Libros para viajar a mundos de fantasía para los niños ingresados en el Hospital Reina Sofía

Literatura

Los pequeños hospitalizados y en tratamiento reciben obras infantiles y juveniles de la mano del Doctor Leo

El Hospital Reina Sofía inicia un proyecto para mejorar el sueño de los pacientes ingresados

Lorena lee un libro en el Aula Hospitalaria del Hospital Reina Sofía. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/Una tarde con Caperucita Roja, una aventura por El libro de la selva, una investigación con Geronimo Stilton... Los libros invitan a hacer infinitos viajes, abren la mente y trasladan a mundos mágicos a quienes los leen. Son la mejor forma de despejar la mente y de entretener en momentos difíciles.

Este 23 de abril, Día del Libro, el Hospital Reina Sofía de Córdoba ha querido celebrarlo con los más pequeños con la intención de que "estimulen su creatividad y se haga más llevadera su estancia" durante sus ingresos o mientras reciben sus tratamientos, ha explicado la responsable de la Unidad de Actividades Motivacionales del centro, Ana Calvo.

En esta ocasión, ha sido el Doctor Leo, un pequeño robot con el que cuenta esta unidad, el que ha acercado los maravillosos mundos de la literatura a los niños de la mano de Ana Calvo, que ha contado también con dos ayudantes: Diana y Laura, de seis y siete años, respectivamente.

Laura, Diana y Mateo cogen un libro del Doctor Leo. / Miguel Ángel Salas

Los cuatro han repartido ilusión y magia entre todos los pacientes del Reina Sofía y sus familias, habitación por habitación, con el objetivo de alegrar un poco su estancia y hacer de este miércoles un día más especial. Actividades como esta "ayudan al proceso emocional, a que el niño siga siendo niño aunque esté en el hospital", ha señalado Calvo.

En el Aula Hospitalaria han trabajado previamente qué significa el Día del Libro y por qué se trata de una celebración especial. Y por fin ha llegado el momento de unir "lectura y juego" gracias, también, a la divertida forma en la que han recibido los ejemplares: cuentos, obras de literatura infantil y juvenil, de poesía, libros para colorear, de pegatinas, ceras y lápices que el Doctor Leo llevaba dentro.

Una vez abiertas sus puertas, como si de una pequeña librería se tratase, cada niño ha elegido un libro. Precisamente en el Aula Hospitalaria ha comenzado la ruta por el Hospital Infantil, que se ha desarrollado por la Unidad de Tratamiento Ambulatorio (UTA) y las plantas tercera (dedicada a Oncohematología) y quinta.

El reparto por todas las habitaciones

La primera en vivir esta experiencia ha sido Lorena, una niña que está a punto de cumplir 11 años y que ingresó el pasado fin de semana por una complicación de una infección de garganta. Nada más entrar en el aula, ella y su madre, Lidia, se han sorprendido al ver al Doctor Leo. En seguida, Ana Calvo la ha invitado a coger un libro del interior del robot. Es la primera vez que Lorena ingresa en el hospital y "lo lleva regular", pero esta actividad la ha ayudado a que su día se pase de forma más rápida con la vista puesta en recibir el alta pronto.

"¿Tú qué haces aquí?", pregunta Mateo, de nueve años, al Doctor Leo nada más aparecer este por la sala de espera del Hospital de Día Pediátrico. Allí también están Diana y Laura; los tres vienen a la UTA a recibir sus tratamientos. En seguida se acercan mientras Ana Calvo les explica lo que tienen que hacer para que se abran las compuertas y aparezcan los libros. "Yo le voy a coger uno a mi hermano", dice Laura, que reconoce a primera vista el de Caperucita Roja y empieza a ojearlo. Mateo, algo más tímido, coge El libro de la selva y comienza a leer en alto: ¡que yo ya estoy en cuarto!", dice orgulloso mientras su abuela, que ha ido a acompañarlo al hospital, lo mira emocionada.

Ana Calvo muestra a Mateo 'El libro de la selva'. / Miguel Ángel Salas

Belén, madre de Diana, señala que actividades como esta son "muy importantes porque el proceso es bastante complicado" y así "no se hace tan pesado" estar ingresado ni en la UTA. Sin estas actividades "esto se hace muy largo", apunta. En ese sentido, recuerda que en Navidad Diana, y ella estuvieron en la cámara de aislamiento de Oncohematología y por allí pasaron jugadores del Córdoba CF, policías, bomberos, los Reyes Magos... A los que pudieron ver a través del cristal y hablar con ellos por un teléfono.

Al rato, Laura avisa a su madre de que se va "con Leo y con Ana" a repartir libros por esa tercera planta que tan bien conoce. Mientras, su madre solo le pide que tenga "cuidado con todos los niños, que tú ya has estado ahí". A ellas se apunta Diana. Juntas, entran en la habitación de José Ignacio, al que además de dar un libro y unos lápices ofrecen unos gusanitos, que él acepta encantado. "Vaya ayudantas tengo", dice orgullosa Ana Calvo.

Después visitan a Rosario, a la que le ofrecen El bosque embrujado, de la saga del ratón Geronimo Stilton; y a Daniela, a la que dan a elegir entre varios libros. Así, hasta pasar por todas las habitaciones de la tercera planta, donde se acaba el viaje de Diana y Laura, pero sigue el de Ana y el Doctor Leo, que también llegan hasta la quinta planta para que ningún niño se quede sin sorpresa en este Día del Libro.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último