más favorables, no solo para la creación, sino para todos los sectores de la vida. No es que esté silenciado porque yo tengo vías de expresión a través de mis libros, a través de mi periodismo, ahora mismo haciendo muchísimas entrevistas aquí en España, vengo de Brasil donde hice infinidad de entrevistas, antes estuve en República Dominicana donde también fue igual, entonces bueno, tengo mis vías de expresión. Que eso en Cuba circule por canales alternativos o ahora a través de las vías de las redes sociales, pues hace que la gente tenga alguna posibilidad de enterarse de lo que yo hago, de lo que yo digo y de lo que escribo.
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