"Estamos en plena migración a una sociedad totalmente nueva"

Asegura que todavía quedan por producirse muchos cambios derivados de la era tecnológica y que eso repercutirá en que el paro crezca hasta el 50% en unos diez años

Alfredo Romeo, durante la entrevista concedida a El Día.
Anabel Calero

16 de junio 2013 - 01:00

AL leer el currículum de Alfredo Romeo se tiene la sensación de que no para. Dejó Estados Unidos -donde trabajaba en un banco- para venir a Córdoba, su ciudad, consciente de que se avecinaba un gran cambio y quería aportar todo su conocimiento pero aquí, en su país. De eso hace 13 años y desde entonces no ha parado de trabajar. Blobject fue su primer proyecto y después vinieron otros como Do it Social o Cordobapedia -del que se siente más orgulloso- o su actual empresa, Intelify, que consiste en "conectar a las personas y las cosas con internet". Romeo tiene muy claro cómo será el futuro y no tiene nada que ver con el mundo hasta ahora conocido.

-Internet ahora está de moda, pero cuando usted empezó sería todo un reto.

-No tanto internet, sino las consecuencias que podía tener el despliegue y la interiorización de internet en nuestra vida diaria. La suerte de visualizar eso fue a través del movimiento de software libre, donde tuve la oportunidad de trabajar en el año 2000, y me permitió descubrir que lo que había hecho el mundo del software libre a la industria iba a llegar a todas y cada uno de los sectores. Ahora ocurre las consecuencias de lo que algunos previmos antes del año 2000.

-¿Cuáles son esas consecuencias?

-Son muchas. En primer lugar, estamos en un mundo en el que todo se puede datar. En segundo, cada vez se va a producir una progresiva sustitución de puestos de trabajo que lo hacen personas por sistemas de información automatizados. Otra es la emergencia del conocimiento oculto, gracias a que ya cada vez tenemos más acceso a datos que podemos recopilar a tiempo real. Esto nos va a permitir, por ejemplo, saber cuándo una persona tendrá alzheimer aunque nunca haya sido visitada por un médico o nadie la haya diagnosticado. Otra consecuencia es descubrir el poder de muchos, pues mucha gente colaborando puede cambiar paradigmas de industrias que tienen más de 100 años de antigüedad. La llegada de los mundos híbridos, online y físico o la progresiva automatización de datos son ejemplos de la sociedad que viene, pues estamos en plena migración hacia una sociedad totalmente nueva.

-¿Cómo será esa sociedad?

-Totalmente diferente. Nadie sabe exactamente cómo va a ser, pero sí podemos intuir que tenemos que reinventar muchos procesos de cómo se hacían antaño hasta ahora. Uno de los sectores en los que vamos a ver más cambios es en la medicina. La democracia y la representación también va a cambiar. En el transporte, habrá coches que conduzcan solos y eso va a afectar mucho. En cuanto al turismo, cada vez vemos más experiencias en remoto, que permiten que las personas no se tengan que desplazar para vivir esa sensación. Internet lo que hace es desintermediar todo lo que estaba construido en las relaciones personales.

-Con todo lo que se ha hablado de la revolución de Internet, parece que los mayores cambios están aún por llegar, ¿no?

-Totalmente. Hace cuatro años apenas se invertía tiempo en Facebook y hoy en día es a lo que más se dedica. Vamos a ver cambios muy radicales, el problema está en que esos cambios se producirán en tan poco tiempo que los poderes establecidos (Gobiernos, lobbys, poderes económicos) hace que la gente se rebele y no quiera perder su status. El mundo va a cambiar, la rapidez dependerá de cómo los lobbys permitan que afecten o cómo el pueble intente eliminar esos privilegios.

-¿Volver a la lucha de clases?

-Sí, pero no los que tienen el poder son los malvados. Date cuenta de que la estructura de la sociedad está basada ahora en un modelo antiguo y eso es un problema muy gordo. Esa migración hay que gestionarla de alguna manera y eso es lo que hacen los poderes públicos. Tenemos la técnica que lo permite pero también tenemos la realidad y es que la gente tiene que seguir comiendo y viviendo. Esa es una de las claves de los seis millones de parados, tenemos habilidades pero no hasta tal punto para que un tercero pague por ellas.

-¿Hay más parados porque no nos estamos sabiendo adaptar a esta sociedad que viene?

-La gran mayoría de los parados lo son porque no tienen habilidades para poner en el mercado y que un tercero pague por ellas. Y no la van a tener, porque lo que ellos sabían hacer quedará obsoleto. Además, los sistemas de información están permitiendo que se puedan sustituir los puestos de trabajo físicos. Por ejemplo ya hay un robot que descarga un camión de cajas irregulares, eso se va a implantar.

-¿Tenemos que tener habilidades para crear sistemas que después sustituyan a la gente en su trabajo?

-La sustitución de puestos de trabajo es una consecuencia del mundo en el que vivimos. ¿Dónde habrá yacimientos de empleo? No hay nadie que pueda predecir cuáles serán exactamente pero sí que los que tengan que ver con las matemáticas, los datos, la representación gráfica o lo audiovisual van a tener más posibilidades que otros que hacían trabajos en cadena que no añaden valor.

