El método Montessori aplicado en Córdoba: una educación "exitosa" sin exámenes ni castigos
Educación
La Trébola es la única escuela andaluza homologada con esta metodología que imparte clase hasta los 16 años bajo una filosofía del desarrollo humano que rompe con lo tradicional
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Córdoba/Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la educadora italiana, María Montessori, desarrolló un método educativo centrado en liberar el potencial de cada niño con el objetivo de explotar al máximo sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales en un ambiente estructurado. Dicha metodología se ha ido perfeccionando con el paso de los años y nunca ha sido olvidada. Todo lo contrario, a día de hoy, cada vez hay más centros que comparten esta metodología en España y que rompen, aunque parezca imposible, con el sistema educativo tradicional de una manera "exitosa".
Así lo asegura Ángela Jiménez, directora de La Trébola Montessori School (calle Villanueva del Rey), centro fundado en 2019 que en 2023 fue nombrado como el séptimo mejor colegio de la provincia en el ranking anual Micole y que es la única escuela andaluza homologada con esta metodología que imparte clase hasta los 16 años (en España tan solo hay dos más, uno en Girona y otro en Madrid). Actualmente, cuenta con un total de 110 alumnos que van desde los cero a los 16 años y son siete las docentes que se encargan de su educación.
"La gran diferencia con la escuela tradicional es que los niños están en constante contacto con la realidad, es la mejor forma para desarrollar sus órganos psíquicos, su inteligencia, su expresión artística y su razonamiento matemático. El niño va creciendo en equilibrio, en un entorno ordenado y nosotros acompañamos su desarrollo", explica Ángela Jiménez este método cuya filosofía es "fomentar la autonomía, la curiosidad y el amor por el aprendizaje en cada estudiante y ofrecer un ambiente seguro y acogedor donde puedan desarrollar todo su potencial".
Todas las etapas de desarrollo
¿Y cómo lo hacen? Ya desde los primeros meses los niños pueden recibir una educación bajo el método Montessori. La Trébola, de cero a tres años, tiene construido su propio ambiente en la llamada Comunidad Infantil, espacio que se asemeja a un hogar con el fin de que, como destaca la directora del centro, "esa separación de los niños de sus casas sea lo más segura posible y se potencia el vínculo con el adulto".
En el método Montessori, todo está a la altura de los más pequeños. A la entrada del aula cuelgan cada mañana las zapatillas y sus mochilas. Un orden que se mantiene cuanto termina la jornada, en la que, sin pedirlo los profesores, todo el material vuelven a ponerlo en su sitio correctamente. Además, la basura es reciclada por cada uno. "Todo guarda un orden en base a la autonomía, la libertad de elección y el respeto al material", precisa Ángela mientras pasea por el segundo ambiente de la escuela, la Casa de Niños.
En este salón sin pupitres avanzan en su educación los que se encuentran entre los tres y los seis años. Aquí lo sensorial gana peso: sillas adaptadas al tamaño de los niños, estanterías a su altura, diferentes estancias dedicadas al conocimiento del lenguaje español e inglés, una cocina, el área sensorial o el área de matemáticas y todas las herramientas a su alcance para que sean ellos mismos quienes aprendan mediante la práctica. Y es que "es importante mover las manos para mover la cabeza", hace hincapié Ángela.
Concluida la infancia, desde los seis a los 12 años, la niñez transcurre en La Trébola también con mucho material manipulativo con el que aprenden a dominar áreas de conocimiento como zoología, botánica, geografía, historia, geometría, lenguaje en inglés y español o las matemáticas. Esta particular Primaria la ejercen en un ambiente diferente en el que empiezan a desarrollar el amor por la cultura y lo artístico. Es "una ventana de aprendizaje al mundo" en l< que los niños por primera vez empiezan a asumir órdenes de trabajo "con libertad para desarrollarlo" y en base a las mentorías que aplican los docentes, quienes regularmente analizan el trabajo y satisfacción de cada alumno.
Aunque en La Trébola van a incluir próximamente los estudios de Bachillerato, por el momento, lo más lejos que forman es a los alumnos de 16 años. En la Secundaria el ambiente es diferente: el aula ya tiene varios pupitres y una pizarra central, hay muchos más libros de texto, un mapamundi grande y el típico esqueleto de los colegios convencionales. También hay unas normas que fomentan "la disciplina positiva" y lo más importante, la parte llamada Ocupation. Aquí los niños aprenden trabajos que les van a generar beneficios como la carpintería, la restauración de muebles, la huerta y la jardinería, la costura, la cocina, la proyección de teatro, el uso de las redes sociales o cualquier arte.
Eso sí, en ningún momento de todas estas etapas tienen los alumnos exámenes o calificaciones. Por el método Montessori aprenden sin pruebas ni órdenes. La nota es "la satisfacción de conseguir un logro". "No hay castigos ni premios, pues el mayor premio es que nadie tenga que opinar sobre tu trabajo. Si todo el día te aplauden para decirte lo bien que lo haces, el día que no te aplauden te crees que lo haces mal", explica la directora del centro, quien insiste en "fomentar el desarrollo de los niños para que se sientan válidos" y critica "la deshumanizada educación tradicional que se rige en base a un programa educativo de currículum desde que son pequeños".
¿Puede haber una educación pública Montessori?
"Nosotras estamos dispuestas". Es la afirmación de Ángela Jiménez sobre la posibilidad de que exista un sistema educativo público que aplicase el método Montessori. Sin embargo, cree que es algo imposible a día de hoy: "el problema está en que el sistema educativo actual funciona muy bien, pues consigue que seamos obedientes, que es lo que busca realmente y no desarrollar a cada ser humano", denuncia la educadora, quien asegura que, pese a dirigir un centro privado, "lo económico no es un problema para las familias que necesiten esta educación para sus hijos. Que pregunten primero en el centro y habrá una solución", añade.
Ni siquiera el sistema educativo español es el encargado de homologar los centros educativos Montessori. Son los inspectores educativos de Estados Unidos quienes certifican este tipo de escuelas. La Trébola es desde 2019 una escuela americana con la homologación de MSA Middle State Association Comissions on Elementary and Secondary Schools. Este es precisamente otro aspecto que reivindican los docentes del centro, pues, pese a no tener homologación española, pasan tres controles de certificación: como escuela americana, como centro que cumple con la metodología Montessori y también como cumplidor con el programa de cultura española de la Junta de Andalucía.
Los docentes, además, cuentan con la formación de un Máster específico en educación Montessori. En La Trébola, la educadora María Zambrana ha sido la encargada de establecer el programa educativo Montessori cuyos planes de estudio "van cambiando cada seis u ocho semanas". Y es que, como destaca la docente Lourdes, "cada mes es nuevo y hay retos diarios que no se dan nunca de lado". Así, mejorando en el día a día, centenares de alumnos se forman por un método Montessori cada vez más asentado en Córdoba.
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