El mercado negro de la venta de guardias, en la red

Residentes de un hospital de La Coruña tienen una web para facilitar esta práctica

Página de internet donde se venden guardias.
Página de internet donde se venden guardias.

"Hola a todos, vendo la guardia del sábado 15/12/07, la pago a precio de festivo, si alguien le interesa llamadme al 6... o me decís por aquí, gracias". Éste es sólo un ejemplo de los comentarios que se pueden ver en un foro que han creado los residentes del hospital Juan Canalejo, en La Coruña y que demuestra que existe la compraventa de guardias por parte de los médicos internos (MIR) una práctica que también se da en el Reina Sofía, como ya hizo público este periódico en su edición del viernes. El "miedo a estar solos" y la falta de supervisión por parte de sus médicos adjuntos son algunos de los motivos que llevan a los jóvenes facultativos a eludir sus responsabilidades, por temor a equivocarse en un diagnóstico o a realizar tareas de demasiada trascendencia como firmar altas médicas.

"Compro guardia del día 4 ó 6 de diciembre. Si a alguien le interesa que me avise. Gracias". Éste es otro ejemplo del mercadeo que existe en el complejo hospitalario coruñés, una práctica similar a la que se da en el Reina Sofía. A pesar de que en el centro cordobés no se da con una manera tan explícita de anunciarlo, según las fuentes a las que ha tenido acceso este diario, la forma de actuar es la misma. Los residentes -sobre todo de primer y segundo año- venden sus guardias en Urgencias a médicos más experimentados -MIR de cuarto o quinto año- por sentirse "desatendidos". El precio de la hora en el fin de semana pude llegar a costar hasta los 20 euros. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) paga a un residente de primer año una media de 12 euros la hora de guardia, aunque su valor en el mercado negro puede rondar los 15. La del facultativo de segundo y tercer año de residencia se sitúa entre 17 y 18 euros, respectivamente, aunque cuando la demanda es mayor puede alcanzar los 20 euros. De este modo, la venta de un día entero en puerta por parte de un residente de primer año asciende a 360 euros, mientras que en el caso de los residentes de segundo y tercer año el montante total es de 408 y 432, respectivamente.

Todo un gasto extra que trae consecuencias negativas para unos y para otros. A los residentes que las venden porque eluden su periodo de aprendizaje, necesario en cualquier profesión, y a los que las compran porque se saturan de trabajo, con el riesgo de no rendir lo suficiente al acumularse las guardias.

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