-¿Estamos preparados para todos estos cambios que vienen?

-No, nadie puede estarlo. Estamos viviendo una época demasiado compleja, es la transformación más grande que ha sufrido la sociedad desde la llegada de la agricultura, pero con una diferencia, que se hace en menos tiempo y afecta a miles de millones de personas. Hay mucha gente que se va a quedar fuera en este cambio y eso no depende de la política económica ni del partido que gestione. Esto trasciende la ideología.

-En la gestión que se está haciendo de la crisis, ¿se está teniendo en cuenta este nuevo modelo de sociedad?

-No. Ahora existen dos grandes tendencias: el que quiere recortar y el que quiere gastar más. Yo indudablemente estoy en la primera, hay que recortar y replantearse en donde se gasta dinero, porque la mayoría es improductivo. Lo que hay que hacer es pararse y decir ¿cómo queremos la sociedad que viene? Estamos a menos de 20 años de que el cáncer quede erradicado a nivel de conocimiento. ¿Eso implica que llegue a toda la población, que todos tengan acceso? Esos planteamientos que hay que hacerlos con vistas a 15 a 20 años, ahora, no es lo que la gente demanda cuando sale a la calle. Creo que hay que ser bastante más pragmático y hay que decirle a la sociedad lo que viene: que vamos a tener un 50% de paro en los próximos diez años y que ahora lo que hay que plantearse como sociedad es qué vamos a hacer. Eso es una realidad y hecho en falta líderes que cuenten eso. Espero que este discurso empecemos a verlo ahora.

-¿Su estancia en Estados Unidos fue fundamental para tener esa capacidad emprendedora?

-La capacidad emprendedora es innata y no es sólo crear empresas, es una actitud ante la vida. ¿Cuál es tu actitud? ¿Quieres cambiar las cosas o no? Vivir en EEUU me sirvió sobre todo para estar en una universidad en la que pude conocer internet aplicado a los procesos de trabajo ya en el año 95. Me enseñó tener un profesor que nos enseñó un vídeo de cómo iba a ser el mundo en 2005.

-¿Acertó?

-En algunas cosas sí y en otras no. Dijo que iba a estar implantado el voto electrónico y no ha sido así. A mí lo que me transmitió es que estábamos ante una gran revolución así que me viene a España porque todo esto lo quería hacerlo en mi país. Y hoy sigo trabajando de una decisión que tomé hace 13 años.

-De todos sus proyectos, ¿hay alguno ?

-Cordobapedia, sin ninguna duda. Cuando nosotros creamos Cordobapedia en el año 2005 nuestro mayor objetivo era crear la mayor enciclopedia escrita sobre Córdoba y eso se ha cumplido. Tenemos más de 15.000 artículos y es visitada por 650.000 usuarios únicos anualmente. Cordobapedia es cultura, es intrahistoria, es lo que somos. Me siento especialmente satisfecho. Es una herramienta brutal para dar a conocer la ciudad, pues 3.500 personas la visitan diariamente y un 76% son de fuera. Lo segundo de lo que estoy orgullos, al mismo nivel, es de haber conseguido integrar un grupo humano excepcional en Intelify. Somos un grupo de 12 personas apasionadas con lo que hacemos, con ganas de cambiar la realidad que nos rodea.

-¿Cordobapedia es un ejemplo de la liberalización del acceso a la cultura?

-Es un gran ejemplo de que las personas pueden colaborar para generar contenido y volcar toda la información en un sistema.

-Le damos demasiada credibilidad a esta fuente?

-Nadie es perfecto. Hay que entenderla como parte de la intrahistoria. Yo no voy a ganar un premio Nobel basándome en las fuentes de Cordobapedia, pero permite contextualizar muy bien.

-¿Lo de la plataforma de los Patios fue trabajar por amor al arte?

-Eso fue llevar hasta las últimas consecuencias la ética hacker, porque lo importante es el reto y el beneficio económico es la consecuencia de eso. Lo hicimos por ser responsables. Sin ese sistema iba a haber un colapso en los barrios tradicionales como el Alcázar Viejo. Nos lo planteamos de manera interna, como una forma de trabajar para nuestra ciudad, porque es aquí donde queremos crear riqueza.

-¿Está contento con el resultado?

-Nos quedamos absolutamente aliviados y satisfechos cuando terminamos, porque el objetivo que nos marcó nuestro cliente, que era que no se colapsara ninguna zona, lo conseguimos, algo que hasta ahora no se había hecho. Y también conseguimos que entrara todo el mundo, aún sin pase. Ahora se tiene mucha información sobre todo los visitantes que hemos tenido, se ha creado todo un sistema de información. El sistema de entradas repetirá seguro, no repetirlo sería un suicidio. .

-También está inmerso en el proyecto del avión cultural de Miraflores.

-Es un proyecto bastante atractivo que ya hemos comenzado con la puesta en marcha de El Mirador del Río. Ahora vamos paso a paso y nuestro objetivo es crear puestos de trabajo.

2 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último