La plataforma Aeropuerto Ya considera "inaceptable" la retirada del avión cultural del Balcón del Guadalquivir

Córdoba/Hace unos días, la edil Cintia Bustos anunció la decisión del equipo de gobierno muncipal de retirar el avión cultural, un antiguo Douglas DC-7, del Balcón del Guadalquivir, decisión que la plataforma ciudadana Aeropuerto Ya considera "inaceptable". Bustos destacó que el gobierno local le dará un plazo de un mes al dueño de la aeronave para que se la lleve del lugar y si la propuesta no tiene éxito, el propio Consistorio ejecutará la retirada. "Este avión se donó para un proyecto que nunca se llegó a ejecutar, iba a ser un contenedor para los creadores culturales emergentes, pero lo único que terminó siendo fue un contenedor más de promesas incumplidas por parte del Partido Socialista e Izquierda Unida", sentenció la edil.

"Desde la plataforma ciudadana Aeropuerto Ya nos gustaría transmitir nuestra enorme decepción y pesar por esa decisión. Los distintos responsables del ayuntamiento (PP, PSOE, IU y Ciudadanos) han tenido 13 años para dotar de contenido a dicha pieza de museo que, en Córdoba, teníamos la suerte de poder contemplar sin tener que acudir, valga la redundancia, a un museo para ello. Se muestra una vez más que la clase política cordobesa no está a la altura de la ciudad a la que representa", sentencian desde el colectivo.

Aeropuerto Ya defiende que "este nuevo fiasco en la gestión municipal del patrimonio cordobés" se une a "otros fracasos" como los de los edificios de Noreña, "cuyo final fue la demolición"; la Escuela de Magisterio del Sector Sur, "décadas y millones de euros para una reforma"; el recinto ferial San Carlos, "finalmente vendido"; el colegio de La Aduana, "parcialmente en uso, pero avanzando en su deterioro sin visos de solución", el yacimiento romano de Cercadillas, "tras la destrucción llevada a cabo por el Ministerio de Fomento en los 90 por las prisas de llevar el AVE hasta la Expo 92, no han sido capaces de poner en valor ese yacimiento"; la almunia de la Ronda de Poniente, "que sigue enterrada", la pérgola de los Jardines Duque de Rivas…

"Todos ellos ejemplos de una gestión incapaz de poner en valor las infraestructuras existentes mientras seguimos esperando la construcción de un nuevo museo de bellas artes y una ampliación contundente del Museo Arqueológico, donde el 90% de las piezas están almacenadas por falta de espacio expositivo", lamentan desde el colectivo.  "Nuestros políticos hablan mucho de cultura, pero se pierden en las palabras sin llegar a los hechos mientras decenas de edificios públicos siguen vacíos de contenido", añaden.

Auropuerto Ya insiste en que Córdoba jugó un papel muy importante en la aviación gracias a Abbas Ibn Firnas con sus trabajos para volar, "y el avión cultural es una pieza que fue solicitada por varios museos de aeronáutica del mundo, una pieza que nos recuerda ese papel vital de Córdoba en el sector, pero parece que resulta más fácil borrar esa pieza del mapa que apostar por la historia local. Esperemos que la solución a Cercadillas o Ategua no sea borrarlos también del mapa", inciden.

Para defender que la ciudad cuenta con un pasado científico y tecnológico que podría dar cabida a un museo temático donde se expongan los procesos tecnológicos "traídos por el imperio romano, como la metalurgia, minería, transporte e hidrología, y llegando a las investigaciones llevadas a cabo en nuestros laboratorios universitarios, pasando por la formación médica que se impartió entre las columnas de la Mezquita durante el califato", sentencian desde el colectivo. "En resumen, es inaceptable que Córdoba pierda un trozo de patrimonio por la falta de gestión del Ayuntamiento y con la complicidad del resto de administraciones públicas", concluyen desde Aeropuerto Ya.

Desde marzo de 2011

El pasado mes de marzo y después de que el avión sufriera dos incendios consecutivos en su interior, el alcalde de la ciudad, José María Bellido, insistió en que había dos opciones para evitar más actos de vandalismo. La primera pasaba por "llevarnos el avión, sacarlo de allí porque no creo que haya aportado mucho en los últimos 15 o 20 años a la ciudad", aseveró. La otra alternativa que lanzó era la de que, a través de alguna delegación de las que tiene actividad ciudadana, como Cultura, Juventud o Casco Histórico, se asumiera "con una gestión pública, se remodelara el interior y tuviera un contenido útil". "Si no logramos encontrar un contenido útil de ninguna delegación, un proyecto asumible para que eso sea un contenedor cultural como en su día se concibió, entiendo que lo más razonable será quitarlo", señaló.

El regidor insistió en que su intención era "darle una última oportunidad" para su uso con "un proyecto adecuado y si no, retiraremos el avión". Para ello, dijo que el gobierno local se daría "un plazo razonable de unos meses a ver si encontramos algún proyecto que encaje porque es verdad que hay necesidades de espacios en la ciudad para este tipo de usos". Bellido aseveró que esa "operación" en la que el entonces gobierno local de IU trajo un avión DC-7 para ubicarlo en el Balcón del Guadalquivir y usarlo como contenedor cultural en el marco de la candidatura a la Capitalidad Cultural para 2016 "fue un fracaso para la ciudad".

El traslado desde el aeropuerto hasta Miraflores costó más de 130.000 euros y se realizó el 19 de marzo de 2011, con Andrés Ocaña (IU) en la Alcaldía, bajo un amplio dispositivo de seguridad que implicó cortar al tráfico las principales avenidas de la ciudad para el paso de la aeronave. El convoy se desplazó por la carretera del Aeropuerto, avenida del Aeropuerto­, Vallellano­, avenida del Corregidor, Puente de San Rafael, plaza de Andalucía, avenida de Cádiz, la glorieta de Santa Teresa, la avenida Campo de la Verdad y la calle Compositor Rafael Castro.

El Balcón del Guadalquivir fue el último lugar al que tuvo que recurrir el Gobierno local de IU después de que los vecinos del Vial Norte rechazaran el avión en su entorno, al igual que los residentes del parque de Miraflores. De hecho, en su momento, los vecinos del Distrito Sureste definieron este proyecto como "un caprichito".