El plan de una noche de verano en Córdoba: un pícnic junto al avión de Miraflores

Ocio

Decenas de cordobeses se alejan de la rutina diaria con estos encuentros al aire libre que predominan los fines de semana

Celebrar cumpleaños, reuniones familiares y pasar el tiempo con los niños, entre los objetivos de estos encuentros

Las imágenes de una noche de pícnic en los jardines del avión de Miraflores de Córdoba

Celebrando un cumpleaños en los jardines del Balcón del Guadalquivir. / Juan Ayala

Córdoba/Aire fresco, buena compañía y tapeo: el pícnic perfecto. Son las 22:00 en Córdoba y por el puente de El Arenal decenas de cordobeses aparecen cargados de provisiones, unos con simples bolsas, otros tirando de ingeniería con carritos de distinto tipo. Los hay también que, por vivir más alejados, optan por llegar en coche y aparcar en los llanos de El Arenal, donde cada mes de mayo se monta una ciudad itinerante con motivo de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Todos con algo en común, aunque a simple vista irreconocible.

Familias, grupos de amigos de casi una veintena de personas, niños que apuran sus últimos días de vacaciones jugando al pilla-pilla y al fútbol. Sillas plegables y mantas, donde el espacio se comparte y las risas son contagiosas. Juegos de cartas de todas las clases y conversaciones para todos los gustos. Aquellos que por uno u otro motivo no pueden disfrutar de una parcela -ni tienen a nadie que les haga un hueco en ella- y tampoco de una escapada a la playa, tienen un plan casi obligatorio cada fin de semana estival que pasan en Córdoba: Ir de pícnic a los jardines del Balcón del Guadalquivir, donde por el momento tienen la compañía del avión... mientras el Ayuntamiento da forma a su retirada.

Un plan en el que se juntan muchos factores a su favor. Lo primero, cambiar la estampa de tu salón por la de unos jardines al aire libre. Lo segundo, poder juntarte con todos tus amigos sin preocupación por el tiempo y espacio. Y lo tercero, es un plan apto para todos los bolsillos y todas las edades. Además, y por si fuera poco, se ha convertido casi en una tradición en el calendario de verano cordobés. El pícnic se ha convertido en primo hermano del perol y se estila mucho en las noches calurosas.

La imagen se repite principalmente los fines de semana, aunque en esta época del año cualquier día es bueno para celebrar algo, o simplemente para disfrutar de una tarde al fresco. Cada noche los jardines del Balcón del Guadalquivir, conocidos popularmente como los jardines del avión, reciben a vecinos que tienen como costumbre alejarse del aire acondicionado por un momento y dejar de ver lo que se esconden tras las pantallas que, demasiado menudo, acaparan nuestra vida. A finales de agosto, muchas ideas rondan nuestra cabeza, y una es apurar el tiempo que queda antes de la vuelta a la rutina, que ya mismo estará llamando a la puerta.

Celebrar en todos los sentidos

Los 45 años no se cumplen todos los días. Por eso, Juan Antonio ha querido celebrar su cumpleaños acompañado de su familia y amigos. Como ha afirmado el cumpleañero, desplazarte hasta las inmediaciones de este parque tiene como objetivo "huir de la casa y dejar un poco al aire acondicionado". Ana y él están pasando un buen rato con sus hijos, amigos y su perrita Linda. La comida está ya sobre la mesa, ya que una fiesta de cumpleaños sin un buen banquete, no sabe igual.

Por la elección en los jardines del avión, y no en los llanos de El Arenal, donde proliferan las barbacoas, han optado por platos fríos. Así, tienen para degustar tortillas, ensaladilla, tomates, anchoas, aceitunas y, por supuesto, la tarta. Entre risas bromean que calles más hacia abajo existe un "microclima" y que en esta zona se puede disfrutar del fresco. Aquí han llegado a juntarse hasta una decena de personas de su círculo más cercano, porque no han acudido todos a la fiesta, ya que muchos no se encuentran en la ciudad.

Marta, Merchi, Sergio y José junto a sus niños

Apenas unos metros más allá, Marta, Merchi, Sergio y José están acompañados de sus niños. Ellos disfrutan del aire libre mientras los más pequeños de la casa juegan al fútbol, un deporte que aman con locura. "¡Fútbol, fútbol, fútbol!", gritan al unísono mientras sus padres cuentan por qué eligen este espacio para disfrutar de una noche de verano. Otro de los placeres que cautivan a los niños de este equipo son las hamburguesas, comida que están deseando de degustar cuando llegan estas reuniones. Sus padres explican que esta actividad tiene como factor primordial que los niños se alejen de las pantallas y que disfruten del ocio al aire libre, que jueguen con sus amigos cara a cara y que hagan un poco de deporte.

El Centro Comercial El Arcángel está a solo unos pocos metros de este parque, y también es elegido por muchos visitantes para llenar su estómago. Muchos suelen comprar la comida en alguno de sus locales de restauración y optan llevarlo hasta su espacio de "acampada".

Jugar a las cartas y notar que tu compañero está haciendo trampa, porque se lo ves en la cara. Ver la expresión de tu mejor amiga cuando abre el regalo que tanto ansiabas comprarle. Jugar a la pelota o comer pipas, mientras comentas la actualidad de tu grupo de amigos. Es verano, hay días que las temperaturas llegan a los 40 grados, pero el calor de la amistad es aceptable en cualquier época del año.

El poder de la conversación y el soporte emocional, en persona, se multiplica. Por eso, vecinos de la ciudad y provincia eligen reunirse sobre este césped y disfrutar de una vida en carne y hueso.

Mari Carmen y sus amigos / Juan Ayala

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