Mediación en Córdoba: cómo resolver un conflicto evitando el juzgado
Día Europeo
Córdoba cuenta con un Punto de Información para la Mediación en Andalucía, en el que se puede solicitar la intervención de un mediador para solucionar una disputa entre dos partes
Problemas de herencia, separaciones o por el cuidado de mayores son los casos que llegan con más frecuencia
Córdoba, pionera en el desarrollo de la mediación para resolver conflictos sin llegar a los juzgados
Este sábado se celebra el Día Europeo de la Mediación coincidiendo con la aprobación del primer texto legislativo europeo de esta figura. Fue el 21 de enero de 1998 cuando el Comité de Ministros del Consejo de Europa aprobó la Recomendación R (98) sobre Mediación Familiar, una herramienta complementaria que resuelve conflictos sin la necesidad de tener que pasar por un procedimiento judicial.
Pese a que la mediación no es del todo conocida por la ciudadanía, en Córdoba se celebra este día de manera especial "al menos desde 2012 gracias al grupo de trabajo Córdoba mediando", tal y como explica Cristina Ortega, actual coordinadora del Punto de Información para la Mediación en Andalucía (PIMA) con el que cuenta la capital cordobesa en la Ciudad de la Justicia de la calle Isla Mallorca y cuya competencia es de la Junta desde 2020.
Es precisamente a este espacio al que hay que acudir cuando se quiere resolver un conflicto de tan poca gravedad que puede solucionarse por la vía extrajudicial y así contribuir con la descongestión de los juzgados. Porque la mediación es un procedimiento voluntario, flexible y rápido en el que dos partes en litigio pretenden alcanzar por sí mismas un acuerdo que resuelva su discrepancia con la ayuda de una tercera persona neutral, objetiva e imparcial que ejerce de mediadora.
Para que la mediación resuelva un conflicto, el afectado debe acudir al PIMA y allí recibirá toda la información necesaria para llevar a cabo el procedimiento. Luego, se asignará un mediador que se puede solicitar por la vía privada o la pública y, a partir de ahí, será el mediador quien citará a ambas partes por separado y luego juntas. Se firma un acta de inicio y luego se van teniendo sesiones -los conflictos se resuelven en un plazo que va desde una a ocho- de una a dos horas de duración que normalmente son semanales y en ellas se va trabajando con la comunicación y la escucha activa como principales valores por medio del mediador.
Con este proceso, como asegura Ortega, las partes van viendo cuál es la posición de cada una hasta que alcanzan una conclusión común por ellos mismos, "por lo que se van a quedar convencidos de que lo han hecho bien y no va a ser la pura decisión de un juez, sino la de ellos". A partir del acuerdo, como explica la coordinadora, si debe intervenir una autoridad judicial, se acude al juzgado, pero la mediación tiene la validez de una sentencia o incluso un mero acuerdo que una notaría puede poner en valor.
"Lo importante es crear un contacto entre las partes implicadas, pues muchas veces llevan años sin hablarse. La mediación se empieza, pero todo el mundo puede terminarla cuando quiera y, si no se sienten cómodos, pueden dejarla. Hemos considerado algunas mediaciones un éxito sin llegar a un acuerdo porque hemos visto un avance en la relación y eso es importante", comenta Ortega, quien hace hincapié en que también hay ocasiones en las que los juzgados derivan casos a la mediación porque lo consideran más efectivo que un proceso judicial: "Hay gente que se mete en juicios directamente porque no conoce la mediación", asegura la coordinadora.
Son muchos los ámbitos por los que se puede recurrir a esta herramienta: familiar, vecinal, de herencias, cuidado de padres, laboral, civil, social, mercantil o incluso penal. En el PIMA de Córdoba, donde acudieron para informarse en 2022 un total de 108 personas, lo que más llegan son conflictos relacionados con la familia, como separaciones, disputas por la custodia de los hijos e incluso de la mascota, peticiones de abuelos para visitar a sus nietos, disputas de hijos sobre el cuidado de sus padres o herencias.
"Es recomendable la mediación para todo lo que implique relaciones futuras", señala Ortega. Ahí entra un abanico amplio de casos, aunque desde el PIMA destacan mucho los relacionados con las comunidades de vecinos. Como explica la presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Córdoba, Mercedes Romero, "las comunidades de propietarios son un foco de conflictos que llegan por muchos aspectos: morosidad, ruidos, piscinas, mascotas, estacionamiento de vehículos, etcétera".
De ahí que la mediación se presente como una "herramienta muy útil" para los administradores de fincas, quienes, como explica Romero, son "mediadores naturales encargados de resolver el inicio del conflicto y derivarlo posteriormente a un mediador especializado". Una acción que se lleva a cabo con el objetivo de que ambas partes alcancen ese acuerdo que mantendrá "las buenas relaciones futuras y el entendimiento entre los vecinos a largo plazo", como asegura la presidenta de la institución.
Aunque todavía en Córdoba pocos casos en administraciones de fincas se derivan a la mediación, Romero admite que hay comunidades en las que este tipo de procedimientos está más avanzado: "En Valencia recuerdo el caso de un patio de un bajo que tenía una chimenea y los vecinos de arriba tenían la ropa tendida y se quejaban de que el humo manchaba su ropa. Fueron a mediación y terminaron acordando unos horarios para tender y encender la chimenea sin molestarse", pone como ejemplo Romero.
Así, por medio de este Día Europeo de la Mediación las instituciones buscan darle visibilidad a esta herramienta que se ha convertido en una fórmula útil, rápida y cómoda de solucionar los problemas sin tener que llegar a juicio, algo beneficioso ante la litigiosidad que existe en España con una ratio baja de 12 jueces por cada 100.000 habitantes. Eso sí, como admite la coordinadora del PIMA de Córdoba, "todavía queda mucho trabajo por andar, pero esta herramienta ha vivido un gran avance en los últimos diez años", y más tras la nueva ley de Eficiencia Procesal impulsada para agilizar el funcionamiento de los órganos judiciales que presentará la vía de la mediación a determinados casos que vayan a juicio.
La figura del mediador
Cuando un caso es presentado al PIMA en busca de consenso, este requiere de la intervención de un letrado que tendrá que estar especializado en la mediación. Como explica la coordinadora de la institución, a ejercer de mediador se puede llegar por medio de muchas profesiones sociales, ya que está abierto a cualquiera (Derecho, Psicología, Educación Social...), pero lo que es obligatorio es contar con la formación específica universitaria en mediación que se cursa a través de un Máster.
Como aseguró el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, durante las jornadas Mediación, una realidad en Córdoba llevadas a cabo el pasado miércoles, los letrados que recurran a la mediación no perderán su retribución pese a no acudir a juicio, ya que la institución está trabajando junto con el Consejo Andaluz de Colegios de Abogados para recompensar económicamente a quienes trabajen en favor de la mediación.
Es decir, "ahora en el turno de oficio se va a contemplar que un abogado de oficio que recomiende a su cliente acudir a mediación y saque un acuerdo, pueda cobrar lo mismo por ese trámite que por un juicio, ya que sabe que le va dar una solución interesante", tal y como explica Ortega.
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