La lluvia lleva a los pantanos el agua que consume Córdoba en 14 meses

Las presas de San Rafael de Navallana y del Guadalmellato reciben el aporte de 36 hectómetros cúbicos en la última semana, cuando la ciudad consume el equivalente a 30 hectómetros en un año

Panorámica del embalse cordobés de San Rafael de Navallana, que ya se aproxima al 60% de su capacidad total y que abandona el estado de sequía que sufría este verano.
Panorámica del embalse cordobés de San Rafael de Navallana, que ya se aproxima al 60% de su capacidad total y que abandona el estado de sequía que sufría este verano.

Una semana de lluvias ha sido suficiente para alejar el fantasma de la sequía de Córdoba. El último temporal de precipitaciones intensas, unido a un invierno que está siendo más húmedo de lo habitual, ha hecho crecer de forma significativa todos los ríos de la provincia y la llegada de agua a los pantanos se ha multiplicado. Tanto ha aumentado la reserva que sólo con el agua que ha entrado en los dos pantanos que abastecen a la ciudad de Córdoba (Guadalmellato y San Rafael de Navallana) podrían beber sus 325.000 habitantes durante algo más de un año.

Según el último parte del estado de los embalses cordobeses, del pasado viernes, en la última semana el pantano del Guadalmellato ha recibido la aportación de 23,21 hectómetros cúbicos y el de San Rafael de Navallana otros 12,73. En total, la reserva de agua de la capital ha crecido en 36 hectómetros cúbicos, suficiente para los próximos 14 meses ya que se estima que el consumo anual de la ciudad es de 30 hectómetros cúbicos, según confirmaron ayer a El Día fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Sin embargo, la aportación es algo mayor en lo que va de año, ya que en 12 meses la reserva ha crecido en 51,65 hectómetros cúbicos, es decir, casi el consumo de la ciudad en dos años. En concreto, y según la última medición, en los dos pantanos hay agua suficiente para dar de beber a los cordobeses de la capital durante los próximos seis años. Entre los dos embalses sostienen una reserva de 206 hectómetros cúbicos de agua repartidos entre los 199 del Guadalmellato y los 87,49 de San Rafael de Navallana.

Las últimas lluvias han sido tan intensas en Sierra Morena que el pantano del Guadalmellato está casi lleno, ya que está al 81% de su capacidad de abastecimiento de agua. De esta forma, si se suceden nuevos temporales de lluvia y el nivel se aproxima al 90% la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no tendrá más remedio que abrir las compuertas y comenzar a desembalsar. El agua sobrante irá directamente a San Rafael de Navallana, que en la actualidad está al 55,73% de su capacidad y que tiene mucho más margen de llenado. La crecida de estos dos embalses es tan significativa por la enorme cuenca de la que disponen. De hecho, al Guadalmellato va todo el agua de la lluvia y los arroyos desde la zona Sur de Los Pedroches hasta las inmediaciones de Adamuz.

La crecida de los embalses ha sido general en toda la provincia. En una semana, los pantanos han recibido una aportación de 170 hectómetros cúbicos de agua y su nivel ha crecido en un 6%, del 33,76% y situación de casi sequía de la semana pasada se ha pasado a un 39,94% que comienza a dibujar un panorama bien distinto. Las escorrentías y crecidas de los ríos y los arroyos han sido tan importantes que sólo el viernes llevaron 63,59 hectómetros cúbicos de agua hasta los embalses.

Iznájar es el embalse más significativo de Córdoba. Primero, porque es el más grande de Andalucía y segundo porque su llenado no sólo depende de la lluvia, sino también de la nieve que se acumula en Sierra Nevada. Este verano, Iznájar entró en una situación crítica, ya que su reserva se vio mermada hasta el 20%. Ahora, es con diferencia el pantano de Andalucía que más hectómetros de agua recibe al día (el pasado viernes le entraron 12,49 hectómetros cúbicos; en Andalucía hay pantanos con mucha menos capacidad). En la última semana ha crecido mucho, pero todavía está al 27%, muy lejos todavía de parecer una presa medio llena. Sin embargo, su enorme muro de hormigón retiene 272 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad más que suficiente para abastecer a los 200.000 cordobeses del Sur de la provincia que dependen de sus aguas para abrir el grifo de forma habitual.

En la zona Norte, la sequía también parece superada. Todos los pueblos de las comarcas del Valle del Guadiato y de Los Pedroches beben del embalse de Sierra Boyera. Las últimas lluvias han ayudado a que esta presa alcance el 70% de su nivel, lo que representa unos 29 hectómetros cúbicos de agua sobre una capacidad total de 41. Una cantidad más que suficiente para que el fantasma de la sequía también sea un mito del pasado para los más de 100.000 habitantes de la zona Norte de la provincia.

En estas últimas semanas donde más ha llovido ha sido en la zona Sureste. Pese a ello, en la comarca del Guadajoz la situación hídrica no ha cambiado de una forma muy sustancial (como ha ocurrido por ejemplo con el Guadalmellato). El embalse de Vadomojón, en el cauce del Guadajoz, está ahora al 41% y retiene ya unos 68 hectómetros cúbicos. Con esta entrada de agua y si vuelve a llover de forma intensa en primavera, los regantes de esta zona podrán recuperar una dotación casi normal después de unos últimos años difíciles en los que muchos apenas si han dispuesto de agua suficiente para unos olivares que deberían haber sido de regadío.

En el otro extremo de la provincia, el que normalmente es más húmedo, la situación es algo mejor. Los embalses que sostienen el cultivo de cítricos en la comarca de la Vega del Guadalquivir han crecido a unos niveles que casi garantizan el abastecimiento para la agricultura en este verano si desde ya dejara de llover. En concreto, la Breña ya está al 57% mientras que el Bembézar roza el 60% de su capacidad. En esta última semana, su reserva ha crecido en seis puntos, una cifra que ronda la media de incremento de toda la provincia. Ahora mismo, la Breña es el único pantano que podría superar el 100% de su capacidad y rebosar, ya que acaban de concluir las obras de construcción de La Breña II y su agua sobrante sería recogida por este embalse que es hasta ocho veces mayor. Pese a todo, La Breña II será casi imposible de llenar hasta que no concluya una obra fundamental: la construcción de una estación de bombeo que aprovechará el agua del río Guadalquivir cuando baje tan crecido como lo hace en estos momentos.

Las lluvias de esta última semana también han contribuido a aliviar la situación extrema que desde hace tres años atraviesa un pantano en Córdoba: Puente Nuevo. Hace una semana, este embalse situado entre los términos municipales de Espiel y Villaviciosa alcanzaba un nivel que a duras penas llegaba al 14%. Ahora, su reserva ha crecido hasta el 18% pero las aportaciones que va recibiendo cada día en forma de escorrentías son constantes. Pero hará falta mucha más lluvia para poder verlo lleno.

Pese a todo y aunque las lluvias de esta última semana han sido intensas en la provincia, la reserva de agua de Córdoba es la más baja de toda la cuenca del Guadalquivir. Según los datos de la Agencia Andaluza del Agua (que ahora gestiona toda la Confederación del Guadalquivir), la reserva de agua de Jaén ya es superior a la de Córdoba y la sitúa en un 414,48%. La de Granada también es mayor y está en el 43,57%. Sin embargo, tanto Sevilla como Huelva siempre han tenido niveles superiores a los del centro y Este de Andalucía, del 68 y el 76,50% ahora. Eso sí, en ninguna provincia hay tanta agua como en Córdoba, que retiene un total de 1.103 hectómetros cúbicos.

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