Las mujeres del medio rural exigen medidas que frenen la desigualdad
Desayunos de Redacción | Mujer y mundo rural
Empresarias, políticas y docentes urgen a las distintas administraciones a coordinarse para llevar a cabo políticas que hagan realidad la igualdad de género
Conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres es aún una de las grandes asignaturas pendientes de la sociedad. La desigualdad entre sexos es patente –más patente aún en el ámbito rural– y se necesitan medidas urgentes para acabar con ella. Así se ha puesto de manifiesto durante el desayuno de redacción Mujer y mundo rural que, organizado por el Día con la colaboración de la Diputación de Córdoba, ha reunido a Pilar Robles, copropietaria de Bodegas Robles; Daría Romero, empresaria turística de Cortijo de El Mohedano; Alba Doblas, delegada de Igualdad de la Diputación; María Rosal, directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Córdoba (UCO); y Carmen Quintero, secretaria provincial de la organización agraria COAG. El debate, celebrado en el Hotels Hospes Bailío, ha estado moderado por el director de el Día, Juan Ruz.
Un debate en el que se ha insistido en que se trata de una desigualdad entre hombre y mujer histórica, “una situación de discriminación muy fuerte para la mujer, pero no subyugada, porque la mujer ha luchado por sus derechos desde el siglo XIX en un contexto de precariedad absoluta”, ha destacado Alba Doblas, insistiendo en que el papel de la mujer en el mundo rural “ha estado muy arraigado y relegado al campo y al servicio del hombre”.
“Además, el desmantelamiento constante de los servicios públicos en el mundo rural implica que la mujer no puede acceder a derechos que sí tiene en el mundo urbano”, ha insistido. “La falta de guarderías, la desaparición de escuelas, la falta de centros de la mujer y de otro tipo de recursos en el mundo rural suponen que el despoblamiento siga creciendo, lo que perjudica sobre todo a la mujer”, ha añadido.
Mientras que Daría Romero ha incidido en que la desigualdad y su solución “viene de lejos; se trata de un problema en el que la mujer siempre ha estado supeditada al hombre, solo dedicada a la familia y sin la formación adecuada, lo que le ha supuesto y le supone todavía un lastre tremendo”. “Lo que está claro es que si no tenemos los servicios públicos mínimos en nuestros pueblos que cubran nuestras necesidades, y que están desapareciendo, pues la gente se irá del mundo rural, y eso ayuda poco a la mujer”, ha defendido Pilar Robles.
La copropietaria de Bodegas Robles ha insistido en la necesidad, para evitarlo, de que a las nuevas generaciones se les forme desde el colegio “en el respeto a la naturaleza, que en definitiva es un respeto hacia todo, con lo que conseguiremos que todo aquel que se acerque al campo acabe por amarlo y cambie esa mentalidad de que solo en la ciudad se puede ser feliz”.
Por su parte, la secretaria provincial de COAG ha destacado el pobre papel que ha tenido y tiene la mujer en la agroganadería y en la propiedad de la tierra, en la mayoría de los casos, supeditada al hombre. “Y se trata de mujeres que han levantado sus casas, sus negocios y sus pueblos”, ha puntualizado. Quintero ha puesto de manifiesto, por ejemplo, la Ley de titularidad compartida, “por la que no se ha hecho una apuesta presupuestaria, ha supuesto también que no se dignifique a la mujer”.
En esa radiografía, María Rosal ha destacado que la mujer rural lo que necesita es “formación” para que no esté anclada, como históricamente ha ocurrido, al servicio de padres, marido y suegros, “una formación que le posibilite trabajar con un sueldo digno, que le proporcione empoderamiento”. A partir de esa radiografía, para Pilar Robles sería “muy importante” dar mucha visibilidad “a todas aquellas mujeres que en el mundo rural han llegado a ser algo, para que la juventud que viene se convenza de que ahí tiene un camino para desarrollarse en dicho mundo rural. También sería muy importante que las instituciones pusieran al mismo nivel a hombres y a mujeres”.
Y según Alba Doblas, para acabar con la desigualdad se necesitan “medidas a escala global” llevadas a cabo a través de la coordinación entre las distintas administraciones. Medidas que tienen que ver con la dignificación de la mujer a nivel económico, “con salarios dignos y sin explotación”, medidas que se tienen que “llevar a cabo desde el Estado hasta los ayuntamientos”. “Para que esas medidas se hagan realidad debe haber una coordinación entre administraciones”, ha defendido.
“Hay que ir a los institutos y exponerles a las jóvenes historias de mujeres empoderadas”, ha insistido la directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Córdoba, quien ha abogado por acabar con el “mito del amor romántico que impide, por ejemplo, que las chicas hagan sus propias vidas porque ese mito les impide alejarse del novio”. María Rosal también ha destacado la necesidad de cambiar unos modelos sociales que dictan “que para triunfar hay que operarse y acostarse con cuantos más mejor, en vez de, por ejemplo, realizarse como persona en una profesión”. En el debate se ha puesto sobre la mesa el tema que tan de moda está en estos días de la España vaciada; en este caso, de la Córdoba vaciada.
Todas han coincidido en que la ausencia o la desaparición paulatina de los servicios básicos es un handicap a la hora de mantener a la población en el territorio. “En el mundo rural sigue existiendo el problema de la brecha digital y el de las malas infraestructuras; las carreteras no están en las mejores condiciones, los bancos cierran sucursales, escuelas cada vez hay menos... problemas que no ayudan a fijar la población”, ha insistido Carmen Quintero, algo en lo que ha coincidido Daría Romero.
Pilar Robles ha defendido que otro de los handicaps a la hora de mejorar el papel de la mujer en el mundo rural es que la juventud “ha perdido muchos valores en el camino; solo piensa en hacerse famosa y en salir lo mejor posible en las redes sociales”. Mientras que la secretaria provincial de COAG ha defendido que las protestas que está llevando a cabo el mundo del campo es un arma necesaria para defender el papel de la mujer en el mundo rural.
"En la UCO ya no podemos esperar más para que las perspectiva de género esté totalmente visible. Se tiene que hacer visible la aportación de las mujeres en esa investigación de género y las mujeres tienen que ser consideradas como objeto de esa investigación”, ha puntualizado María Rosal. “Necesitamos seguir reivindicando los espacios que tenemos que ostentar, priorizando lo que es la perspectiva de género y las administraciones tienen que garantizar la representatividad de las mujeres”, ha añadido la secretaria provincial de COAG a modo de conclusión.
También a modo de conclusión, Pilar Robles ha defendido que “lo fundamental es seguir reivindicando, luchando y alzando la voz; insistir en que no se puede vivir en el mundo rural si nos están quitando los servicios”. Mientras que Alba Doblas ha apuntado que en las instituciones se debe introducir la perspectiva de género en todas sus áreas de gobierno. “Es importante además que se apoye el asociacionismo y el cooperativismo y que desde los ayuntamientos se redacten planes de igualdad”, ha puntualizado.
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