Lo mejor de la ciencia, al descubierto
Más de 10.000 personas acuden al Vial Norte reconvertido en un laboratorio científico al aire libre, en el que más de una treintena de centros educativos muestran sus experimentos
Seguir la dieta mediterránea conlleva el gasto de hasta 3.500 litros de agua por día y persona, mientras que llevar una alimentación muy rica en carne eleva este consumo del líquido elemento hasta los 6.000 litros. Pueden parecer unas cantidades desorbitadas, pero esa es su huella hídrica, que mide el agua que se necesita para producir un bien y también a una persona. Se trata de una medida global que incluye todos y cada uno de los elementos, por el más mínimo que parezca, que forman parte de la vida. Pues bien, éste fue uno de los cientos de conceptos que ayer se expusieron en el Paseo por la Ciencia, un encuentro más que consolidado y que congregó a unas 10.000 personas en el Vial Norte interesadas por descubrir y aprender todo lo que esta disciplina esconde y permite desarrollar.
La cita reunió a más de una treintena de centros educativos de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional, cinco facultades de la Universidad de Córdoba y museos de la provincia. Entre ellos, el instituto Blas Infante de la capital y medio centenar de alumnos dispuestos a mostrar cómo se pueden aplicar los conocimientos científicos en la vida real. Desde un generador de Van der Graff hasta una bala de plasma. Sus experimentos en vivo dejaron a más de uno con la boca abierta. Este tipo de iniciativas sirven "para reivindicar que en los centros no tenemos tiempo para las clases prácticas ni material", aseguró María Giménez, profesora de Física y Química del Blas Infante, quien añadió que con estas actuaciones también pueden "demostrar todo lo que podemos hacer con la ciencia".
La carpa del instituto Gran Capitán fue más bien reivindicativa, puesto que en su frontal aparecía el siguiente lema: "El uso del laboratorio debe ser obligatorio". Hasta 25 alumnos de diferentes cursos del Gran Capitán se dieron cita bajo esta singular carpa en la que la variedad de los experimentos fue su gran baza. Uno de ellos fue el de mostrar agua antigravitatoria, realizar disoluciones para que el líquido cambie de color o aleaciones con monedas de cobre para que "parezca que se convierten en monedas de oro". Dicho y hecho para asombro de los presentes. "Creo que estas iniciativas sirven para despertar vocaciones científicas y los alumnos aprenden mejor los conocimientos", argumentó Expectación Guzmán, profesora de Física y Química de este centro.
Los investigadores de la UCO también ofrecieron varias demostraciones y fueron muchos lo que, por ejemplo, se pararon en el expositor de la Facultad de Veterinaria, que llevó hasta el Vial Norte el esqueleto de un cerdo doméstico en una pequeña representación del museo de Anatomía de la propia facultad.
Los más pequeños también tuvieron su hueco en este Paseo por la Ciencia organizado por la asociación del Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica por undécimo año consecutivo y que atrajo al rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, además de la delegada de Educación, Esther Ruiz, entre otros dirigentes políticos. Un buen ejemplo de ello fueron los alumnos de quinto de Primaria del colegio Al-Ándalus, que llegaron a jugar con los participantes, intentando demostrar ilusiones ópticas a través de dibujos que engañan al ojo del más avispado o la expresión de los cinco sentidos.
Con este nuevo paseo, la asociación del Profesorado por la Cultura Científica quiso demostrar una vez más lo importante que es la ciencia en la vida diaria, además de reivindicar la creación de una Casa de la Cultura Científica.
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