La hostelería de Córdoba sale a la calle y pide poder trabajar
Economía
Más de 1.800 personas, según la Policía, y 3.000 según los organizadores, participan en la manifestación
Galería gráfica: Las fotografías de la protesta
La hostelería de Córdoba se ha echado a la calle para denunciar la situación que atraviesa el sector ante las últimas medidas impuestas para intentar frenar la expansión del coronavirus en Andalucía y en la que han participado, según fuentes de la Policía Local más de 1.800 personas, que ha colapsado el centro de la capital, además de 150 vehículos. La organización, por su parte, ha cifrado la asistencia en 3.000 personas.
Propietarios de grandes restaurantes, de tabernas de casi todos los barrios de la capital, camareros y cocineros han secundo la protesta que ha comenzado en el ahora cerrado Mercado Victoria y que ha transcurrido por la avenida Cervantes, la avenida de América, Gran Capitán, Ronda de Tejares y Cruz Conde para acabar en la céntrica plaza de las Tendillas. Todos ellos han recordado que lo que quieren es "poder trabajar", además de solicitar un plan de rescate.
En la cabecera de la manifestación ha estado el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía (Horeca Andalucía) y de Hostecor, Fran de la Torre, quien ha señalado que hasta la fecha entre el 17% y el 20% de los establecimientos de la provincia de Córdoba han tenido que cerrar sus puertas por el coronavirus de manera definitiva, mientras que otro elevado número ha tenido que dejar de dar servicio de manera temporal.
"La mejor ayuda que nos pueden dar es dejarnos trabajar", ha indicado De la Torre, quien ha dejado bien claro que desde el sector de la hostelería no quieren "ayudas finalistas pero sí que se compartan los gastos fijos que tenemos, como los impuestos o el pago a los bancos o los alquileres". A su juicio, las medidas que se han puesto en marcha hasta la fecha "han sido insuficientes".
El presidente de Horeca también ha hecho referencia al anuncio realizado por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, sobre la concesión de "préstamos blandos" al sector, sin embargo, los ha rechazado porque "no queremos endeudarnos más". "Tenemos que tener otro tipo de ayudas y no podemos seguir poniendo en peligro nuestro patrimonio", ha subrayado. A esta movilización se sumó también el presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Díaz, así como de otras patronales sectoriales de la provincia cordobesa.
"Una situación ruinosa"
A la manifestación ha acudido Ricardo Vélez, propietario de dos restaurantes en la Judería, pero que ha tenido que cerrar por la crisis del coronavirus. "Con estas normas y la pérdida de turistas no nos queda otra que cerrar, aunque tengamos que seguir pagando impuestos, la electricidad y los suministros", ha lamentado, al tiempo que ha considerado que el sector se encuentra ya "fuera de sus posibilidades" y que algunos negocios han tenido que recurrir a préstamos y ayudas de familiares. "Estamos hasta perdiendo la esperanza de volver poder a abrir", ha anotado.
El mensaje que ha lanzado Ana Gener, propietaria del Échate pa llá, ubicado en la plaza de San Miguel, también ha sido demoledor: "Nos han dado la pistola para que nos demos el tiro y consideramos que ya es hora de seguir adelante". Gener ha incidido en que "no se de puede seguir así" y alerta de que "somos muy pocos los que vamos a poder aguantar".
"La situación es desastrosa y una ruina", ha explicado David Cabanillas, propietario del restaurante El Azahar y la pizzería Pizza pura, en la calle Músico Cristóbal de Morales. El empresario ha detallado que abrió uno de sus locales el pasado 1 de marzo y que tuvo que cerrar sus puertas tras la declaración del primer estado de alarma.
La situación desde entonces no ha mejorado y, según ha dicho, le ha llevado a tener que prescindir de parte de su plantilla, formada por familiares.
Tampoco ha faltado a la cita Paco Morales, chef cordobés con dos estrellas Michelin, quien ha recordado que esta crisis afecta a "muchos sectores, que están ya damnificados". "No pedimos que nos den ayudan, sino que nos dejen abrir y mantener las distancias de seguridad y poder trabajar", ha solicitado el propietario del restaurante Noor, al que también ha tenido que dar "un giro".
A su juicio, la del covid-19 "es una pandemia no controlada, nos ha pillado a todos de sopetón y afecta a muchas familias de la ciudad, como al sector del taxi; somos una ciudad de servicios y estamos todo muy tocados".
Tuli, por su parte, es una de las propietarias de la taberna Pepe El Gordo, que abrió sus puertas 1978, y no ha querido faltar a la manifestación para mostrar su rechazo a las medidas y denunciar la situación que atraviesa su negocio. La pandemia, según ha subrayado, ha hecho que "nos hayamos quedado al mínimo".
Así, ha relatado que en la taberna, situada en la Agrupación Córdoba, antes de la crisis del coronavirus trabajaban "los dos dueños, cuatro camareros y tres cocineros", mientras que ahora apenas "estamos cuatro". "Pedimos ayudas porque nos comen los impuestos y los alquileres", ha subrayado.
La manifestación ha transcurrido sin incidencias y con numerosos aplausos por parte de un sector que lo que reclama es poder trabajar.
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