Un parque empresarial de 45 hectáreas se ubicará junto a la Base Logística de Córdoba

El proyecto de la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) General Javier Varela que se ubicará en Córdoba es mucho más que la concentración de 12 centros en uno, o el motor de transformación de la logística militar en la transición hacia la llamada Fuerza 2035. Fuera de lo que supone todo lo que rodea a Defensa, es un proyecto ambicioso que tiene que liderar, sí o sí, el cambio (para bien) de la capital, la provincia y hasta Andalucía, en ese orden, por las enormes oportunidades, en forma de desarrollo económico y de empleo, que trae consigo un plan de tal envergadura.

La implantación de la BLET, cuyos efectos palpables aún tardarán unos años en dejarse notar –los llamados intangibles son ya más que evidentes–, se ha convertido desde hace unos meses en el gran proyecto, con mayúsculas, de Córdoba y su provincia. Una inversión total en torno a los 350 millones de euros y una oferta de empleo directo para 1.600 personas, la mayor parte (unos 1.100) civiles, es motivo suficiente para ver esa comunión entre administraciones públicas y los constantes guiños por parte del sector privado para no quedar fuera del proceso. Pero, además, la Base Logística ejercerá de tractor para el desarrollo de otros proyectos cuya ligazón es inevitable.

De momento, la innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de La Rinconada que requiere la BLET permitirá la creación de un parque empresarial adyacente. Un proyecto que, desde fuentes municipales, aclaran que no tiene nada que ver con el planificado en el lejano 2004 en la misma ubicación –iba a ser el mayor de Córdoba, con una superficie urbanizable de más de 200 hectáreas ampliables– y que con el paso de los años, polémicas judiciales incluidas, ha quedado en nada.

Ahora, tanto el proyecto de la Base Logística como el del parque empresarial, que se enmarcan dentro de la misma pastilla, parten con la ventaja de contar con un carácter de interés general que da mayor agilidad al proceso administrativo. En total, se verá afectado un terreno de unas 130 hectáreas, de las que alrededor de 90 irán destinadas a la Base Logística en sí y casi otras 45 formarán parte de un polígono en el que se podrán implantar empresas que trabajen con Defensa, que como ha quedado claro más de una vez “querrán tener sus bases cerca del centro logístico” del Ejército de Tierra.

En principio, y teniendo en cuenta las características de este tipo de empresas de logística –suelen edificarse sobre superficies enormes, normalmente de entre 50.000 y 100.000 metros cuadrados–, este parque de La Rinconada apenas podrá acoger a algunas de ellas (hay que tener en cuenta también la necesaria urbanización), convirtiéndose en algo parecido a un macropolígono empresarial. Quizás alguna sea de las que ya se están posicionando, mostrando un serio interés, y que han establecido contactos con el Ayuntamiento de Córdoba a raíz de la presentación de la BLET el pasado mes de noviembre en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef) celebrada en Madrid.

Y ahí es donde entra en juego la otra zona logística en ciernes que tiene la capital: el polígono de El Álamo, recinto privado liderado por Prourban El Álamo en la Autovía de Andalucía, dirección Sevilla –junto a la antigua Campsa– que pondrá en carga otras 45 hectáreas, de las que algo más de la mitad serán útiles. El proyecto ya recibió hace apenas un par de meses la aprobación inicial por la Junta de Andalucía al recogerse en el BOJA (antes del verano también obtuvo el visto bueno del Pleno del Ayuntamiento), entrando posteriormente en la fase de alegaciones previa al visto bueno definitivo a un parque que puede ejercer de hermano del que se proyectará en La Rinconada junto a la BLET.

Verano de 2022, primera gran fecha clave

Aunque todo el mundo coincide en que el proyecto lleva “una velocidad de crucero” desde que fue designado para Córdoba a comienzos del pasado mes de febrero, lo cierto es que aún queda mucho por hacer para que la BLET empiece a parecerse a lo que terminará siendo. Y no por disputas carentes de fundamento llegadas desde otras latitudes, precisamente, sino por la necesaria y obligatoria tramitación previa que las distintas administraciones deben hacer una vez que quedó rubricado el pasado mes de septiembre el protocolo de actuación con Defensa.

Con varios frentes abiertos para agilizar el proceso, el primero que tiene que quedar cerrado es el convenio económico con el propio Ministerio. La idea que manejan en Capitulares es que ese paso se culmine durante el primer trimestre de 2022, después de que los plazos previos dados, que apuntaban a que la rúbrica se realizaría antes de fin de año, se hayan esfumado.

A partir de ahí, todas las miradas se centrarán en la junta de compensación que preside el propio alcalde, que debe terminar por dar forma al nuevo plan urbanístico de La Rinconada, cuya ejecución corresponde al Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, que ya han destinado partidas económicas en sus próximas cuentas para la urbanización de los terrenos, que incluyen la conexión eléctrica y el paso elevado de la Autovía de Andalucía y está valorada en torno a los 60 millones de euros.

Culminado este último proceso, los terrenos pasarán ya a Defensa. La estimación es que este camino esté ya andado para el próximo verano de 2022, con agosto como primera fecha clave. Será a partir de entonces cuando el Ministerio, a través del Ejército de Tierra, pueda iniciar los trabajos de cerramiento, edificación o equipamiento tecnológico, con un horizonte claro: finales de 2026 o inicios de 2027, cuando la BLET comience a funcionar, pasando de proyecto a realidad.