Las obras para convertir el antiguo Simago en un centro comercial avanzan con la rehabilitación del edificio
Urbanismo
La idea de la empresa constructora es que el trabajo esté listo en el verano de este año
Vialti Obras y Servicios ha cambiado la cubierta de uralita por paneles sándwich y la fachada con cerámica y panel composite, según figura en su página web
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Las obras para convertir el antiguo edificio de Simago en un centro comercial en Córdoba avanzan y la constructora, Vialti Obras y Servicios SL, se centra ahora en la rehabilitación de este edificio para preservar su estructura, una vez que los trabajos de reconstrucción y modernización de la fachada hayan avanzado significativamente con el montaje de grandes cristaleras que se pueden ver desde la calle Jesús y María.
Los trabajos de rehabilitación son un desafío, admite la empresa, y parten de un estudio exhaustivo del edificio para detectar las áreas que requieren intervención inmediata y poder elaborar un proyecto adecuado. En segundo lugar la empresa ha evaluado el presupuesto necesario dada la envergadura del proyecto, que puede requerir una gran inversión especialmente si se trata de rehabilitar una construcción con fallos estructurales.
"Este proyecto va más allá de la mera renovación arquitectónica, cada detalle refleja nuestra dedicación a preservar la esencia del edificio mientras lo modernizamos para las generaciones futuras", ha añadido la empresa. Es el siguiente paso en una obra que comenzó en el mes de julio de 2023 y que tiene como horizonte acabar este verano de 2024, si todo marcha bien.
Vialti ha admitido que este paso ha sido "un verdadero reto" por la logística que requiere en una calle muy transitada y muy estrecha de la ciudad, en pleno Casco Histórico entre la plaza de las Tendillas y la Mezquita-Catedral de Córdoba, que "añade una capa extra de complejidad" a esta parte del proyecto. Esto incluye programar las actividades ruidosas en momentos menos sensibles del día, controlar el polvo o desviar el tráfico y peatones.
¿Cómo va la obra?
La empresa ha demolido completamente la capuchina tradicional y el revestimiento que conformaba la ya antigua fachada con el objetivo de construir una más moderna y "de tipo ventilada", que combina cerámica, panel composite (dos láminas de aluminio unidas por un núcleo de resinas termoplásticas, normalmente polietileno) y vidrio. Así se han conseguido los grandes ventanales que ahora se pueden ver desde la calle.
En la zona interior la empresa tuvo que demoler parte del antiguo Palacio del Cine de Córdoba, llevar a cabo la consolidación de la cubierta y sustituir las cerchas por otras nuevas tratadas con ignifugante, un material que es resistente al calor y al fuego.
Dicha cubierta era de uralita y ha sido sustituida por una cubierta de panel sándwich, "lo que asegura una mayor eficiencia térmica y acústica". La empresa explica que un panel sándwich "es un producto para construcción compuesto por dos chapas de acero y un núcleo de poliuretano inyectado: las caras de acero aportan resistencia al conjunto, y el núcleo de poliuretano (PUR) proporciona un excepcional aislamiento térmico y acústico".
Este aislamiento térmico, asegura Vialti, "es la propiedad que proporciona mayor protección en caso de incendios. El bajo coeficiente de conductividad térmica genera buen comportamiento frente al fuego". Para el aislamiento acústico, además, "se crean perforaciones en una de las capas del panel, formando una barrera que impide el paso de las vibraciones sonoras".
Además, la constructora llevó a cabo una ampliación estructural del último forjado del edificio a través de una estructura de pilares y vigas de acero sobre la cual se dispondrá un forjado de chapa colaborante. Con esta actuación se logrará aumentar la superficie de la planta en aproximadamente 1.000 metros cuadrados, según la empresa.
Para llegar hasta este punto el Ayuntamiento tuvo que aprobar en Pleno la innovación-modificación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Córdoba (Pepch) para cambiar sus usos. Primero todo apuntaba a que se convertiría en un hotel, también se habló de viviendas, pero finalmente será un centro comercial con un gran supermercado, dos tiendas y un restaurante.
El Corte Inglés, que tuvo allí su centro de oportunidades, vendió el edificio al fondo de inversión Inbest-GPF por 18,1 millones de euros. En concreto, el edificio, los inmuebles 5 y 7 de la calle Jesús y María y el número 3 de la calle Duque de Hornachuelos, lleva cerrado y sin usos desde el año 2011.
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