“Se nos maltrata cuando solo el 15% de los contagios por covid son de la hostelería”
Francisco de la Torre | Presidente de la Asociación de Hosteleros de Córdoba (Hostecor)
Defiende que la hostelería para por su momento más dramático debido al coronavirus e insiste en que solo un plan de rescate evitará un cierre masivo de establecimientos
–Corren malos tiempos para la hostelería.
–Llevamos desde enero en temporada baja en Córdoba, Sevilla, Jaén y Granada, desde que pasaron las navidades. Y ahora muchos compañeros teníamos el punto de mira puesto en septiembre, en otoño, y lo primero que nos han hecho el 16 de agosto es aplicar una normativa que es más restrictiva todavía. Se prohíbe abrir a los establecimientos que se dediquen exclusivamente al consumo de bebidas. Se prohíbe abrir a los establecimientos de esparcimiento para menores. Los establecimientos de hostelería (bar, cafetería, restaurante…) sin música no pueden superar el 75% de aforo dentro del local. Los establecimientos de hostelería con música no pueden superar el 60% de aforo dentro del local. Se limita a 10 personas la ocupación máxima por mesa o grupos de mesas, tanto en el interior como en el exterior de los locales. El horario de cierre es a la 01:00. No se pueden admitir nuevos clientes desde la medianoche. Eso es encorsetarnos aún más, nos están haciendo un cierre encubierto.
–¿Así lo considera?
–Sí. El 16 de agosto nos dieron la nueva normativa, nos la aplicaron y nos encorsetaron mucho más, porque decían que esto se estaba desbordando; estamos en septiembre y los números del covid siguen subiendo, por lo que nosotros entendemos que no somos la causa. Con estas medidas, lo que estamos es potenciando, y así se lo hago ver a los dirigentes políticos, son las no ferias, las no fiestas, la reuniones familiares en casa, donde no hay un control. Nosotros en la hostelería estamos bajo una normativa muy estricta y creo que, salvo excepciones que se pueden contar con los dedos de una mano de personas o compañeros que no son responsables, estamos cumpliendo al 100%.
–¿Cuánto cree entonces que el sector hostelero y más concretamente el del ocio nocturno tiene que ver con los contagios de coronavirus?
–Solo el 15% de los contagios de coronavirus vienen de la hostelería y se nos sigue maltratando como si fuéramos el problema. El resto ha venido a través de las residencias de ancianos y, sobre todo, de reuniones familiares y de de gente joven. Por eso digo que, cerrando la hostelería, que está completamente reglada, se están potenciando otro tipo de actividades que no están regladas y de las que no se tiene ni conocimiento.
–Al hilo del ocio nocturno, ¿qué valoración hace de lo ocurrido en la discoteca Babylonia con un brote con contagios que excedieron el centenar?
–Vuelvo a insistir en que el caso de Babylonia se trata del 85% de los casos en los que no tiene nada que ver la hostelería. Babylonia se encontró con que unos chicos venían de una fiesta previa, de una cena que estaba montada previamente por un colegio, creo que la responsabilidad debería recaer sobre quien organizó esa fiesta. Tengo la certeza segura de que los compañeros de Babylonia cumplían con todos los requisitos y, de hecho, se demuestra con las cámaras de grabación que el aforo era el que estaba permitido. Le puedo asegurar que la situación que están pasando los compañeros de Babylonia no la querrían ni en el peor de sus sueños, que no iban a permitir que por cinco clientes más o cinco copas más se hubiesen visto jamás en esta situación. Eso es lo que les recomiendo a todos los compañeros, que por una mesa más, por un cliente más, por cinco minutos más de tener a la gente sentada saltándote la normativa te puedes encontrar con un cierre de tu negocio. No merece la pena ese poco más para perder mucho.
–Se fijaron en principio septiembre para un posible repunte de la actividad, ¿teme el sector hostelero al otoño que está por venir?
–Temo de verdad mucho al otoño que vamos a pasar porque si sigue esta normativa que nos va encorsetando no sé adónde vamos a llegar. En las comidas de Navidad, las comidas de empresas, ya nos están reduciendo a diez personas el aforo y ya me contará qué pyme con diez personas se va a ir a comer a un restaurante. Lo están poniendo muy complicado. Creo que octubre es cuando va a dar la cara todo realmente, y lo que pedimos son certezas a las instituciones, no pueden seguir echando balones fuera. Los compañeros me preguntan hasta cuándo tienen que estar así, porque nadie lo sabe, porque nos siguen limitando. Le pongo el ejemplo de las bodas. Hay quien la ha pasado a la una del mediodía para que puedan disponer de terraza y demás y resulta que los compañeros que este sábado tienen bodas de 200 personas tienen que llamar al cliente para decirles que la tienen que dejar en 100. ¿Qué es lo que puede pasar? Pues que se la anule. Hay muchos compañeros que están tirando de sus propios recursos, de su propio patrimonio y que se están dando cuenta de que a esto no se le ve un fin cercano, por lo que decidirán cerrar. Si esto finalmente ocurre y la hostelería no funciona, va a suponer un rebote del paro que va a ser temible. Antes de la pandemia ya estábamos generando más puestos de trabajo que la misma agricultura en Córdoba. Este parón que nadie se lo esperaba tiene muy mal fin.
–¿Qué es lo que le piden a las instituciones para darle la vuelta a la situación?
