Luis Miguel en Córdoba: El Sol que brilla como nunca en la noche califal
Crítica de música
El artista triunfa en los Califas ante unas más de 10.000 personas entregadísimas gracias a un gran show de clásicos de su repertorio
El pero que se le puede poner al astro rey mexicano de su recital cordobés es que no abriera la boca en toda la noche para dirigirse al público
Las mejores fotos del concierto de Luis Miguel en Córdoba
La ficha
**** Luis Miguel (Gira 2024)
Luis Miguel (voz); Kiko Cibrián (guitarras eléctrica y acústica), Alex Carballo (trombón), Lalo Carrillo (bajo), Salo Loyo (teclados), Víctor Loyo (batería), Mike Rodríguez (piano), Roberto Serrano (percusión), Alejandro Barragán (saxofón), Bill Churchville (trompeta), Arturo Solar (trompeta), Omar Martínez (trompeta); Lara Mrgic, Paula Peralta y Tatyana Cooper (coristas). Fecha: viernes 28 de junio de 2024. Lugar: Plaza de Toros de Córdoba (Coso de los Califas). Aforo: Casi lleno.
"No culpes a la noche / no culpes a la playa / no culpes a la lluvia...". ¿Será que Córdoba lo ama? La noche del 28 de junio de 2024 ya ha quedado registrada en la memoria de los más de 10.000 incondicionales que hicieron retumbar la Plaza de Toros de Córdoba o Coso de los Califas durante el concierto que ha abierto la gira española de Luis Miguel. Un recital en un el que un público entregado vivió una especie de transfiguración del mito, de un Sol, el Sol de México que brilló con una luz muy propia en la noche califal, pero...Sí, hay algún pero que otro, el pero de que en su interacción con su público faltó, por lo menos, un "buenas noches, Córdoba", por lo menos. Al respetable no le dirigió ni una palabra en todo el show, se limitó a cantar como pocos, a moverse en el escenario como nadie y a sonreir, valga la redundancia, también como nadie. ¿Para qué más?
"Vais a flipar, esto es otra liga, esto es otro nivel; esta es la liga de gente como Springsteen", comentó un fanático fan de Luis Miguel a algunos de sus conocidos que se estrenaban en un show del Sol de México. Y no se equivocó. A flipar como fliparon muchos telespectadores allá por 1985 cuando, recien estenada la adolescencia, Micki, el hijo del cantautor gaditano Luisito Rey, se dio a conocer en sociedad en España en el entonces programa de La 1 Tocata dándolo todo a la hora de interpretar su mítica Palabra de honor. Difícil que a quien recuerda aquella actuación no le volviera de nuevo a la memoria cuando en el prólogo del show aparecieron en las pantallas gigantes fotografías que recorrieron su evolución física y artística desde aquel 1982, en el que grabó su primer álbum, 1+1=2 enamorados, hasta nuestros días.
Una banda impecable, con un guitarrista y compositor muy particular, Ignacio Cibrián -más conocido como Kiko-, una banda con muy buenos músicos, le acompañó majestuosamente desde los primeros acordes de Será que no me amas, versión del tema Blame It On the Boogie, que popularizaron The Jaksons con Michael Jackson a la cabeza. Otra versión, Amor, amor, amor -ésta popularizada en su día por Bing Crosby- Suave, Culpable o no, Te necesito, Hasta que me olvides y Dame compusieron la primera de las cinco partes del concierto, partes bien diferenciadas de un show en el que no faltan géneros tan diversos como el pop, el bolero, la ranchera, el soul, el jazz...A la primera parte siguió una segunda en la que Luis Miguel a ritmo de bolero alargó aún más su romance con Córdoba con la música del gran Armando Manzanero, Por debajo de la mesa / No sé tú, medley al que siguió otro, Como yo te ame / Solamente una vez / Somos novios / Todo y nada / Nosotros.
Tras la segunda, una tercera en la que resucitó a dos mitos para interpretar sendos duetos con ellos. A Michael Jackson, con el que cantó Sonríe (Smile), ese bellísimo tema compuesto por Charlie Chaplin (sí, por Charlot); y a Frank Sinatra, con quien deleitó al público con la perfecta ejecución de un clásico entre los clásicos de La Voz, Come fly with me (Ven y vuela conmingo). Y el público voló, el ambiente creado hacía sentir que el público levitaba incluso después de las resurrecciones con un primer medley Un hombre busca a una mujer / Cuestión de piel / Oro de ley; y un segundo, Fría como el viento / Todo excepto a ti / Entrégate. Y es que Luis Miguel hizo levitar al público durante todo el recital, tanto que jamás dejó de corear las canciones del Sol de México y que raro era el tema en el que buena parte del respetable no se levantaba de sus asientos. Y eso, no nos engañemos, no lo consigue cualquier artista.
La cuarta parte del concierto es la reservada a las rancheras, al mariachi, ese género con denominación de origen mexicana que en noviembre de 2011 fue inscrito por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esa parte comenzó con La fiesta mariachi, tema en el que no faltó el grito ¡Viva México!; La Bikina -que encendió al público- y ese gran clásico medio bolero medio ranchera del gran José Alfredo Jiménez, como es La media vuelta. Si encuentras un amor que te comprenda / Y sientes que te quiere más que nadie / Entonces yo daré la media vuelta / Y me iré con el sol, cuando muera la tarde. Y tocaba despedirse con una quinta parte compuesta por dos medleys y un tema; o lo que es lo mismo No me puedes dejar así / Palabra de honor / La incondicional, además de Te propongo una noche y Ahora te puedes marchar / La chica del bikini azul / Isabel / Cuando calienta el sol. Y vaya si el Sol calentó, además de brillar, en el Coso de Los Califas, aunque fuera sin decir ni pio al respetable.
Por no decir ni mu ni presentó a su grandísima banda. Una banda compuesta por Kiko Cibrián (guitarras eléctrica y acústica), Alex Carballo (trombón), Lalo Carrillo (bajo), Salo Loyo (teclados) y Víctor Loyo (batería), quienes le acompañan al astro rey desde hace más de dos décadas. Además de por Mike Rodríguez (piano), Roberto Serrano (percusión), Alejandro Barragán (saxofón), Bill Churchville (trompeta), Arturo Solar (trompeta), Omar Martínez (trompeta); y las coristas Lara Mrgic, Paula Peralta y Tatyana Cooper.
Te podrá gustar más, te podrá gustar menos, te podra gustar menos o te podrá gustar más, pero lo que está claro es que Luis Miguel hizo pasar a Córdoba una noche inolvidable, electrizante, mantuvo con la piel erizada a los asistentes, y ocasionó que más de uno se quedara sin voz de tanto cantar y gritar. Eso sí, en el show del morbo y más del cuore de la cuenta, algunos de quienes asistieron aún se preguntan dónde estaría presenciando el recital su amada, la diseñadora cordobesa Paloma Cuevas. No fueron pocos y pocas quienes la buscaron con la mirada como buscarían a Wally en una noche ya grabada a fuego para muchos de los fans del astro rey -la del 28 de junio de 2024- en la que un Sol brilló y calentó como nunca la noche califal.
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