Los vecinos de las parcelaciones inundadas: "Cuando el agua llega no queda más solución que irse"

Córdoba/La de esta pasada noche no ha sido nada tranquila para los vecinos de la parcelación de Guadalvalle. La crecida constante del cauce del río Guadalquivir, que han seguido casi minuto a minuto, les ha robado el sueño y la tranquilidad. Además, muchos de ellos han revivido la situación de hace ahora 15 años cuando el caudal anegó por completo sus casas que, por el momento, se mantienen a salvo. No obstante, el caudal del río Guadalquivir no ha dejado de subir durante toda la noche desde que el Ayuntamiento de Córdoba decretara a eso de la medianoche el nivel 1 de emergencias y decretase el desalojo de los vecinos las parcelaciones próximas al río.

A primera hora de la mañana de este martes 18 de marzo, el agua ya estaba dentro de la parcelación Guadalvalle y ya cubría un tercio de la calle Las Tórtolas, tal y como ha comprado El Día de Córdoba. Una patrulla de la Policía Local seguía el crecimiento del cauce y recordaba a los vecinos que se acercaban hasta la zona que estaban allí "por seguridad y para evitar robos". Y es que, los vecinos de más de una decena de casas de la calle Las Tórtolas han tenido que abandonar sus viviendas esta pasada madrugada ante el temor de que el agua llegara a sus viviendas.

Algunos se resisten a abandonar sus casas por temor a los robos, mientras que otros confían en no tener que dejar su vivienda que, además, han preparado ya ante una posible inundación. Rafael Polo y su mujer Lourdes viven en la calle Ruiseñor y hace tres lustros vivieron las mismas inundaciones. "Hemos pasado la noche mal, sin dormir y viniendo a ver el nivel del río", expone Rafael, de 26 años, que vive en esta parcelación desde los cuatro años. "Hemos recordado las otras veces que nos tapó las casas en 2010 y cuando el agua llega no queda más solución que irse", ha reconocido, al tiempo que reconoce que en estos momentos no sabe bien qué pedir a las administraciones ante esta situación. Solo queremos que "hicieron algo para vivir tranquilos", anota.

Su mujer Lourdes mira con intranquilidad como el agua avanza por la calle Las Tórtolas y con el miedo en el cuerpo de que llegue hasta su vivienda. "Mira, las lluvias se han comido el dique y aquí tenemos miedo nada más que viene la lluvia", subraya y recuerda cómo ha sido esta pasada noche. Así, relata que primero escucharon "las sirenas y nos alarmamos; los bomberos y la Policía llamaron a las puertas para ver quién había en cada casa y luego desalojaron". No obstante, ella y su marido viven en la calle Ruiseñor y confían en que el agua no llegue hasta allí. A pesar de ello, ya han se han preparado ante una posible emergencia y, según indica, "tengo los sofás, que todavía estoy pagando, en un andamio".

"Esto pinta mal"

Basilio, vecino de la calle Pacífico, la de las farolas, también ha pasado una noche intranquila. "Esto pinta mal, la otra vez pasó igual cuando soltaron los pantanos", anota y advierte de que "una cosa son los pantanos que traen el agua y, la otra la lluvia porque el agua se va metiendo en todas las parcelas". Por el momento, él sigue en su casa, pero avanza que los vecinos de otras vías de esta parcelación, como la de la calle La Perdiz, "también están mal".

Rocío Jiménez y su tía Dolores viven juntas en una casa también en la calle Pacífico. Aunque no están en la zona cero de las inundaciones, ambas aseguran también que no han podido dormir en toda la noche. "Nos hemos inundando ya dos veces y no esperábamos que el río subiera tanto en tan poco tiempo", apunta.

Al lado su tía Dolores asiente ante todo lo que dice su sobrina y no tiene reparos en recordar que "ya hemos pasado por dos inundaciones gordas y hemos toda la noche sin dormir". No obstante, reconoce que "ahora hay más información y más medios que en 2010; aquella vez llegaron media hora antes a desalojarnos y no dio tiempo a nada. Ahora han venido con más tiempo y con más información", concluye.

La mayoría de los desalojados de sus viviendas en las parcelaciones con riesgo de inundación lo hicieron de manera voluntaria cuando empezó a subir el nivel de riesgo del río Guadalquivir durante la tarde del lunes en Córdoba, según ha informado el alcalde de Córdoba, José María Bellido, quien ha añadido que solo diez viviendas tuvieron que ser desalojadas por la Policía Local de la urbanización Guadalvalle cuando el nivel de la calle Las Tórtolas comenzó a subir hasta la altura de las rodillas.