Un neumólogo alerta de que el consumo de cigarrillos electrónicos por los jóvenes supone "el comienzo del hábito de fumar"
Sanidad
Los dispositivos de vapeo son considerados menos dañinos que el tabaco, cuando en realidad tienen los mismos efectos perjudiciales en la salud que éste
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El consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores, pipas de agua, juul e iqos, entre otros dispositivos, puede ser “la puerta de entrada de muchos jóvenes para adquirir el hábito de fumar, al ser nuevas formas de tabaquismo, por lo que es muy importante que se conozcan los efectos de estos productos, considerados como menos dañinos que el tabaco pero que en realidad tienen los mismos efectos perjudiciales para la salud, según ha alertado el jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas.
El doctor Entrenas ha señalado, con motivo de la celebración este miércoles del Día Mundial sin Tabaco, que el consumo de tabaco sigue creciendo a pesar de ser la principal causa de muerte evitable en el mundo, y del conocimiento de que es factor desencadenante de numerosas enfermedades, y ha añadido que en España se registran cada año unas 70.000 muertes relacionadas con el hábito tabáquico.
El especialista ha insistido en que todos los productos de tabaco son peligrosos y adictivos y ha alertado de la falsa sensación de seguridad al consumir nuevas formas de tabaquismo como cigarrillos electrónicos, pipas de agua, o preparaciones orales para masticar (que provocan adicción a la nicotina pero no se inhalan), entre otros productos, que son iguales de nocivos que los tradicionales cigarrillos.
“Estamos asistiendo a distintos episodios en los que personas muy jóvenes consumen este tipo de productos, pensando que son menos dañinos y menos adictivos, cuando en realidad son todo lo contrario”, ha afirmado, ya que básicamente, contienen las mismas sustancias nocivas que el cigarrillo tradicional y, aunque en concentración menor, son capaces de causar los mismos problemas de salud.
Existen varios tipos de dispositivos, los cigarrillos electrónicos, conocidos también como vaporizadores (de ahí la expresión vapear), consisten en un cilindro de acero con el mismo aspecto de un cigarrillo, aunque los modelos de última generación adoptan formas más sofisticadas y colores llamativos. Contienen un cartucho con líquido cuyo componente fundamental es el propilenglicol, glicerol o mezcla de ambos. Al inhalar, se enciende una resistencia que convierte el líquido en vapor que el fumador inhala como un cigarrillo convencional.
Las pipas de agua son una forma tradicional de fumar en Oriente Medio y Sudeste Asiático que se fabrican con una gran cantidad de diseños en los que el tabaco se coloca en un recipiente con orificios en el fondo al que se acopla una manguera larga y flexible que, al inhalar, hace pasar el humo a través de un recipiente con agua burbujeando antes de ser inhalado.
El juul es una de las nuevas formas de fumar. Es un dispositivo similar a las memorias USB que se carga con una cápsula que contiene unas 200 caladas de nicotina (dosis similar a la de un paquete), por lo que proporciona una dosis muy potente que lo hace muy adictivo. Desprenden muy poca cantidad de vapor, de aquí que se promueva su uso en sitios donde está prohibido el vapeo.
El iqos es un nuevo dispositivo que calienta el tabaco hasta los 350-400 grados en vez de superar los 1000 que alcanza el cigarrillo convencional, con lo que evita los fenómenos de pirolisis que ocurren en éste.
El tabaco de liar es una forma creciente de consumo de tabaco, del que se cree que es más saludable que el tabaco industrial, pero no existen datos indicativos de que sean menos tóxicos, aunque sí de que pueden contener más alquitrán.
Enfermedades provocadas por el tabaco
El doctor Entrenas ha recalcado que el impacto negativo del consumo de tabaco en la salud pulmonar y su asociación causal con una gran cantidad de enfermedades respiratorias están ampliamente contrastados por la evidencia científica. Además, fumar también es perjudicial para el sistema inmune y su capacidad de respuesta a las infecciones, lo que hace que los fumadores sean más vulnerables a enfermedades infecciosas.
Además, el doctor Entrenas ha resaltado que el consumo de tabaco supone una amenaza clara para el medioambiente al contribuir al cambio climático y dañar a los ecosistemas, pues cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierras para cultivar tabaco en ellas y este cultivo contribuye a la deforestación. Y ha añadido que la reducción del consumo de tabaco constituye un “resorte fundamental en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible y no sólo de los que guardan relación con la salud”.
Beneficios de abandonar el hábito
El tabaco se cobra cada año unos diez millones de vidas en el mundo y se prevé que aproximadamente la mitad de los fumadores actuales morirán a causa de una enfermedad relacionada con el tabaco si siguen fumando.
El especialista ha resaltado que son muchos los beneficios para la salud de dejar el tabaco, teniendo en cuenta que a los 20 minutos sin fumar disminuye el ritmo cardiaco y baja la tensión arterial, dentro de las 12 horas siguientes el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales y después de dos a 12 semanas mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar.
Además, de uno a nueve meses tras dejar de fumar disminuye la tos y la dificultad para respirar, en un año el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador, en cinco años el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador, en diez años el riesgo de cáncer de pulmón disminuye un 50% y también se reduce el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas.
Así, los beneficios para las personas de cualquier edad que dejan de fumar son numerosos, de hecho cuando se abandona el tabaco alrededor de los 30 años se ganan casi diez años de esperanza de vida, y las personas que dejan de fumar después de haber sufrido un ataque cardíaco tienen una probabilidad un 50% inferior de sufrir otro ataque.
El doctor Entrenas se ha referido también a cómo dejar de fumar beneficia a los niños que están expuestos al tabaquismo pasivo, sobre lo que ha señalado que disminuye el riesgo adicional de muchas enfermedades relacionadas con el tabaquismo pasivo en los pequeños como las enfermedades respiratorias (por ejemplo el asma) y la otitis.
Asimismo, abandonar el tabaco reduce la probabilidad de sufrir impotencia, de tener dificultades para quedarse embarazada, tener partos prematuros, hijos con insuficiencia ponderal al nacer o abortos.
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