Pilar Sanabria pasea por cada triunfo de Córdoba con un conmovedor pregón a San Rafael

Córdoba/Se acerca ese 24 de octubre que tan significativo es en Córdoba. En el Día de San Rafael, arcángel custodio de Córdoba, se conmemora la fecha en la que, según las crónicas, apareció por primera vez en la ciudad en el año 1278 cuando esta se encontraba azotada cruelmente por la peste. Desde entonces, la figura de San Rafael habita entre los cordobeses en cada rincón de la capital cordobesa.

Una presencia "eterna" que ha sido enaltecida por la poeta y periodista cordobesa, Pilar Sanabria (Córdoba, 1963), designada por unanimidad para ser la pregonera de las fiestas patronales organizadas por la Federación de Peñas Cordobesas en este 2024. Y su pregón no ha dejado indiferente a nadie. La emoción de sus palabras ha recorrido cada palmo del salón de actos del Palacio de la Merced, cuyas paredes, al igual que los asistentes, se han trasladado a cada uno de los triunfos de San Rafael al son de los apasionados versos de la cordobesa.

Un paseo por Córdoba sobre lírica el que ha construido Pilar Sanabria, empezando el pregón por la "mirada" del arcángel San Rafael desde la plaza de los Padres de Gracia. "Te veo presidiéndola en esta noche cuando el calor es todavía una lanza tenaz en los muros de Córdoba", ha continuado la poeta sobre una ciudad "desguazada, sin edades, eternamente raíz, erigida con el fervor de los sueños más furtivos" y repleta "de emblemas que desnudas, contemplándola cegado por verdades sonoras que los Sotos de la Albolafia amagan en bocetos de tiempo", refiriéndose a su custodio.

Bajo una "apariencia de pétalo" y nombrado como "centinela de las estaciones" y como "medicina de Dios", Sanabria ha destacado que San Rafael "está en su verídica y entrañable presencia". Está más bien "en cada esquina": "En Santa Marina escalas con el don de lo venidero, en la Fuensantilla un grafitti muerde tus pies, en la vieja estación estás exhausto de trenes y ebrio de ocasos, inventas la travesura infantil de columpiarte en la Mezquita, un pulmón de pájaros sobre las palmeras del Alcázar y un ala de música llueve en el Vial Norte, la saliva de tu vértigo verde consuma resina en la sierra y por San Lorenzo bebes de la alcubilla del pasado", ha rezado el pregón de la periodista cordobesa.

En el característico barrio de La Fuensanta, San Rafael es el "borbotón de agua en el Pocito", también es "alegría de barro en las campanas, pasión de azahar en el Compás de San Francisco y luminaria de feria cuando el albero de El Arenal se vuelve adolescente de quimera". Y es que es custodio de la ciudad y de las fiestas tradicionales. Hasta futbolero. Y lo ha señalado con efusividad Sanabria, recordando que San Rafael "lleva la camiseta blanquiverde en el estadio con el número veinticuatro, jugando en la Primera División de tu amor, con los mejores pases de tu protección, delantero omnipresente y alado que a las desgracias le marcas gol".

San Rafael también "emana el olor de los postigos de la Puerta del Perdón, el olor de los siglos, en la calleja del Pañuelo donde un milagro tiene mirada de niño". Es el custodio "que reverbera en cada casa cordobesa donde tiene lugar una herencia inmemorial de orgullo: llamarse Rafael o Rafaela", un apodo que en Córdoba tiene más significado que un simple nombre.

"Querido Rafael. Somos habitantes en las flores de fango que sembramos, que tu cuidado sea el ramo de aire y el pan nuestro de cada día. Cada celosía, alminar, ataurique, dovela, columna, arquitrabe, todos están inmersos en la protección que emanas desde el brocal del corazón". Estas sentimentales palabras han ido dedicadas al arcángel custodio de Córdoba, al que Sanabria le ha pedido que vele por esas "plazas hendidas de Palestina o de Ucrania", convertidas este otoño en "un vagón de soledades que transporta las heridas de los niños muertos y, entre los escombros, un millón de delitos de sangre son firmados por manos nacidas en la sombra".

"Y para Córdoba te rogamos tu amada custodia, que el estandarte de tu luz presida para lo eterno los senderos de esta tierra", ha pedido la cordobesa poniéndole todo el alma al bello final de su pregón. Así está ya servida la previa del 24 de octubre, Día de San Rafael, festivo en Córdoba y fecha marcada especialmente en el calendario de los cordobeses. Por eso, tras el pregón tan emotivo de Pilar Sanabria, las arroceras ya están listas para echar fuego y los peroles, más preparados que nunca como manda la tradición.