–Pues pedimos un plan de rescate decidido, como cuando a la agricultura por la climatología se le da un tipo de ayudas. Estoy seguro de que los compañeros de hoteles, agencias de viaje o guías turísticos también lo necesitan, pero al sector hostelero nos están haciendo un cierre encubierto y, si lo que nos quieren es cerrar, porque según ellos somos la causa de que esto se siga propagando, creo que ha quedado reflejado que no es así, que no lo somos. Si no hay plan de rescate en Andalucía, puede cerrar el 25% de la hostelería.
–¿Y en Córdoba?
–Estimamos que si no hay un plan de rescate en Córdoba acabará echando el cierre un 20% del sector. No hay de momento plan de rescate y esto se agrava con que estamos pagando ya un porcentaje de la Seguridad Social de los compañeros que tenemos en ERTE, seguimos pagando nuestros suministros, nuestros alquileres y, repito, no hay ningún tipo de ayudas.
–¿Tiene constancia de que muchos profesionales hayan tenido que echar la persiana?
–Sí. Sobre todo hay mucha gente que está dilatando el cierre o la apertura, por ejemplo, en elCasco Histórico. Y en mi caso, que tengo dos negocios, uno de ellos lo tengo parado y el otro está empezando a arrancar con el menor personal posible, intentando en la medida de lo posible hacer recortes.
–Ustedes también han trabajado estos meses en un plan de choque que revitalice turísticamente la ciudad bajo el paraguas de CECO, pero esas medidas no son todas a corto o medio plazo, ¿qué esperan de él?
–Esperamos que sea una realidad a corto, medio y largo plazo. Hemos estado cuatro meses encerrados y cuatro meses trabajando duro, presentamos un plan de choque para revitalizar el turismo, con actividades de todos los segmentos, cuatro en particular, la gastronomía, el caballo, los congresos y el turismo cultural. Se le pedía y se le exigía al alcalde que cogiera las riendas y fuese él quien coordinase todo eso, y el alcalde lo cogió como suyo. Hemos presentado un plan de choque muy exigente con perspectivas muy altas y somos conscientes de que el 100% no se va a poder llevar a cabo a corto o a medio plazo, pero a largo plazo todo se puede realizar. Pero nosotros con que se hiciese realidad al 60% de aquí a 2021 o a 2022 estaríamos bastante contentos.
–¿No cree que como ha ocurrido muchas veces en Córdoba ese plan de choque se puede acabar quedando en un paquete de buenas intenciones?
–Esas buenas intenciones hay que plasmarlas en realidades y entendemos que el Ayuntamiento, como dinosaurio que siempre dicen que es, es muy lento. Vamos lentos en ese sentido y pedimos muchísima más coordinación porque no nos sirve de nada que los presupuestos de las concejalías de Promoción de la Ciudad, Turismo, Casco Histórico, que sirven para atraer el turismo, vayan desligados, deberían ir todos en común, que es lo que le pedimos al alcalde en particular, y que tengamos un calendario de actividades de todas las concejalías, pero que vayamos unidos en el mismo camino, para que nuestra ciudad sea un referente turístico de verdad.
–¿Qué opinión le merece que se haya llevado ante la Unesco la colocación de veladores en el entorno de la Mezquita-Catedral?
–Es poco acertado y creo que no es el momento para que el diputado Antonio Hurtado haga demagogia con el tema de los veladores del Casco Histórico. Yo le invitaría a que fuera al Casco Histórico, él dice que vive allí, puede vivir allí, pero si no se acerca y no palpa cómo están los compañeros... Evidentemente poner seis u ocho veladores no va a ser una solución, pero sí va a ser una ayuda, y toda ayuda es poca. Entonces, creo que no viene a cuento hacer ahora demagogia política, como ha venido haciendo muchísimas veces hablando de gentrificación turística.
–¿Usted considera que no hay gentrificación en Córdoba, al contrario de lo que también dicen las asociaciones de vecinos?
–En Córdoba no hemos tenido nunca gentrificación turística como la puede haber en Barcelona, pero bueno, políticamente, como digo, se pierden muchos esfuerzos en banalidades que nos han hecho ver realmente la dependencia que tenemos del turismo. A mí cuando me dicen que no se puede depender tanto del turismo, que debemos hacer otras cosas, yo contesto que me digan cuáles. Vuelvo a Antonio Hurtado. Si considera que se pueden hacer muchas más cosas para ayudar al sector que poner veladores que diga cuáles. Eso es lo que nosotros somos capaces de hacer, a lo mejor somos más torpes que él. El no por el no es lo que siempre hemos tenido en Córdoba desgraciadamente.
–Habla de veladores y es curioso cómo durante el estado de alarma se multó a muchos hosteleros por no tenerlos regularizados.
–Es curioso, sí. Estábamos en enero y había menos licencias de veladores pedidas que en el anterior año, cosa que nos llamó la atención a nosotros y al Consejo del Movimiento Ciudadano, como hablé con su presidente, Juan Andrés de Gracia. Llegó la pandemia, nos limitaron las terrazas y si los vecinos no llegan a acceder a esa ampliación que podía hacer el Ayuntamiento no hubiéramos podido ampliar cuando el aforo nos lo habían reducido al 50%. Nosotros lo que hicimos fue utilizar más vía pública para poner más veladores, siempre bajo la supervisión y la licencia de Urbanismo. Pues, como tenías que estar al día para poder darte la ampliación, en 15 días se triplicaron el número de licencias que se habían pedido no ya en el año anterior, sino en los anteriores. Son situaciones que desgraciadamente son así. Desde Hostecor siempre se va a seguir denunciando a la competencia desleal de la mano de los vecinos y con la ayuda de Urbanismo, que es quien tiene que actuar.
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