Naturalizar las fuentes de la ciudad: el método del Ayuntamiento para reducir la población de mosquitos

Medio Ambiente

El Consistorio ampliará el proyecto ejecutado por el Jardín Botánico, en el que se utilizan plantas en los estanques para mejorar la calidad del agua y fomentar la biodiversidad: el primero será el del parque Escritora Elena Fortún

Las fuentes plantadas, una solución natural contra los mosquitos del Virus del Nilo

Una fuente plantada junto a la cafetería del Rectorado.
Una fuente plantada junto a la cafetería del Rectorado. / El Día

Córdoba/Los estanques de Córdoba van a cambiar de fisonomía en los próximos meses, convirtiéndose en puntos con una elevada biodiversidad, con especies de flora autóctona, insectos y una fisonomía natural que contribuirá no solo a una mejora ambiental, sino también paisajística. El Ayuntamiento de Córdoba ha planificado un proceso de naturalización de las fuentes de la capital, en el que con el uso de determinadas especies se prevé mejorar la calidad del agua, ayudar a absorber dióxido de carbono y reducir la población de mosquitos, que en las últimas semanas han protagonizado titulares y temores como vectores de transmisión del Virus del Nilo.

Como explica el delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Daniel García-Ibarrola, la idea parte del proyecto desarrollado por el Real Jardín Botánico de Córdoba, que ha sido galardonado con el primer premio Juan Julio de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos y en el que se han renaturalizado ya 24 estanques de la ciudad, mientras otros cuatro están en proceso. Estos son los primeros, pero el Consistorio ha elaborado un inventario de estanques de la ciudad en los que actuar "en el que actuaremos eliminando filtraciones y naturalizándolos, con el uso de aguas regeneradas, recuperándolos para la ciudad", explica el concejal. Un proyecto "pionero" que impulsará la proliferación de especies que ayudan a controlar la población de mosquitos.

El primer lugar en el que actuar será probablemente la fuente de los jardines de la Escritora Elena Fortún, pero se ha planteado también al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias hacer lo mismo con la fuente de la glorieta de las Tres Culturas y se ha estudiado la posibilidad de actuar en la calle Cairuán. En estos momentos el Consistorio está preaprando un cronograma para "trabajar en todas las que podamos, en toda la ciudad, cada una con sus particularidades".

En el proceso trabajarán tanto los técnicos del Ingema como los de Infraestructuras, para proveer las plantas necesarias y colocarlas en los estanques. Se baraja la posibilidad incluso de que haya algún proceso de colaboración público-privada en el que alguna empresa pueda 'apadrinar' una fuente "dento de su responsabilidad corporativa con la ciudad".

El concejal ha anunciado la actuación durante su intervención en el Pleno de este jueves. García-Ibarrola destaca que esta medida "ratifica la apuesta por la sostenibilidad que se está haciendo desde el equipo de Gobierno".

Lucha contra los mosquitos

El proyecto Del cloro a la biodiversidad ha sido desarrollado por la ecóloga Mónica López Martínez y la doctora en Educación Ambiental Bárbara Martínez Escrich, ambas trabajadoras del Jardín Botánico. La iniciativa consiste en la transformación de fuentes y estanques con problemas de mosquitos y aguas verdes, en charcas y humedales urbanos con aguas transparentes y altos índices de biodiversidad, en su mayoría con plantas acuáticas autóctonas.

Se trata de una medida, como explicó Mónica López aEl Día, contraria a la de vaciar las fuentes como están haciendo ayuntamientos como el de La Rambla, después de que una vecina ingresara en la UCI del Hospital Reina Sofía por la picadura de un mosquito que transmite el Virus del Nilo. Su propuesta es implementar las citadas fuentes plantadas, un sistema que combina plantas acuáticas y praderas de carófitos, algas con consistencia de plantas superiores. "Así se mejora la calidad del agua, se fomenta la biodiversidad y se reduce naturalmente la población de mosquitos", explica la investigadora.

Los mosquitos del género Culex, conocidos por ser vectores de enfermedades como el virus del Nilo Occidental, proliferan en cuerpos de agua estancada y con falta de mantenimiento, lo que las convierte en un riesgo "importante" para la salud pública, reconoce. Sin embargo, las recientes naturalizaciones en la misma ciudad de Córdoba ponen de manifiesto que, "cuando en las fuentes se crean ecosistemas regulados y completos, las larvas de mosquito simplemente no proliferan por el gran impacto y presión predatoria que ejercen insectos como libélulas, caballitos del diablo, notonectas e incluso caracolas acuáticas, que al ser omnívoras se alimentan incluso de las puestas de mosquitos", apunta.

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