La Mezquita-Catedral de Córdoba estrena las restauraciones del retablo de San José y de un segundo machón
Patrimonio
La obra de la capilla ha requerido una intervención de seis meses con un presupuesto de 78.500 euros y el contrafuerte externo ha necesitado siete meses de obras y una inversión de 98.000 euros
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Córdoba/La Mezquita-Catedral de Córdoba no solo está de celebración porque el próximo 2 de noviembre se cumple el 40 aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Desde este mismo martes, el monumento por excelencia de la ciudad y uno de los más visitados de toda España ya luce dos nuevas restauraciones completadas: la capilla de San José de su interior y el segundo machón de la galería nororiental de su inconfundible Patio de los Naranjos.
Ambas restauraciones han sido presentadas por el canónigo obrero del Cabildo Catedral, Pedro Soldado; el arquitecto Francisco Solano y la restauradora Anabel Barrena; quienes han liderado un proyecto que ha supuesto, en palabras de Soldado, "un gran despliegue de recursos humanos y económicos" por parte del Cabildo Catedral, que ha asumido íntegramente las intervenciones con un presupuesto de 176.500 euros.
Restauración del retablo de San José
En el interior de la Mezquita-catedral de Córdoba, adosado al muro oriental del templo en la ampliación de Almanzor (junto a la puerta del mismo nombre), preside este retablo de San José de medianas dimensiones (5,4 metros de alto y tres metros de ancho). Dividido en tres niveles y en una única calle, esta capilla representa a Cristo atado a la columna con San Pedro a su izquierda, ambos enmarcados por una hornacina flanqueada por columnas salomónicas y volutas con angelitos, mientras que en el ático se observa un pequeño lienzo en el que aparece representado San Antonio con el niño Jesús (obra anónima).
Durante una visita periódica del equipo técnico de conservación y mantenimiento del Cabildo en 2022, se detectó en la capilla de San José una humedad en la zona inferior del retablo correspondiente al lateral derecho de la hornacina que porta las esculturas de Jesús atado a la columna y San Pedro. Como ha explicado Solano, inmediatamente se instaló un andamio con el fin de localizar el foco de la afección y posibles daños estructurales, determinándose el desmontaje del retablo para el obligado estudio del estado de conservación mediante reconocimiento táctil y catas en los revestimientos. Se cursó la pertinente solicitud a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, pues se observaban daños estructurales importantes como grietas y abofamientos en los revestimientos murarios y ataque de xilófagos.
El retablo de San José mostraba, como ha asegurado la restauradora, "un estado de conservación degradado". A nivel estructural el soporte estaba agredido por insectos xilófagos, provocando daños en el sistema de anclaje entre las piezas que constituyen el conjunto. Las más destacables se hallaban en el ático, la hornacina y la predela. Estos daños de los estratos inferiores habían derivado en alteraciones del estrato pictórico, lo que había supuesto su pérdida en múltiples zonas. Por otro lado, la acumulación de polvo, la oxidación del barniz y el alto porcentaje de humedad dieron lugar a una imagen desvirtuada, con lagunas en el oro y la policromía.
En un primer análisis, las dos imágenes centrales del retablo "San Pedro" y "Cristo atado a la columna", no presentaban alteraciones visibles en el soporte, sin embargo, la policromía era claramente un repinte que no establecía relación con la talla y época de creación, falseando la imagen y su simbolismo. Por su parte, la pintura de caballete del ático "San José con el niño", también tenía numerosas alteraciones tanto estructurales como en el estrato pictórico.
La primera operación consistió en la protección de la policromía descohesionada para proceder a su desmontaje, pues la pérdida de anclaje estructural y la humedad del reverso, hacían peligrar la estabilidad de la obra. Una vez traslado al taller de restauración, se realizó una limpieza de la suciedad superficial mediante aspirado y brocha suave. A continuación, se llevó a cabo un tratamiento antixilófagos como medida de prevención. En líneas generales, los trabajos han estado centrados en "la impermeabilización, la limpieza, la consolidación y la reintegración de todos los elementos arquitectónicos y decorativos," del retablo "sin ningún cambio en el sistema constructivo, solo corrigiendo su ventilación y estanqueidad", como ha detallado Solano sobre esta intervención que ha tenido una duración de seis meses con un coste de 78.500 euros.
Se desconoce quién pudo ser el autor del pequeño retablo en madera que preside la capilla anteriormente descrita, aunque por sus características formales pudo ser realizado en torno al 1715-1720. El lienzo del titular, San José con el Niño Jesús, fue colocado en fecha posterior que el resto de las imágenes. En la predela durante el proceso de restauración, se descubrió en la esquina superior derecha del ornamento central una inscripción que hace referencia a un traslado del retablo en 1906 casi ilegible.
Segundo machón del Patio de los Naranjos
El machón es un contrafuerte ubicado en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba que ha sido restaurado tras una intervención de siete meses de duración y una inversión por parte del Cabildo de 98.000 euros. Actualmente, la institución está restaurando los cuatro machones que hay ubicados en la galería nororiental de este espacio: el primer machón fue restaurado antes que el segundo y el tercero machón está en proceso. Una mejora estructural que se espera que se lleve a cabo en los 18 machones que rodean el patio, sin plazos establecidos.
El material predominante en la construcción de esta pieza es una piedra sedimentaria de naturaleza carbonatada que posee una porosidad variable según la piedra que se trate y de granulometría identificable a simple vista. Esta característica la hace muy susceptible a los factores medio-ambientales. Como ha informado Anabel Barrena, el segundo machón presentaba como patologías la arenización de la piedra, que consiste en la pérdida de su cemento natural, además de un evidente desplacado y la disgregación del sustrato, que es el resultado de fenómenos de exfoliación paralelos a la superficie de la piedra. Patologías provocadas por una acción sinérgica del agua, viento y temperatura.
Del mismo modo, se detectó presencia puntual de microorganismos tales como líquenes sobre los morteros de intervención, cementos y zonas puntuales de piedra original cuya presencia produce la consiguiente degradación del material sobre el cual se desarrollan sus rizomas y raíces. También ha mencionado la restauradora la ausencia de mortero en juntas, que se localiza especialmente en aquellas zonas inferiores de los muros. Dicha situación favorece la meteorización de los cantos perimetrales de los mampuestos al estar más expuestos a la intemperie, así como para la acumulación de depósitos de suciedad y biológicos. El aumento en la falta de mortero genera el despiece progresivo del muro y un futuro riesgo de colapso.
Por todo ello, detectadas las patologías, se procedió a la limpieza superficial para retirada de elementos ajenos y eliminación de cementos, consolidando acto seguido el material pétreo con tratamiento biocida. Se reintegró volumétricamente con mortero de cal y se le aplicó protección, lo que ha dejado una imagen de este machón mucho más limpia y lisa a la vez que segura a la vista de los miles de visitantes diarios que visitan la Mezquita-Catedral de Córdoba.
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