La música clásica en el cine

Loco por la música

Con la consolidación de la industria y reivindicando el papel fundamental de la banda sonora original, el repertorio clásico aún hoy se continúa utilizando como recurso expresivo

Fotograma de la película 'Amadeus'
Fotograma de la película 'Amadeus'
Harold Hernández

05 de abril 2020 - 03:00

Decía el gran Stanley Kubrick: “Una película es como la música. Debe ser una progresión de ánimos y sentimientos…”. La utilización de la música y especialmente la considerada como “clásica” es de vital importancia para reforzar la imagen visual en una producción fílmica. Hoy toca hablar acerca del uso de esa música llamada clásica y que muchas veces es de gran utilidad para la educación auditiva del respetable público, ya que así conocen obras maestras, que por razones diversas no aprecian en su justa medida y lugar y es en un concierto en un auditorio.

En los primeros años del cine sonoro, el uso de música clásica fue casi obligado, al no haber composiciones específicas. Con la consolidación de la industria y reivindicando el papel fundamental de la banda sonora original, el repertorio clásico aún hoy se continúa utilizando como recurso expresivo, garantizando de antemano una influencia sensorial en el espectador.

Tradicionalmente los compositores de períodos como el Barroco, Clasicismo y Romanticismo son los más utilizados. Creadores como J. S. Bach, W. A. Mozart, L. van Beethoven, R. Wagner, P. I. Tchaikovky, P. Dukas, M. Mussorgsky, R. Strauss, F. Schubert, I. Stravinsky, O. Respighi, C. Orff, G. Gershwin, D. Shostakovich, C. Saint-Saëns, y un larguísimo etcétera son testimonio del uso de obras de compositores conocidos como clásicos y cuyas piezas son hoy fácilmente reconocidas por el público gracias a películas como Fantasía (1940), su remake Fantasía 2000, 2001: Una Odisea del espacio, La Naranja Mecánica, Apocalipsis Now, Excalibur y otras muchas producciones fílmicas.

No sería justo dejar de mencionar algunas de esas piezas para que el lector se familiarice con lo que mencionado antes. Usemos como ejemplos El aprendiz de brujo de P. Dukas en Fantasía (1940), Así habló Zaratustra de R. Strauss en 2001, Odisea del espacio (1968), 9ª Sinfonía de L. v. Beethoven en La Naranja Mecánica (1971), Cabalgata de las Walkirias de R. Wagner en Apocalipsy Now (1979), O Fortuna de Carmina Burana de Carl Orff en Excalibur (1981). Dueto de las Bodas de Figaro de W.A. Mozart en Cadena Perpetua (1994), entre muchas otras.

Hay un caso muy particular como ejemplo de la utilización de mezcla de música clásica y contemporánea en el cine y es el filme Resplandor de 1980, donde el director Stanley Kubrick decidió utilizar obras de compositores tales como Bela Bartok, George Ligeti y Krzysztof Penderecki.

Otra vertiente de la musca clásica en el cine ha sido la que se produce de realizar películas basadas en la vida de compositores clásicos y, obviamente, ahí se exponen gran cantidad de obras de dichos creadores. Pongamos como ejemplo Amadeus, basada en aspectos de la vida de W.A. Mozart y donde se aprecia la calidad de obras como las Sinfonías 25 y 29, su Serenata para Vientos nº10, partes de las óperas Las Bodas de Figaro, Don Giovanni o La Flauta Mágica, sus Conciertos para Piano nº 20 y 22 y de su obra póstuma: Requiem.

Otro compositor reconocido sobre el que se ha realizado una producción cinematográfica exponiendo algunos aspectos de su vida es L. v. Beethoven. En el filme titulado Copiando a Beethoven aparecen fragmentos de obras suyas como la Sonata para Violín nº 7, sus Cuartetos de Cuerdas nº 9, 14, 15 y 16, y el Coral de su más que reconocida Sinfonía nº 9.

Antonio Vivaldi. Un príncipe de Venecia es una película no muy conocida ni publicitada en España, que data de 2006, donde se homenajea al que quizás sea el compositor más reconocido del barroco italiano. En esta cinta se aprecian obras suyas como el Concierto en la menor para dos violines, cuerda y bajo continuo o el Concierto en la menor nº 6 para Violín y orquesta entre otras.

Farinelli, es otro ejemplo de producción fílmica basada en un personaje real de la llamada música clásica. En este caso es un castrati (cantante contratenor) famoso del Siglo XVIII. Entre las obras que se interpretan en esta película está Lascia ch’io Pianga de la ópera Rinaldo de G. F. Händel, muy conocida por sus usos en eventos matrimoniales.

Un hecho curioso, y por eso incluido hoy, es la utilización de clásicos musicales de pop, jazz, rock,rhythm and blues, la música disco de los 70 y otros géneros en producciones fílmicas de todo tipo, desde obras basadas en compositores y músicos de estos géneros mencionados, a otras películas de temas nada musicales.

Quién no recuerda películas como Fiebre del Sábado Noche (1977), Grease (1978), The Blues Brothers (1980), Bird (1988), La gran bola de fuego (1989) o más recientemente 8 Millas (2002), Ray (2004), Bohemian Rapshody (2018) o Rocketman (2019).

En todas ellas se interpretan clásicos de los géneros antes descritos y algunas están basadas en la vida de intérpretes tan reconocidos como Bob Dylan, Queen, Elvis Presley, The Beatles, Ray Charles, Jerry Lee Lewis, Charlie Parker, Elton John, Freddie Mercury, entre muchos otros, incluyendo artistas más noveles y curiosos como Eminem.

En definitiva, es evidente que la música es una herramienta muy poderosa que los creadores fílmicos usan para influir en su público potencial, induciéndoles las emociones y sentimientos oportunos.

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