El 70% de la población de Córdoba capital vive en puntos urbanos calientes

Medio Ambiente

Puntos urbanos calientes e índice de variación del campo térmico de Córdoba. / El Día

El 70% de la población de Córdoba capital reside en puntos urbanos calientes, que son aquellos en los que las altas temperaturas empeoran la vida. Es una de las conclusiones del estudio que han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Granada con David Hidalgo, profesor del Departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica y quien ha facilitado los datos a El Día, al frente.

En concreto, para este estudio se ha utilizado el programa de monitorización ambiental y cambio climático Copernicus y los satélites Sentinel 3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) para realizar el primer análisis de determinación de los puntos urbanos calientes y el nivel de confort térmico ambiental. Al detalle, la investigación se basa en el fenómeno de alteración del clima urbano, denominado Isla de Calor Urbana (ICU), y tiene en cuenta los territorios incluidos en los planes de desarrollo de ámbito subregional de Andalucía. Estos planes incluyen las ocho capitales de provincia, donde reside la mayor parte de la población.

Pues bien, según los datos aportados por David Hidalgo, la superficie que ocupan los puntos urbanos calientes en el área objeto de estudio (Córdoba y su área metropolitana) es del 35%, "pero afecta al 70% de la población, ya que la gran mayoría de la población del área metropolitana de Córdoba se concentra en la capital". Además, Córdoba es la ciudad que registra la isla de calor más intensa de Andalucía durante las noches de verano.

Con respecto a la calificación del suelo en base al índice de variación del campo térmico, el 42,6% del área objeto de estudio de Córdoba se encuentra calificada con grados 4 (peor) y 5 (el peor) debido a su importante influencia con el fenómeno de alteración de clima urbano conocida como Isla de Calor Urbana.

Valores regionales

Según los resultados obtenidos en esta investigación, el 43% de la superficie que contemplan los planes de desarrollo de ámbito subregional entra dentro de la calificación de puntos urbanos calientes debido a las altas temperaturas.

Estos adquieren su mayor intensidad durante las noches de los meses de verano. Al respecto, Hidalgo anota que "la importancia de este estudio no solo radica en la elevada superficie calificada como zona caliente, sino que esta alberga al 50% de la población de Andalucía". Los puntos urbanos calientes son espacios que se encuentran afectados por las altas temperaturas y se relacionan con el fenómeno de la isla de calor urbana.

Los puntos urbanos calientes se ubican dentro de las zonas con mayores intensidades de este fenómeno que, a su vez, se corresponden con las áreas que presentan elevadas temperaturas. Los datos son importantes para proteger a la población, sobre todo a la más vulnerable (ancianos o enfermos) y, por otro lado, suponen un punto de partida para futuros estudios de evolución.

"Estamos convencidos de que, con los datos de temperaturas que ha reportado el año 2022, deben crecer las superficies y la población afectada", añade.

Son numerosos los estudios que alertan sobre un incremento de estos puntos urbanos calientes como consecuencia del aumento de las temperaturas producidas por el cambio climático. Los investigadores han demostrado que los cambios en la cobertura de los suelos para nuevos desarrollos urbanos que disponen de escasas zonas verdes, zonas rurales sin cobertura y una alta contaminación ambiental son las principales causas de la generación de estos puntos.

Una persona se refresca en el Patio de los Naranjos de Córdoba. / Salas / Efe

Por otro lado, y teniendo en cuenta el índice de confort térmico ambiental relacionado con el fenómeno de la Isla de Calor Urbana, el 5% de la población incluida en los planes reside en zonas calificadas como muy malas (nivel 5), mientras que un 60% habita en zonas calificadas como malas (nivel 4). Estas zonas ocupan el 6% y el 30% de la superficie de los planes, respectivamente.

Este índice permite evaluar la calidad de vida de los ciudadanos y las consecuencias que podrían sufrir por el fenómeno de la isla de calor urbana y las altas temperaturas. Sus escalas varían entre el valor 1 (nivel excelente por su nulo impacto por la Isla de Calor Urbana) y valor 6 (nivel muy malo por su elevado impacto).

Andalucía no ha reportado zonas con nivel 6, pero sí escalas 4 y 5 que pueden afectar al bienestar físico y mental de los habitantes, siendo el caso en el que se encuentra la capital cordobesa.

Zonas verdes en la ciudad

El trabajo ha demostrado que los cambios en las coberturas del suelo que consisten en convertir zonas rurales o verdes en zonas urbanas construidas con materiales de alta absorción térmica, tales como asfalto, ladrillo o solerías, provocan aumentos de las temperaturas, lo que produce variaciones en el microclima local y perjudica a la salud de los habitantes. España es uno de los países europeos con mayor desarrollo de cobertura artificial o superficie edificada, "por lo que es fundamental la realización de este tipo de estudios al objeto de proteger a la población", indica Hidalgo.

En las últimas décadas, numerosos estudios avisan de que la transformación del paisaje generado por la expansión de las zonas urbanas constituye uno de los procesos que más acelera al cambio climático. Las modificaciones de la cobertura del suelo reducen la evapotranspiración y aumentan las superficies de materiales impermeables, tales como asfalto y hormigón.

Estos materiales almacenan el calor recibido de la radiación solar y posteriormente lo liberan a la atmósfera. Los mayores incrementos de temperaturas se están produciendo en las ciudades, debido principalmente al fenómeno de la Isla de Calor Urbana, cuya intensidad se ve incrementada por las múltiples actividades humanas y por los eventos climáticos extremos como las sequías, olas de calor, etc.

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