La odisea de los jóvenes para alquilar en Córdoba: “No veo muy razonable pagar precios tan altos por pisos viejos”

Vivienda

Los altos costes y la falta de renovación en las viviendas plantean grandes retos para quienes buscan alquilar

Estas son las fincas y cortijos más caros a la venta en Córdoba

Juan Francisco y Natalia, dos jovenes que residen en Córdoba de alquiler. / El Día

Córdoba/Para muchos jóvenes estudiantes o trabajadores en Córdoba, la tarea de encontrar un piso de alquiler se ha convertido en una auténtica odisea. Y es que para dicho grupo social, principalmente, acceder a una vivienda asequible hoy en día supone todo un reto dada la creciente demanda y los elevados precios que, en ocasiones, rozan lo inalcanzable para los potenciales usuarios interesados.

Córdoba, una ciudad en la que tradicionalmente este mercado ha sido más económico y accesible en comparación con grandes capitales como Madrid o Barcelona, vive una situación que comienza a preocupar a estudiantes, jóvenes profesionales y familias. El precio medio del alquiler ha experimentado un ascenso constante en los últimos años, impulsado por diversos factores. 

Según los datos más recientes detallados por el portal inmobiliario Idealista, el precio medio en agosto rondaba los 8,3 euros por metro cuadrado. Esto supone que las cuotas de alquiler han sufrido un incremento del 4,4% con respecto al mismo mes del año 2023. En lo referente a las zonas más solicitadas por los jóvenes en la capital, el precio ha subido entre un 3,3% y un 9,3%

A los altos precios, además, se debe sumar el comúnmente largo proceso de búsqueda, que puede durar meses, y los requisitos que los propietarios e inmobiliarias piden al arrendatario. Todo este cúmulo de circunstancias unidas hace que buscar un piso, con situaciones y condiciones adecuadas, se convierta en una misión complicada más que en el mero trámite para cumplir una necesidad primaria.

Amplia oferta, pero precios elevados

Juan Francisco Peña, un joven de 23 años procedente de Adamuz, es estudiante de Turismo y, además, trabaja en la hostelería. Este adamuceño tuvo que introducirse en el mundo del alquiler hace cinco años, cuando se trasladó a Córdoba por estudios

Desde ese momento, cada curso se ve obligado a cambiar de piso y, aunque la oferta en la capital es amplia, señala que “desde el primer año que llevo aquí, sí que es verdad que he notado una subida de los precios, sin ir más lejos en el piso que estuve el año pasado pagamos 560 euros y al mirar el anuncio este año ya valía 590”.

Juan Francisco en el salón del piso en el que reside. / El Día

Aun así, considera que los alquileres no son “excesivamente caros” con respecto a otras ciudades, aunque “la mayoría de los casos son pisos que llevan sin reformarse años y años y eso sí que me parece un precio caro. No veo muy razonable pagar precios tan altos por pisos viejos, colchones duros, muebles y cosas muy antiguas”.

Igualmente, en estos años viviendo en la capital, sí ha observado una subida de los precios, algo que ha supuesto un incremento de los gastos e igualmente una complicación más a la hora de encontrar un espacio adecuado donde residir. “Los primeros años estuve pagando el alquiler con la beca, que se me iba la gran mayoría del dinero. Actualmente, puedo pagarlo, pero porque estoy trabajando en varios sitios, si trabajara solo en uno o solo los fines de semana me daría lo justo para vivir”.

Misión imposible encontrar pisos en buenas condiciones

Natalia Valencia, de 22 años y natural de la localidad pacense de Monterrubio de la Serena, en Extremadura, es graduada en Administración y Dirección de Empresas y, actualmente, se encuentra trabajando en el sector administrativo contable. 

Esta joven, residente en la capital desde 2019, al igual que el anterior protagonista, ha sufrido la subida de los precios “sobre todo desde la pandemia, los pisos tienen un precio más alto que años anteriores” y, además, insiste en que “encontrar un piso reformado y en buenas condiciones es complicado, ya que son mucho más caros en relación uno más antiguo y en peores condiciones, que igualmente estos mantienen precios elevados”. 

Y es que, como refrendan los testimonios, dar actualmente con una vivienda que ofrezca una “buena” relación entre calidad y precio supone una labor “altamente complicada”. Los estudiantes comienzan a buscar piso desde varios meses antes del arranque del curso lectivo y, aun así, supone una tarea “muy difícil”, en busca de “encontrar un piso que esté en buenas condiciones y cuente con un alquiler más o menos asequible”, como señala Valencia.

En su caso, Natalia ha cambiado en hasta tres ocasiones de vivienda, algunas en busca de una ubicación más próxima a sus intereses y otras intentando encontrar mejores condiciones. Durante la última vez, hace tan solo un par de meses, encontró un piso adaptado a sus preferencias en únicamente una semana, aunque previamente realizando una valoración casi exhaustiva de las ofertas del mercado: “Tuve que estar llamando a un montón de gente, poniéndome en contacto con muchísimas personas y mirando día y noche en los diferentes portales inmobiliarios, fueron unos días horrorosos”, afirma.

Hoy en día, esta monterrubiana convive junto a una sola compañera en un piso “acogedor y totalmente reformado”, que mensualmente supone un desembolso de 250 euros, sin contar luz y agua en ese gasto. “Me costó dar con él, pero es verdad que ahora estoy muy contenta y es el mejor piso en el que he estado”, asegura.

Natalia mostrando el piso en el reside. / El Día

Un año para independizarse

En un contexto económico cada vez más complejo, la búsqueda de una vivienda adecuada se ha convertido en un verdadero reto para los jóvenes, especialmente para los que aspiran a independizarse. La combinación de un mercado inmobiliario que oferta “pisos antiguos” y el alza constante de los precios ha dejado a muchos con pocas opciones asequibles. 

La experiencia de Reyes Mármol, una chica de 27 años que vive junto a su pareja, para dar con un piso que presente todos “sus requisitos” refleja aún más la dificultad de encontrar un equilibrio entre la calidad y el precio. 

Cuando llegó el momento de independizarse, esta joven cordobesa recuerda que su trayectoria buscando una vivienda fue “mala”, incluso tardó “un año en encontrar un piso que me guste y tenga buen precio. Cuesta mucho encontrar una vivienda que cumpla con los requisitos deseados”

Para un joven que intenta independizarse, a diferencia de los dos protagonistas anteriores, Reyes sostiene que la oferta en Córdoba es “escasa y con los años va a peor”, aunque si coincide en que “la gran mayoría de pisos que ofrecen son viejos a un precio muy elevado”.

Con una búsqueda constante, esta chica de 27 años logró independizarse junto a su pareja, pero declara que “independizarse es muy complicado, sobre todo si eres joven. La única forma que tiene un joven de independizarse es compartiendo piso, ya sea con su pareja, amigos o compañeros”.

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