El modelo biológico de los jardines del Vaticano, un ejemplo para los patios y parques de Córdoba

Festival Flora

El jardinero del Papa, Rafael Tornini, ofrece una ponencia sobre este sistema sostenible incluida en las actividades paralelas de Flora

Jardines de la Ciudad del Vaticano.
Jardines de la Ciudad del Vaticano.

En tan solo cuatro años, los jardines del Vaticano han logrado adoptar un modelo sostenible y respetuoso con el medio ambiente en el que se han eliminado los pesticidas químicos por unos de origen natural y, además, se utiliza basura orgánica y restos de poda para elaborar el compost con el que se abonan. Este proceso ha estado guiado por el director de los jardines vaticanos, Rafael Tornini, que está seguro de que este sistema se puede trasladar a los patios y parques de Córdoba y de cualquier parte del mundo.

Tornini ha ofrecido este jueves la conferencia De los Jardines del Vaticano a los patios de Córdoba: Laudato Si, incluida en el Festival Flora, al que ha acudido invitado por la Universidad Loyola. En su ponencia, el experto ha desgranado el método que han seguido en el Vaticano y cómo han logrado reducir el consumo de un bien tan preciado como el agua gracias a la renovación del sistema de riego por uno más eficiente.

Tornini ha señalado que el Laudato Si (encíclica del Papa Francisco dedicada enteramente al tema de la ecología y el medio ambiente y basada en el Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís) "no está escrito solo para los cristianos, sino para toda la humanidad". De ese concepto surge el cambio registrado en los jardines del Vaticano y que se alza como ejemplo para el resto del mundo. "Se puede extender a cualquier jardín y a cualquier ciudad, es un sistema que puede funcionar en un modo global", ha incidido Tornini, aunque "hay que hacer esfuerzos" para ello, en buena parte de tipo económico.

El método del llamado "el jardinero del Papa" pivota sobre tres puntos fundamentales. El primero es la eliminación de todos los pesticidas de origen químico y trabajar con tratamientos de origen natural. Esta es "la base para poder estabilizar el ecosistema" ya que "los pesticidas químicos no diferencian entre un insecto útil de otro malo" para las plantas.

El segundo punto está relacionado con los problemas que pueden provocar los químicos al contacto humano –tanto para trabajadores como para quien visita los jardines–, un riesgo que se elimina usando productos naturales. Por último, el tercer punto, "como explica el Papa en el Laudato Si, es la necesidad de considerar los descartes no como tales, sino como recurso”. En este sentido, ha destacado que "es importante reciclar la mayor cantidad" de residuos.

Este cambio en el modelo tiene un precio porque, como ha apuntado el director de los Jardines del Vaticano, "tal vez sean más caros con respecto a un producto químico" y además requieren "un nivel de observación mucho más alto" para ver lo que ocurre en las plantas. Sin embargo, "haciendo un buen trabajo de estudio de los problemas del jardín, las plagas, los hongos y todo lo que sucede a las plantas logramos bajar la cantidad de tratamientos y, como consecuencia, hay un ahorro efectivo".

Tornini lleva cuatro años como jardinero del Papa, desde 2017, coincidiendo con el nacimiento de esta iniciativa. Comenzaron con un pequeño proyecto que se fue ampliando hasta llegar a ser este 2021 un jardín 100% biológico.

En este camino ha sido de gran importancia el cambio en el sistema de riego. El que había en esta zona del Vaticano era de los años 30, "cuando se hizo la última gran revisión de los jardines vaticanos". La tecnología que han instaurado ahorra "prácticamente un 60% de agua con respecto a lo que se consumía antes" gracias a que "los aspersores trabajan con muchísima menos cantidad de agua porque nebulizan". Todo el sistema es automático y con control externo. Así, las plantas no tienen un exceso de agua que les cree enfermedades ni poca agua, lo que les causaría un sufrimiento.

Los fertilizantes que utilizan en los jardines vaticanos también son de origen orgánico, tal y como ha explicado Tornini. Esto les permite "proseguir con el objetivo de llegar al 100% biológico, que hemos alcanzado este año". Ha sido con un año de antelación ya que pensaban hacerlo en 2022.

En la actualidad, hay varios jardines y parques que empiezan a trabajar con este sistema sostenible, para lo que han consultado con el Vaticano. "Para ello es necesaria mucha observación", ha puntualizado. Estos tratamientos incluso han hecho que insectos beneficiosos para las plantas vuelvan a este entorno, como las abejas o las mariquitas.

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