La magia de convertirse en una princesa
En Pricelandia se ofrecen servicios de belleza a niñas, a la vez que las monitoras les enseñan hábitos saludables de higiene

Desde hace muchas generaciones las niñas de todo el planeta desean convertirse en princesas, tales como Cenicienta, Bella, Jasmín o el resto de heroínas de las películas de la factoría Disney. Para satisfacer esta demanda, se ha establecido en la capital una sede de Princelandia, el primer spa infantil educativo de Europa que trabaja con una filosofía de cadena comercial, cuya filosofía consiste en "la creación de un ambiente lúdico en donde se desarrollen hábitos saludables de higiene y de conducta en sus pequeñas clientas", según afirma la encargada de este establecimiento que mete a las niñas -solo chicas- en un mundo que parece salido de un cuento de princesas.
En este centro de belleza, ubicado en el número 4 de la calle Fuente de la Salud, se ofrece un servicio individual o en grupo de hasta 25 pequeñas, que son atendidas por monitoras tituladas en Educación Infantil y en Educación especial, de modo que tienen cabida niñas que por ejemplo sean autistas o se comuniquen mediante el lenguaje de signos. El tratamiento del spa comienza en la zona de probadores en donde las instructoras les cambian la ropa, vistiéndolas con un precioso albornoz rosa.
Más tarde las niñas se acercan a la zona de manicura y luego a la de pedicura para dejar todas sus uñas perfectamente arregladas. El peinado también recibe su especial cuidado en los tocadores, lugar en el que además las educadoras maquillan con motivos de fantasía a las pequeñas. Finalmente, llega el momento más divertido de la sesión: el desfile de pasarela en donde las niñas, una vez vestidas, muestran el espectacular resultado a sus padres.
Durante el desarrollo de este tratamiento de belleza, las educadoras ofrecen consejos a las niñas, tales como el cuidado de sus uñas, evitando mordérselas o el lavado diario de la cara. Además, en ningún momento se permite la entrada de hombres en este lugar -excepto en la celebración del desfile-, pues en Princelandia "se le da una gran importancia a la protección de la menor", como afirma el dueño de este negocio franquiciado, Miguel Ángel Mellizo, y por ello se prohíbe la realización de fotos o vídeos.
Otros servicios que se ofrecen en este establecimiento son por ejemplo el llamado Mi mamá y yo que tiene lugar un vez al mes y al que acuden madres e hijas a recibir su tratamiento de belleza. Por su lado, con el servicio Princess forever (princesa para siempre, en inglés) se celebra el cumpleaños de las niñas más mayores, puesto que está destinado a mujeres de todas las edades.
De igual modo, las embarazadas tienen su lugar en Pricelandia, puesto que con el servicio Baby shower se realiza una fiesta en honor de la futura madre en el denominado "salón de celebraciones" en el que dos imponentes tronos encabezan una coqueta mesa plateada de estilo barroco.
Este centro de belleza educativo también propone a sus clientes la posibilidad de trasladar sus servicios a cualquier lugar que deseen, gracias a que poseen un stand de exteriores constituido por una pérgola bellamente adornada con elementos de fantasía en la que se incluyen varios tocadores y una pequeña pasarela, de modo que supone "una original actividad para celebrar todo tipo de acontecimientos como el caso de una primera comunión", como comenta el dueño de este local.
Pricelandia ofrece además el servicio de ludoteca con talleres que coinciden con las vacaciones de las pequeñas en Navidad y en verano. Versan sobre la creación de cuentos, la difusión de algunas nociones de protocolo e incluso cursos de repostería diseñados especialmente para su edad.
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