El paso de la barrera de la informática
La Obra Social La Caixa entrega diplomas a los más de 250 alumnos que se han formado en sus cursos
La informática ha dejado de ser una entelequia para las algo más de 250 personas mayores de toda la provincia que han participado en el curso organizado conjuntamente por la Obra Social de La Caixa y la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. Algunos reconocen que casi ni sabían lo que era un ordenador antes de matricularse en este curso e incluso les daba "miedo" pulsar el botón de inicio de los equipos al creer que "podían romperse". Detrás de cada testimonio de estos veteranos alumnos se esconde, en definitiva, una historia muy diferente cuando analizan el primer acercamiento a las tecnologías. Ahora presumen de navegar por internet, procesar textos o de almacenar en un archivo aquellas fotografías que hicieron durante el último viaje con la familia.
Prácticamente todos los alumnos que se matricularon en el último curso -que se inició en mayo del pasado año- acudieron ayer a la entrega de diplomas, un acto al que también acudieron los participantes de otros talleres dirigidos a los mayores, como los de inglés, lectura, pintura al óleo y baile de salón, entre otros. En total, en torno a unas 350 personas llenaron el salón más amplio del palacio de congresos. Junto a ellos estaban también los voluntarios y organizadores del programa de divultagción informática.
José de la Torre, uno de los colaboradores del aula abierta del centro de Fuensanta-Cañero, aludió al "éxito" que han tenido estas ciberaulas y destacó que tal ha sido la respuesta de los mayores de 65 años este año que ha habido personas que se quedaron sin plaza. Para De la Torre, el programa de la Obra Social de La Caixa representa una "oportunidad para que estas personas cambien su visión de la informática y se acerquen sin miedo" a ella. Al ser responsable del aula abierta del centro de la Fuensanta, puntualizó que "muchos de los participantes no se conforman con lo aprendido en el curso y practican en el aula o en su propia casa".
El acto de entrega de diplomas, que representa la finalización del curso, no supone para la mayoría el término de su aprendizaje. Ven la informática como una materia "en la que nunca deja uno de conocer cosas" e insisten en su mayoría que "habrá que seguir trabajando con el ordenador". En esta línea se encuentra, por ejemplo, el montillano Rafael Martos, que contó su experiencia. "He aprendido a entrar y salir de los programas y a navegar por internet, pero queda mucho hacer", confesó este alumno del centro de mayores. Martos tampoco pretende que su formación se quede sólo en la informática y manifestó que "hay otras materias que nos ofertan que me interesan mucho, como puede ser el inglés, un idioma que aprendí pero que tendré que practicar más".
Al igual que De la Torre o Martos, decenas de personas subrayaron la "ilusión" que les hacía participar en programas de estas características. El director del Área de Negocio de La Caixa en Córdoba, Francisco Lucio Villegas, insistió en los prolegómenos del acto en los elementos "positivos" que tienen estos cursos y animó a los participantes a pasarse por la exposición Europa fue camino instalada en los Jardines de la Victoria. Tras él, la coordinadora del programa de mayores de la Fundación La Caixa, Nuria Casals, detalló que las personas que ayer recibieron el diploma se han convertido en "expertos, no sólo en la técnica, sino también en la solidaridad, por ayudar a los demás".
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