El modelo IDEA 5.0, la metodología del neuroaprendizaje del colegio Reales Escuelas La Inmaculada

Un aula blanca para el alumnado de Infantil con aceites esenciales para recrear paisajes de aprendizaje, un rincón de luz negra para experimentar, una piscina de bolas con fibra óptica que va cambiando de color… Son solo algunos elementos de la denominada Zona de Investigación Activa (ZIA) del colegio Reales Escuelas La Inmaculada de Córdoba y que forma parte del proyecto IDEA 5.0 que ha puesto en marcha este centro de la plaza de la Compañía.

Se trata de una iniciativa pionera en España – hasta el momento es el único colegio que la lleva a cabo-, según expone a el Día el director del centro, Enrique Muñoz, quien subraya que “la motivación es poner a disposición del alumnado las últimas tendencias tecnológicas y metodológicas para alcanzar el éxito educativo a través de la motivación; se trata de despertar la experimentación y la motivación”.

La puesta en marcha de este proyecto educativo no ha sido de la noche a la mañana y el profesorado del colegio, de carácter concertado y que cuenta con unos 700 escolares, comenzó a formarse en él hace ya ocho años y ha sido este curso cuando han decidido aplicarlo.

En concreto, el modelo IDEA 5.0 del colegio Reales Escuelas La Inmaculada de Córdoba, que forma parte de la Fundación Diocesana Santos Mártires, se sostiene en cinco pilares comunes a todos los niveles del centro: integradora, digital, excelente/emocional, y activa. El quinto pilar, por su parte, varía según la edad del alumnado y establece dos fases: una sensorial, que va desde Infantil hasta segundo de Primaria, y otro neuronal, desde tercero de Primaria hasta cuarto de Secundaria.

Para ello, se han dispuesto tres zonas bien diferenciadas, la citada ZIA, otra Zona de Enriquecimiento Cognitivo (ZEC) y otra de Programa de Desarrollo Básico, la Zona PDB.

La primera de ellas, según anota el coordinador de Innovación Pedagógica del colegio, Francisco Aranda, es un aula especializada de experimentación multisensorial para el alumnado de Infantil. “Se trata de recibir un bombardeo de estímulos con distintos objetivos sensoriales, en la que cada día se trabaja uno de los sentidos”, aclara. En este aula, en la que hay zona con un sofá reservado a las asambleas, también se mejora la musculatura, la vista, la capacidad visual, asociando también todos los contenidos que se han dado en el aula con un refuerzo en la que se estimula esa parte del cerebro. Y es que, según indica Aranda, “trabajamos a través de la neurodidáctica desde tres años hasta cuarto de Secundaria”.

Todos los objetos que hay dispuestos en el aula, así como que sea de color blanco y el juego de luces responde a un objetivo: “Queremos focalizar la atención. Para el cerebro y, a edades muy tempranas es muy importante focalizar directamente en el sentido que queremos trabajar”. “A través de la experimentación trabajamos habilidades con la esfera, contenidos matemáticos y lingüísticos y las relaciones entre los alumnos. Es una zona en la que están muy motivados y los aprendizajes son muy significativos porque lo que hacen en clase lo asocian en esta sala multisensorial”, subraya.

La segunda de las zonas ideadas en este proyecto se pondrá en marcha tras la Navidad, y es la reservada al citado Programa de Desarrollo Básico, que es un complemento a la psicomotrocidad de la mano, con distintos aparatos para utilizar, para el tema de la lectoescritura. El objetivo en este caso es “potenciar las conexiones neuronales entre ambos hemisferios para que a la larga sean alumnos más competentes y con más habilidades resolutivas de problemas.

Pero, ¿dónde radica la base de este sistema? Pues en la neurodidáctica, ya que según sostiene Aranda, el futuro de la enseñanza pasa por ella, ya que “está pegando fuerte y está justificando muchas cosas que antes no servían y no tenían explicación como la metodología activa”. Estamos creando un aprendizaje muy significativo.

La Zona de Enriquecimiento Cognitivo, por su parte, es un espacio complementario y se dirige a los escolares de tercero de Primaria hasta cuarto de Secundaria. “Se trata de proponer al alumnado una experiencia real de lo que se ha dado en clase. Es un espacio relajante que se convierte en rincón de lectura, en zona de trabajo cooperativo, con juegos de mesa”, indica.

En este espacio, los profesores de Matemáticas, Lengua y Bilingüismo de Primaria vienen a complementar lo aprendido en el aula y trabajan en un entorno diferente, por lo que se consigue la motivación. También hay mucho juego porque nos estamos basando en la gamificación. En este caso, los aprendizajes se llevarán a cabo en los cursos sucesivos con la implementación del proyecto digital de aula, basado en el uso de dispositivos digitales específicos, como el Chromebook, y la secuenciación del Plan de Metodologías Activas aplicadas al entorno digital e interactivo del centro.

En definitiva, se trata de una apuesta integral que se sustenta en las últimas tendencias pedagógicas que fomentan el neuroaprendizaje y las experiencias significativas para alcanzar el desarrollo integral de la persona.